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					El Colegio de Psicólogos de Ceuta lo componen 75 
					profesionales y sus actividades se centran en la psicología 
					de catástrofes y emergencias, así como en psicología del 
					envejecimiento con grupos de trabajo del alzheimer, y en 
					psicología jurídica y clínica. Juan Delgado Muñoz es el 
					decano del Colegio y, coincidiendo con que hoy se celebra el 
					día de la depresión, explica cuáles son los síntomas de esta 
					enfermedad y cómo la situación de crisis económica está 
					aumentando el número de personas afectadas por la depresión, 
					así como los casos de suicidio. El psicólogo considera que 
					todos somos proclives a padecer una depresión y que la 
					cuestión está en colocarnos o no lo suficientemente cerca y 
					el tiempo necesario delante del estímulo estresante. 
					 
					Pregunta.- Hoy se conmemora el día de la depresión, ¿qué 
					diferencias hay entre estar triste y estar deprimido? 
					 
					Respuesta.- La depresión es una reacción del cuerpo y del 
					cerebro ante una situación aversiva. Si se nos muere un 
					familiar, lo esperable es que se esté triste, es una 
					depresión reactiva, no patológica, necesita de un duelo y un 
					crecimiento personal. Ese tipo de depresiones se dan en 
					muchas situaciones, en ruptura de la pareja o pérdida de 
					trabajo por ejemplo.  
					 
					P.- ¿Entonces siempre necesita de una causa? 
					 
					R.- Sí porque conlleva un periodo de adaptación y se trata 
					de una depresión no patológica, viene dada por una situación 
					hostil. No comemos, nos cuesta trabajo dormir... cuando esa 
					situación se mantiene en el tiempo y la persona no es capaz 
					de volver a adaptarse es cuando se entra en un proceso 
					depresivo patológico.  
					 
					P.- ¿Cuándo haría falta acudir a un especialista? 
					 
					R.- En el momento en que la situación se agrava. Normalmente 
					las personas que nos rodean son las que nos van a advertir 
					de que algo no está funcionando. Si alguien se siente 
					abatido, no sale, si hay síntomas maníacos... cuando una 
					persona sin un motivo específico, pasan los meses y no sale 
					y sólo quiere dormir y todo se le hace un mundo, no quiere 
					hacer actividad física... Entonces es el momento de acudir 
					al médico. En función del tipo de depresión se va a trabajar 
					con psicoterapia o con una medicación. El profesional debe 
					averiguar dónde está la raíz y si tiene componente genético 
					porque entonces tiene dos o tres veces más probabilidad de 
					tenerla.  
					 
					P.- ¿La depresión también se hereda entonces? 
					 
					R.- Sí, yo considero que todos somos proclives a padecer una 
					depresión. La cuestión está en colocarnos lo suficientemente 
					cerca y el tiempo necesario delante del estímulo estresante. 
					Hay estructuras mentales más sólidas. En situaciones de 
					crisis donde los elementos son más adversos, las personas 
					con estructuras mentales menos sólidas entran en depresión. 
					Si no hubiera habido este cambio social, llevarían su vida 
					normal.  
					 
					P.- ¿La crisis ha afectado a las depresiones? 
					 
					R.- Sí, la crisis, y ya se preveía y los datos lo confirman, 
					ha aumentado el número de personas afectadas por depresión y 
					el caso de suicidios. Nuestro cuerpo se adapta al cambio 
					pero ese cambio puede ser puntual o mantenido en el tiempo. 
					El que tu pierdas el empleo es un cambio drástico y 
					continuado, sin solución de continuidad. La persona entra en 
					un estado de indefensión y se abre una puerta a la 
					sintomatología de la depresión. Las desventajas económicas y 
					sociales aumentan el número de personas con depresión y 
					suicidios, sobre todo en las clases desfavorecidas.  
					 
					P.- ¿Y cómo se lucha contra eso? 
					 
					R.- Es complicado. La persona necesita del amparo social, 
					pero se da una sobrepoblación en paralelo a una 
					individualidad en una sociedad consumista donde la familia 
					extensa ya no existe. Esa falta de amparo social facilitan 
					que el individuo se sienta desprotegido y no vea ninguna 
					solución. La solución radica en que se lleven a cabo 
					políticas diferentes a las que se están llevando. Hay que 
					custionarse si es forzoso pagar la deuda a este ritmo, 
					llevar políticas que permitan mover capitales. Son 
					soluciones a nivel político, pero mientras tanto es 
					complicado. Se puede acudir a un profesional, pero y cómo se 
					paga el psicólogo. Pero tú como psicólogo puede dar 
					recomendaciones, pero no cambiar su vida.  
					 
					P.- ¿Cómo afecta el estrés a la salud mental? 
					 
					R.- Está más irritable, pierde el interés por hacer las 
					cosas, duerme mal, cuesta la concentración, reina una 
					preocupación, hay sentimientos de culpa... Hay personas que 
					pasan por esta situación una vez en su vida y a veces no 
					saben por qué y puede que sea que algún componente 
					neurológico no vaya bien.  
					 
					P.- ¿Qué opina de que el suicidio sea un tema tabú, por 
					ejemplo, en los medios de comunicación? 
					 
					R.- Es complicado, porque a veces por efecto contagio los 
					medios de comunicación tienen una importancia capital. A 
					veces es peligroso y uno se plantea si determinadas noticias 
					pueden dar lugar a una imitación. Pasa también con conductas 
					terroristas o maltrato hacia la mujer. Hay que tener 
					cuidado, pero no obstante es un tema que hay que estar 
					presente y que hay que tratarlo. Yo creo que el ser humano 
					no está preparado para suicidarse, estamos hechos para 
					sobrevivir, procrearnos y cuidar de la prole. Si los 
					neurotransmisores no están en equilibrio surgen esas ideas 
					en las que alivia más morir que seguir con vida. Un 80% de 
					los suicidios están relacionados con trastornos mentales,  
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