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El IV Plan de Barriadas cuenta,
para los próximos años, con un presupuesto de 18,2 millones
de euros, una cantidad nada desdeñable si se tiene en cuenta
que se va a invertir para el “mantenimiento” de las obras ya
realizadas. Es decir, la colocación de algún que otro
parterre más o la renovación de acerado, por poner dos
ejemplos. A pesar de todo, el consejero García Castañeda
tendrá que echarle “imaginación” para lograr que todas las
barriadas estén satisfechas con su trabajo, ya que, después
de que el Príncipe reciba 15,5 millones de euros además de
también estar dentro del Plan de Barriadas, algún que otro
vecino no va a estar muy contento. Al parecer, el Príncipe
va a tener una urbanización ‘a todo tren’. Lo que pasa es
que eso es lo que se promete todas las legislaturas y los
problemas no se solucionan, aunque, todo hay que decirlo, se
hagan pequeños trabajos de mantenimiento.
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Fiscalización y
¿transparencia? |
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El Partido Socialista vuelve a la
carga con la fiscalización de la ciudad. A su secretario
general, José Antonio Carracao, no le salen las cuentas y no
es de extrañar, porque el informe del Tribunal de Cuentas
deja entrever, aunque sea de hace diez años, una
fiscalización preocupante. Pero aquí no pasa nada, según la
Ciudad. Todo está ‘perfecto’. Sin embargo, Carracao asegura
que “las manos que nos gobiernan son de todo menos
transparentes”. El Gobierno local tendrá que defenderse
ahora de estas acusaciones, aunque los números y los datos
no suelen fallar.
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OPINIÓN / EDITORIAL
