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OPINIÓN - SÁBADO, 8 DE DICIEMBRE DE 2012

 
OPINIÓN / COLABORACION

La mujer y los derechos humanos

Por Centro UNESCO de Ceuta


Los derechos humanos no pueden entenderse como una conquista acabada, ni como una realidad estática, sino que deben adaptarse a los problemas con los que se enfrentan las sociedades a lo largo de la historia para contribuir a darles solución.

En ese sentido, está claro que uno de los problemas fundamentales y permanentes que afectan a las sociedades es la resolución de los conflictos a través de la violencia. Desgraciadamente, todos los días en los medios de comunicación vemos como muchos seres humanos inocentes perecen a causa de intereses estratégicos, económicos y políticos para los cuales los derechos humanos sólo son un arma retórica con la que embellecer los discursos. Es cierto que todavía queda mucho para llegar a un mundo en paz, pero también lo es que existe un profundo y creciente rechazo de los ciudadanos de nuestras sociedades hacia la violencia.

La historia de los derechos humanos del siglo XX puede ser descrita como un proceso abierto hacia la no discriminación, rasgo presente en lo que llevamos de siglo XXI y que, nos acompañará a lo largo de éste. En este sentido, e independientemente de la permanencia de otros hitos, dos grandes ideas, que se corresponden con otros tantos procesos históricos de los derechos, han estado presentes y lo siguen estando. Por un lado la de la generalización, que pretende extender el disfrute de los derechos a personas y colectivos que no los tienen satisfechos; por otro la especificación, que pretende justificar la atribución de derechos específicos a personas y colectivos.

El reconocimiento de derechos a sujetos y colectivos concretos que se encuentran en situaciones especiales, implica una idea de igualdad material. La especificación se ha ido produciendo bien respecto al género (reconocimiento de diferencias específicas de la mujer respecto al hombre), respecto a la edad (derechos de la infancia, de la ancianidad), o respecto a ciertos estados de la existencia humana (derechos de los enfermos, incapacitados, etc...).

En relación con la cuestión del género este es uno de los principales exponentes históricos del proceso de generalización. Desde esta idea, cobra sentido en la actualidad la utilización de medidas que se desenvuelven tanto de la mano del principio de igualdad como no discriminación, cuanto del principio de igualdad como diferenciación positiva.

Si centramos nuestra atención en la situación de la mujer, no es exagerado afirmar que se trata de un colectivo en relación con el cual, de manera general, tanto el requisito de la satisfacción de las necesidades básicas cuanto, mucho más, el del igual valor o poder en la discusión pública, presentan indudables problemas. Se trata de dos cuestiones que están estrechamente relacionadas y que son consecuencia de una asignación histórica de papeles sociales asociados a una diferenciación por razón de sexo, caracterizado por la consideración de la mujer como un ser inferior, no capacitado para el desempeño de determinadas funciones, pero en cambio “naturalmente” capacitado para el desempeño de otras.

El diseño de una educación basada precisamente en los derechos humanos implica concienciar de la importancia de la dignidad humana y del igual valor de los seres humanos independientemente de su sexo tanto en la escuela, como en la familia como en el ámbito de los medios de comunicación. Obviamente este es un camino largo cuyos frutos no son inmediatos pero es el camino más seguro. La Convención sobre la Eliminación de todas las forma de Discriminación contra la mujer de 1979 señala la “necesidad de cambiar las actitudes, mediante la educación de los hombres y mujeres para que acepten la igualdad de derechos”. Esta educación en derechos humanos permitirá acabar con esa diferenciación de poder y con todo tipo de sexismo.

Otra de las cuestiones esenciales de la necesidad de especialización de los Derechos Humanos es la del tratamiento de la inmigración y con ello, la de los derechos de los inmigrantes. Aunque la inmigración no es un fenómeno reciente, es posible advertir cómo en la actualidad existen factores que han condicionado su tratamiento. La inmigración se ha convertido en una cuestión relevante para ciertos países desarrollados que, por otro lado, han sido los constructores de la idea de los derechos humanos como instrumentos que limitan al Poder. Esto ha provocado la búsqueda de una política que trate este fenómeno y que no traicione un modelo social presidido por los derechos.

