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sociedad - DOMINGO, 2 DE DICIEMBRE DE 2012


obra de carlos rontomé. reproduccion.

estudio sociológico de carlos rontomé
 

Ceuta en situación de transición de europea a ciudad de identidad islámica en breve

Un tránsito que se inició con las nacionalizaciones de finales de los ochenta y ya es un proceso social imparable, según el estudio sociológico que se presentará el día 11 en la UNED
 

CEUTA
El Pueblo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El próximo día 11 la UNED acogerá la presentación de un estudio sociológico de Carlos Rontomé Romero, producto de sus tesis doctoral y convertido en un libro de 408 páginas donde se recogen unas conclusiones muy interesantes: la Ceuta actual es una ciudad en situación de transición desde el modelo de ciudad española del sur peninsular al de una ciudad de identidad islámica.

Según el análisis de este estudio sociológico este tránsito se inició con las nacionalizaciones de finales de los años ochenta y ya es un proceso social imparable. La creencia de que la conformación actual de la sociedad ceutí, la de la pervivencia en un mismo espacio de los dos grandes grupos étnicos-religiosos distintos no se ajusta a la realidad del proceso: el crecimiento de la minoría musulmana lleva aparejado el descenso de la población cristiana. No se trata de una sola cuestión cuantitativa, ya que en escasas décadas los cristianos serán minoría y los propios partidos de ciudadanos competirán por ajustar sus políticas a la nueva realidad. Las estrategia desarrolladas por los partidos musulmanes desde el año 1.995 destinadas a obtener para la minoria musulmana un reconocimiento como minoría nacional, utilizando para ello los instrumentos de la lengua árabe o los rasgos identitarios islámicos, han ido decayendo, al ser asumidas parte de sus reivindicaciones por el Partido Popular. Por ello, no serán necesarios partidos étnico-religiosos, ya que los partidos generalistas desarrollan sus programas.

Sin embargo, los bajos indicadores educacionales de los musulmanes ceutíes constituyen el principal escoyo para la viabilidad de la ciudad. Un factor que, unido al éxodo de la población no musulmana y de los individuos más capacitados mantendrán a la ciudad dentro de los niveles de pobreza y subsidiaridad actuales, e incluso es previsible -según el estudio al que hacemos referencia- una profundización de estos aspectos y de la necesidad de que la Administración sea su principal mantenedor económico.

Según el estudio sociológico al que nos venimos refieriendo de Carlos Rontomé, “la marroquinización de la ciudad no resulta un escenario probable pero sí su islamización, entiendo la primera como modificación de la identidad de la ciudad hasta asimilarse a la sociedad marroquí y la segunda como el predominio de la población musulmana y del islam en la vida pública. Tras la consecución del reconocimiento de las fiestas islámicas, los próximos pasos se encaminarán a la consecución de otros tipo de reconocimientos que terminaran por asentar la identidad islámica de la ciudad”.

Por ello el estudio, indica en sus conclusiones. “No será necesario activar algún tipo de ciudadanía diferenciada, si no una ciudadanía acorde con la nueva realidad socio-religiosa”. El futuro de Ceuta dependerá en gran medida de la actuación de las élites políticas y religiosas musulmanas. En este sentido resulta fundamental la penetración de corrientes rigoristas, especialmente el “tabligh”, que se han convertido gracias a su líder en la cabeza visible de la mayoritaria UCIDE. Pero también la actuación de las élites políticas pertenecientes al partido hegemónico de la ciudad, el Partido Popular, será determinante en la dinámica futura de la ciudad. Las estrategias adoptadas por estos para lograr un acercamiento al electorado musulmán se han basado en ocasiones en asumir las propuestas de los partidos de corte étnico-religioso. El multiculturalismo ha acabado penetrando en la sociedad ceutí hasta el punto de que los protagonistas de esta ya no son los individuos si no los grupos religiosos. El sistema partidista ceutí es buena prueba de ello, con partidos de ciudadanos y partidos de creyentes-.
 


La religión como elemento de división y confrontación

La religión no sólo mantiene su prevalencia en las relaciones sociales, sino que se convierte en el principal elemento de división y confrontación. En Ceuta los líderes religiosos, especialmente los islámicos poseen un predicamento y reciben una atención por parte de las élites políticas difícilmente observable en otras ciudades españolas. De hecho, cuando se produjeron conflictos sociales graves como la crisis ocasionada por una chirigota, las autoridades políticas acudieron a los imanes en busca de una solución, lo que les convirtió así en interlocutores válidos del conjunto de la población musulmana y les proporcionó un elevado peso social, en una dinámica que ha favorecido la visión de dos comunidades en conflicto. de manera que el individo ha perdido valor en esta nueva realidad social ceutí y su estatus depende de la identificación con su grupo étnico-religioso.
 


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