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					La X Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos 
					finalizó ayer con la denominada ‘Declaración de Rabat’, que 
					“institucionalizará el diálogo político reforzado, un nuevo 
					partenariado económico y una cooperación cultural social y 
					humana”. En el ámbito económico se prevé la firma de una 
					nueva línea de financiación para Marruecos, de cuantía aún 
					por precisar, y que estará limitada a inversiones de 
					empresas españolas en Marruecos. De todo ello se habló ayer 
					en la capital marroquí sin que las movilizaciones 
					reivindicativas de la soberanía de Ceuta y Melilla tuvieran 
					repercusión, pues fueron anecdóticas. 
					 
					La X Cumbre bilateral entre España y Marruecos, celebrada 
					ayer en el país vecino, pretendía dar contenido efectivo a 
					la relación estratégica existente entre ambos países. Para 
					el Ejecutivo español y según recoge la agencia Efe, el texto 
					de mayor calado político es la denominada ‘Declaración de 
					Rabat’, que destaca “institucionalizará el diálogo político 
					reforzado, un nuevo partenariado económico y una cooperación 
					cultural social y humana”. En el ámbito económico se prevé 
					la firma de una nueva línea de financiación para Marruecos, 
					de cuantía aún por precisar, y que estará limitada a 
					inversiones de empresas españolas en Marruecos. 
					 
					El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, viajó a Rabat 
					junto a siete miembros de su Gabinete para presidir esta 
					Reunión de Alto Nivel (RAN) y en el transcurso de la jornada 
					se desplazó a Marraquech para entrevistarse con el rey 
					Mohamed VI. 
					 
					La X RAN entre ambos países pretendía reforzar una relación 
					bilateral que, tanto en el terreno político como el 
					económico, los dos gobiernos aseguran que atraviesa por una 
					de sus mejores etapas. 
					 
					Rajoy acudió a Rabat acompañado de los ministros de 
					Exteriores, Interior, Fomento, Agricultura, Industria, 
					Educación y Justicia, y tras ser recibido por su homólogo 
					marroquí, Abdelilah Benkirán, inauguraron un foro 
					empresarial organizado de forma paralela a la cumbre por las 
					patronales de los dos países. 
					 
					Tras una reunión con Benkirán, el jefe del Gobierno español 
					se trasladó a Marraquech para ser recibido por el monarca 
					alauí, mientras los ministros permanecían en Rabat en las 
					reuniones sectoriales con los respectivos ministros 
					marroquíes. 
					 
					Rajoy regresó a Rabat para presidir con Benkirán el plenario 
					de la cumbre y la firma de los acuerdos y, posteriormente, 
					los dos jefes de Gobierno ofrecieron una rueda de prensa. 
					 
					Después de varios años con episodios de cierto 
					distanciamiento y que obligaron a ir aplazando la cumbre (la 
					última se celebró en 2008), hay declaraciones y gestos de 
					ambos países que certifican el buen momento de la relación. 
					 
					Frontera 
					 
					El Gobierno de Melilla, a través de su vicepresidente 
					primero, Miguel Marín, expresó su confianza en que esta 
					cumbre permita solucionar los problemas “endémicos” que 
					sufre la frontera, que a su modo de ver perjudican a las 
					relaciones económicas y sociales entre ambos territorios. 
					Tal como recordó Marín, en su visita del pasado 9 de julio a 
					Melilla, el ministro del Interior se comprometió a llevar 
					este problema, “esencial y prioritario” a la Reunión de Alto 
					Nivel. 
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					La movilización de Yahya Yahya no surte efecto en Marruecos  
					El Ejecutivo español resta 
					importancia, según informa Efe, a los incidentes que han 
					protagonizado nacionalistas marroquíes que, liderados por el 
					senador Yahya Yahya, reivindican la soberanía de su país 
					sobre Ceuta y Melilla. Estos grupos convocaron ayer varias 
					protestas ante representaciones diplomáticas de España y una 
					marcha al Peñón de Vélez de la Gomera. La repercusión de 
					estas movilizaciones fue nula, y la anécdota la 
					protagonizaron dos marroquíes a los que los militares 
					españoles interceptaron en la Isla Congreso, que forma parte 
					del pequeño archipiélago de las Chafarinas. El delegado del 
					Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, informó de que 
					los marroquíes dijeron ser “ajenos” a las manifestaciones 
					aunque desde la institución gubernamental no se descarta que 
					actuaran “guiados” por los mismos activistas que habían 
					convocado la marcha sobre el Peñón de Vélez que no se llevó 
					a cabo. Otras cuatro personas con banderas de Marruecos 
					trataron de acceder sin éxito a la isla de Tierra, junto a 
					Alhucemas. 
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