Como viene siendo habitual desde hace varios años el Centro UNESCO de Ceuta intenta aportar su pequeño granito de arena conmemorando el día de los Derechos Humanos, con el objetivo de fomentar su conocimiento y participar en la difusión de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada el 10 de diciembre de 1948, esforzándonos en mantener su continuidad. En este año 2012 hemos intentando hacer algo distinto y dado que coincide en el tiempo con el proyecto que viene desarrollándose desde hace dos años, el Centro UNESCO de Ceuta dedicará la celebración de este día a los Derechos Humanos y la Mujer.

El proyecto denominado “Integradas y Diversificadas II, Historia de Mujeres”, en colaboración con el Centro Asesor de la Mujer perteneciente a la Consejería de Educación, Cultura y Mujer de la Ciudad Autónoma de Ceuta, finaliza hoy. A través de este proyecto se han realizado actuaciones especificas para el conocimiento de los Derechos Humanos como base para el resto de las actuaciones que han sido impartidas mediante talleres específicos para mujeres en colectivos de riesgo o desfavorecidos de nuestra ciudad, con el objetivo de desarrollar estrategias y dotar de las herramientas necesarias a la integración real de las mujeres.

Como resultado final de este proyecto se ha elaborado un libro al que hemos llamado “9 cuerdas” en el que se recogen historias reales de mujeres de hoy protagonistas de vidas y de su particular forma de superar retos y las dificultades para su integración en la sociedad ceutí. En él se hace un recorrido histórico sobre los logros obtenidos en relación con los Derechos Universales y se ha centrado sobre todo en el papel de la mujer en la sociedad, su papel fundamental en los procesos de Paz, la mujer inmigrante y la integración de la mujer en nuestra ciudad. Hemos intentado representar un nexo de unión entre todas las mujeres a través de la cuerda, dándole diversas interpretaciones como la cuerda que nos ata, la cuerda que nos ahoga pero al mismo tiempo la cuerda que nos permite amarrarnos unas a otras a la vida, que nos ayuda a formar una larga cadena para luchar juntas contra aquellas situaciones que nos lesionan derechos fundamentales. La cuerda está presente en todas las fotos que ilustran el trabajo y que han sido realizadas por otra mujer protagonista que ha participado voluntariamente en el proyecto. Gracias a todas.

Este libro es una aportación muy pequeña, pero estamos convencidos de que la paz y el respeto, como el resto de ideales que implican un cambio profundo en las relaciones sociales, también se construye con estas pequeñas contribuciones, como lo son las absolutamente necesarias acciones individuales que se realizan en la continua toma de decisiones con las que desarrollamos nuestros planes de vida.

La celebración de esta efeméride, el desarrollo y conclusiones del proyecto y la edición de este libro han coincido en un solo acto que tendrá lugar el próximo día 10 de diciembre de 2012, en la sede del Centro UNESCO de Ceuta, sita en el Muelle Cañonero Dato s/n a las 12 horas.

Este acto será posible gracias a la Consejería de Educación Cultura y Mujer de la Ciudad Autónoma de Ceuta que ha confiado en el Centro UNESCO de Ceuta y al esfuerzo de muchas personas anónimas que han estado trabajando con ilusión y sobre todo la parte más importante de esta publicación se la debemos a sus protagonistas, las mujeres que han participado voluntariamente en el proyecto como ya lo hicieron generosamente en otras actuaciones desarrolladas por el Centro UNESCO de Ceuta.

Ahora sólo nos queda agradecerle al lector de este libro, su interés y ánimo para que se una a la muy antigua lucha por la paz, que es uno de los principales desafíos a los que los derechos humanos se enfrentan en nuestros días.
 

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