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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 12 DE DICIEMBRE DE 2012

 
OPINIÓN / COLABORACION

¡Petróleo en Canarias!

Por Miguel Cámara


Yo tenía un amigo que decía que el trabajo dignifica, pero ensucia. Esto ocurre, incluso, con la extracción del petróleo, pero la satisfacción final, en todos los casos habidos, limpia con creces, y dignifica, cualquier mancha que se presente durante la realización del trabajo. He leído detenidamente lo que está ocurriendo con la noticia de la posibilidad de importantes bolsas de petróleo en Canarias, y se dice, por parte de algunos, que, en caso de vertidos, las costas canarias se verían seriamente afectadas. Muy cierto, pero en ese caso, como ya digo, se podrían limpiar siempre, y en poco tiempo; no hay destino turístico que haya sido afectado, ocasionalmente, por problemas del petróleo, o similares, que haya sucumbido en el mercado turístico.

No parece razón suficiente para rechazar tan importante negocio para el archipiélago. El Presidente del Gobierno Canario, contrario a la extracción del combustible, giró en su día una visita al Rey de Marruecos en la que el monarca alauí le aseguró que ese País no extraería el petroleo; puede que la conversación fuera más extensa y en términos de mayor relevancia, ya que actualmente Marruecos, que también tiene costas turísticas que proteger, ha manifestado que va a proceder a la extracción del crudo, tras los sondeos previos. Suena raro.

Será, por tanto, Marruecos quien explotará el negocio del petróleo en aguas, o subsuelo canario ¿Cual va a ser la diferencia? Ninguna, a excepción de que las manchas por los posibles vertidos y daños para las costas canarias, serán los mismos que antes, pero ahora lo tendrán que limpiar los canarios, y, por si fuera poco, los beneficios se los llevará, exclusivamente, Marruecos ¿Se opondrá el Gobierno Canario a esa explotación en aguas canarias que supone los mismos riesgos por los que rechazó explotar tan boyante negocio, sin participar ahora en beneficio alguno? Me refiero a beneficio para el pueblo ¿Por qué se opuso el Gobierno Canario a que fuera España el país que explotara ese negocio, y acepta, en cambio, que lo haga Marruecos? Pero, hay más; el subsuelo y las aguas donde se llevarán a cabo las prospecciones ¿Son todas marroquíes? Por supuesto que no.

Pero Marruecos se apropiará de todo el negocio ante la impasibilidad (¿Pactada?) de aquel Gobierno, actitud ésta en la que ya poseemos experiencia, pues vamos a asistir pronto a un dramático paralelismo entre las aguas canarias que se apropiará Marruecos, y las tres millas de aguas españolas en Gibraltar de las que se apropió Inglaterra, y nos prohíben pescar en ellas. Por el momento, Marruecos ya se ha puesto manos a la obra y ha autorizado en pocos días a cuatro empresas extranjeras (una de Dallas en Estados Unidos, y otras en Escocia, Australia y Portugal) interesadas en las prospecciones, como es lógico. Y más empresas se sumarán, si el resultado de los sondeos son positivos, que, de seguro, lo serán, pues desde tiempo atrás se sabe que la franja atlántica canarioafricana posee una importantísima reserva de crudo que Canarias se permite el lujo de despreciar.

El Presidente del Gobierno Canario debería rectificar, actitud ésta que se atribuye a los sabios. No hacerlo, sería peor. Se ha llegado a una curiosa paradoja: ¡Marruecos ha invitado a Canarias y a toda España a que participe e invierta en un negocio que se llevará a cabo en nuestra propiedad!

Por otro lado, también hay que tener en cuenta, que una de las ventajas que puede tener la Alianza de las Civilizaciones, fomentada por España (en lugar de priorizar asuntos trascendentales de gobierno) es el hecho de que, en ocasiones, ceder un negocio para favorecer al árabe, deber suponer beneficio para algún cristiano. Es de suponer que el Presidente del Gobierno Canario, simplemente por razón de su cargo, sabía que, si realmente hay petróleo en esas reservas, el crudo, más pronto que tarde, romperá la tierra y sus aguas para emerger a raudales con toda su fuerza a la superficie, rasgando los aires de forma imparable, llevándose por delante, incluso, a los que no estaban de acuerdo con su extracción.

Ni él, ni nadie, podrá evitarlo; y sólo se puede decir que será para bien del que tuvo la idea de no despreciar ese líquido, ya que el daño que pueda producir, es siempre subsanable, sólo que ahora, a los canarios les toca la segunda parte: el daño.

Siempre se ha dicho que si no se puede vencer al enemigo, hay que unirse a él; el daño, si se produce, ocurrirá siempre, con independencia de quien sea el que extraiga el crudo, pero nadie me negará que la empresa de Dallas, por ejemplo, y con todo respeto, no pondrá el mismo cuidado e interés que Canarias en no dañar el medio ambiente.

Por eso, las dificultades, los daños y los enemigos, en ocasiones, es preferible tenerlos dentro de casa. Hay cosas peores, como es el daño que ya se ha hecho al pueblo canario oponiéndose a la extracción, daño muy superior al que, jamás, podría causar el petróleo. Y, si no, al tiempo.
 

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