El conocido establecimiento comercial Quirós, situado en los
bajos del edificio Ceuta Center, selló la pasada semana un
boleto de Euromillones que ha conseguido la nada
despreciable cantidad de 163.000 euros.
Cualquiera puede haber sido el agraciado en este acierto de
segunda categoría, puesto que el establecimiento, que además
es expendedor de tabaco autorizado -número 46- es
frecuentado tanto por habituales como por muchas personas
que se encuentran de paso y/o que también han de realizar
gestiones en el edificio Ceuta Center. Esta complejo alberga
además de los dos juzgados de lo Penal, la Sección VI de la
Audiencia Provincial, varios establecimientos comerciales e
incluso el Registro General del Ayuntamiento, por lo que el
premio podría haber correspondido incluso a alguna persona
de fuera de Ceuta.
La combinación ganadora ha sido 20.23-26-30, con números
estrella 06-09.
Además de en Ceuta, también ha habido otros cuatro boletos
más de segunda categoría que percibirán la misma cantidad y
que fueron validos en Gijón, Alcoy (Alicante y en Barcelona
(dos boletos sellados).
A pesar de la enorme valía del premio que fue validado en
Quirós -la empresa también tiene otra expendenduría en el
Paseo de la Marina Española- lo cierto es que el premio
gordo del Euromillones ha recaído también en España y es de
una cuantía mareante: en efecto, una persona que validó su
boleto en la localidad barcelonesa de Mollet del Vallés ganó
nada menos que cien millones de euros enn el sorteo, al
acertaar los cinco números más los dos números estrellas. El
único acertande de la combinación fue sellado, según informó
la ONLAE, en la administración número 2 de Mollet del Vallés.
En los entornos cercanos a la expendeduría Quirós, en el
edificio Ceuta Center, ayer aún no se conocía el hecho y las
preguntas formuladas por los informadores causaban sorpresa
entre propios y extraños, que desconocían que a pocos
metros, una persona había logrado conseguir un premio de tal
cuantía, nada menos que 163.000 euros, que en una época
actual de crisis supone una inyección no sólo de dinero,
sino de moral.
En definitiva, que la suerte está de la mano del que la
busca. Como se suele decir coloquialmente, “jugar mucho es
de locos, pero no jugar es de tontos”.
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