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OPINIÓN - LUNES, 29 DE OCTUBRE DE 2012

 

OPINIÓN / SNIPER

La Aventura de la Historia y
los gases sobre el Rif (II)

 


José Luis Navazo
yebala07@yahoo.es

 

El Estado español fue pionero en el uso de armas químicas, cuyos efectos nocivos aun hoy son perceptibles” (Kántara, nº 4, marzo 2011), sentencia de forma falaz y lapidaria el felón David Alvarado, el converso de la raja actualmente al frente del Instituto Cervantes de Orán (Argelia). ¿Es esto cierto?. Ni por asomo como iremos viendo. Pero antes revisemos el estado de la cuestión esbozando el particular entramado asociativo que, dentro y fuera de Marruecos, ha ido tejiendo una tupida red cuyos hilos, sin embargo, son apenas manejados por un puñado de personas. En el plano intelectual, cinco han sido fundamentalmente las publicaciones de diferentes investigadores que han sustentado en el plano académico las subsiguientes reivindicaciones. En 1990 veía la luz en Alemania (Rombach, Friburgo) el libro “Giftags gegen Abdelkrim” (Gas tóxico contra Abdelkrim), de Rudibert Kunz y R-D Müller (no existe versión española, pero si árabe publicada en Rabat en 1996); en España, la historiadora Mª Rosa de Madariaga toca el tema en “España y el Rif: una historia casi olvidada” (UNED, Melilla 1999), siendo también recogido por el historiador Juan Pando “Historia secreta de Annual” (Temas de Hoy, Madrid 1999); pero es sobre todo el investigador S. Balfour quien en “Abrazo mortal: de la guerra colonial a la guerra civil en España y Marruecos, 1909-1939” (Península, Barcelona 2002) aborda con más detalles la cuestión. En Marruecos, Rachid Raha, Mimun Charqi y Ahmed El Hamdaui escriben hace unos años “La guerre chimique contre le Rif” (Editions Amazigh, Salé, 2005). La prensa escrita de ambas orillas ha publicado, en diferentes ocasiones, amplios reportajes sobre el particular (de ello también se ha hecho eco “Zemane”, solvente revista marroquí de historia), e incluso el canal 2M de la televisión marroquí editó en 2009 un especial dedicado a este tema bajo el título “Tahquiq”.

En cuanto a las relaciones bilaterales (espesas y siempre complejas) entre ambos países, aun cuando detrás del escenario y entre bambalinas se ha abordado esta espinosa cuestión, hasta el momento no se ha tratado abiertamente (entiendo que es mera cuestión de tiempo) en la mesa de negociaciones. Si en el pasado verano el titular del ministerio Exteriores y Cooperación, S. El Othmani, anunciaba que el asunto del bombardeo con gases en la guerra del Rif, el eventual “perdón” de España y por supuesto el tema de los Peñones y las Islas iba a tratarse en la última Reunión de Alto Nivel (RAN), negociaciones previas y, sobre todo, lo que parece el nuevo giro de la diplomacia española reconociendo por primera vez la sagrada causa (sic) del Sáhara marroquí (las Provincias del Sur para Rabat), podrían haber retrasado por el momento el planteamiento del dossier, que a mi juicio solo espera su “oportunidad”. También y mientras por un lado, cualificados actores de la política y la sociedad civil del vecino país plantean el tema en foros y debates de todo tipo, el Estado marroquí ha guardado tradicionalmente un prudente silencio, conocedor de las implicaciones que llevarían un planteamiento abierto del problema que salpicarían a la propia Dinastía Alauí, como apunta el mismo Balfour: “El Sultán de Marruecos colaboró con los españoles en la guerra contra la República del Rif”. El hecho es que Hassan II se opuso siempre (sabía muy bien por qué) a que este problema fuera utilizado como presión o moneda de cambio en sus negociaciones con España, postura que sin embargo no parece compartir su hijo, el joven soberano Mohamed VI, quién al poco de asumir el Trono dio luz verde a la ocupación marroquí del islote de Perejil así como a la fundación de la Asociación de Víctima de los Gases Tóxicos (AVGT, Alhucemas, 1999), nacida con la idea de enturbiar las relaciones con España dando carnaza para desviar los graves problemas internos, entre ellos las ansias de democratización “a la española” de Marruecos. No obstante, en el verano de 2001 y enero de 2002 el Estado marroquí prohibió hasta tres conferencias organizadas sobre el uso del gas tóxico en el Rif, habiendo que esperar a febrero de 2004 para que en Nador, la Coordinadora de Asociaciones de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos y el Congreso Mundial Amazigh (CMA) organicen el primer coloquio internacional dedicado a los gases tóxicos arrojados sobre la región, seguido de otro encuentro celebrado en 2008. Por su lado, entidades como el Centro para la Memoria Común y el Porvenir, dirigido por el profesor A. Boutayeb, ha dado cobertura en diferentes encuentros desde 2009 al tema de los gases tóxicos.

En España, diferentes asociaciones de la izquierda radical así como partidos políticos, se han solidarizado en diferentes momentos con las reivindicaciones marroquíes. En 1993 se constituyó la Plataforma contra el Complejo Químico-Militar de La Marañosa (Toledo), conectando con grupos parlamentarios y apoyando expresamente a colectivos de la otra orilla como la misma AVGT. En el mismo Parlamento, ha sido Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) quien presentó en el Congreso de los Diputados varias proposiciones no de ley, la primera en julio de 2005, volviendo en abril de 2008 a la carga introduciendo el asunto de la guerra química en el Rif dentro del proyecto de Memoria Histórica del ex Presidente Rodríguez Zapatero sobre la Guerra Civil.
 

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