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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 21 DE NOVIEMBRE DE 2012

 
OPINIÓN / CARTAS AL DIRECTOR

Después de la crisis

Por Restituto Contreras Jiménez


Puede resultar frívolo o presuntuoso adelantarse o especular con lo que sucederá después de la crisis. Para el que esté en paro o pasando una situación económica difícil, incluso entendería y comprendería que se pueda tomar como una falta de respeto. Con la máxima consideración para todos los que estamos siendo afectados, de algún modo, por este periodo económico nefasto, quiero manifestar una serie de reflexiones, pensando en los cambios y la nueva sociedad que resurgirá una vez que termine este periodo depresivo, de sufrimiento y de confusión económica y social.

Es una evidencia que después de la crisis una serie de aspectos económicos habrán mejorado. Las cifras de empleo, el crecimiento, el sector inmobiliario… serán diferentes; pero me quiero centrar especialmente en los valores y la nueva sociedad que sucederá a la situación actual. Porque con toda seguridad el túnel en que nos encontramos tiene luz al final.

Durante el periodo de la transición recuerdo que hubo momentos difíciles, donde la crispación y los equilibrios no fueron gratuitos. Sin embargo España salió fortalecida, con una democracia, una Constitución y un futuro más tranquilo y más prometedor. Después de la crisis, me atrevo a decir sin miedo a equivocarme, que con toda seguridad nuestro país saldrá también más fortalecido, con una sociedad más libre y experta, con unas instituciones más fuertes, más democráticas, más transparentes y más cercanas a los ciudadanos. No es que actualmente las instituciones públicas no sean democráticas, pero gracias a la democracia todo es mejorable, las instituciones no pueden quedarse estancadas, porque los ciudadanos y los grupos políticos que los representan revitalizarán sus objetivos y funcionamiento.

Presiento que los ciudadanos serán más libres, más preparados y más exigentes con sus derechos, tanto ante las instituciones públicas como privadas. No creo que en un futuro próximo, un ciudadano cualquiera acepte fácilmente una propuesta de una institución financiera, como ha venido sucediendo en determinados casos hasta ahora, sin que éste vele porque sus derechos queden claramente respetados.

Pienso que los valores individuales y sociales también saldrán fortalecidos. Determinados valores cristianos y de otras religiones básicas de nuestra ciudad correspondientes a las Comunidades musulmana, hindú y hebrea, seguirán impulsando que el mundo sea más justo, más solidario, más equilibrado en el reparto de las riquezas y las diferencias sociales tenderán a disminuir. Recientemente diversas organizaciones cristianas, entre ellas la Juventud Obrera Cristiana han publicado un manifiesto donde se hace referencia, entre otros aspectos, al Principio básico de la humanidad: “las necesidades de los pobres deben tener preferencia sobre los deseos de los ricos; los derechos de los trabajadores, sobre el incremento de los beneficios” (Juan Pablo II, Toronto 1984).También ha hecho referencia el Sínodo de los obispos sobre la Nueva Evangelización, celebrado en octubre que ha expresado: “ Al mundo de la economía y del trabajo queremos recordar como de la luz del Evangelio surgen algunas llamadas urgentes: poner a la persona humana en el centro del desarrollo económico y pensar este mismo desarrollo como una ocasión de crecimiento de la humanidad en justicia y unidad”.

En cierta ocasión escuché a un político liberal expresar, en tiempos todavía cercanos a la transición, que la política debía ser la criada de la casa y no convertirla en el principal centro de interés. Sin embargo, si la política la convertimos en la criada de la casa ”expresión despectiva para las empleadas en domicilios”, pasarán a decidir sobre ella los “señores” que mandan en la propiedad.

En la época de la transición y en nuestro periodo democrático ha habido políticos y los hay en la actualidad, que se están dejando la piel por el pueblo. Se podrían mencionar a muchos, pero me voy a limitar a D. Adolfo Suárez , D. Felipe González, D. Manuel Fraga, D. Santiago Carrillo. También el grupo de los llamados “padres de la Constitución”. Por sus virtudes, valor y apoyo a la democracia, no quiero dejar de mencionar a un insigne representante de una institución, que ha tenido un gran papel en la consolidación democrática española: El Teniente General D. Manuel Gutiérrez Mellado, que estuvo ligado en su carrera militar a Ceuta y que fue un defensor indiscutible de una España más justa.

. Considero que después de la crisis, los políticos y la política habrán incrementado su importancia y el valor de su función en una sociedad democrática como la española. Las instituciones públicas y los representantes políticos de los ciudadanos deben estar en un plano superior al mundo de la especulación y de los mercados financieros Estoy convencido que la participación política de los ciudadanos aumentará, a la vez que serán más críticos y reflexivos en las decisiones que adopten cuando les corresponda participar, preocupándose más por conocer, proponer y analizar los programas políticos y exigiendo responsabilidades ante los incumplimientos y ante los políticos que se consideren una “casta” especial en vez de servidores públicos. Espero que la expresión “todos los políticos son iguales” haya sido olvidada.

Volviendo a los valores cristianos y los que representan las Comunidades; musulmana, hindú y hebrea, personalmente considero muy cercanos a las mismas, los valores que propugna la socialdemocracia, que pretende una sociedad más solidaria, más tolerante, con más justicia social, donde la paz sea algo real y permanente en el

mundo, defendiendo las conquistas del Estado de bienestar y donde el origen social, la discapacidad y la condición personal no sean motivo de discriminación. Que defiende el papel preponderante de la educación, la investigación y la ciencia. Que no se queda impasible ante las nuevas emigraciones que surgen y la fuga de cerebros como en la posguerra. Estas conquistas sociales deberán potenciarse y estar más reforzadas para cuando salgamos del túnel, donde no tengo dudas del importante papel que le corresponderá al Partido Socialista Respeto a todas las formaciones políticas y políticos que las representan y no olvido lo que decía un insigne socialista como el Profesor Tierno Galván “ la verdad la tenemos que construir entre todos”, y en esa línea me siento más identificado con los socialdemócratas, con políticos ceutíes que encarnan los valores del Partido Socialista en nuestra ciudad, como José Antonio Carracao y el equipo de militantes y simpatizantes que le acompañan en la consecución de objetivos ya mencionados.
 

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