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OPINIÓN - VIERNES, 4 DE ENERO DE 2013

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
opinion
@elpueblodeceuta.com
 

Año nuevo, vida nueva. Esto no es más que una frase hecha que no significa nada de nada y mucho menos en esta democracia que estamos viviendo, a la que desde el inicio de la misma arribaron a ella una mayoría de advenedizos que no teína ni la más remota idea de lo que es y significa ser políticos. La mayoría una mediocridad de personajillos, cuyo único interés en subirse al carro del poder era comprobar qué podían conseguir en su propio beneficio. Así nos crece el pelo.

Esta mayoría de ineptos, politiquillos del tres al curto, han hecho de la democracia su “modus vivendis”, importándoles un bledo lo que le pueda ocurrir al pueblo. Trincones, mangantes, ponedores del cazo por el asunto de las comisiones, han formado auténticas familias a la que no hay modo alguno de quitarles el sillón que ocupan, manteniéndose en él años tras años, y cuando han de dejarlo, enseguida se le buscan unos puestos donde van a seguir ganando una pasta gansa, sin dar un palo al agua.

Y los más curioso de todo esto es que, cada día, aparecen en los medios de comunicación nombres de los mangantes y trincones que se lo están llevando calentito sin que les pase nada. Para ellos, para toda esta camada de politiquillos de medio pelo, que forman los trincones y mangantes, es para los que la democracia les ha venido como anillo al dedo.

Pero el pueblo tranquillo, que nada les pasará a toda esta fauna por mucho que trinquen, ninguno de ellos darán con sus huesos en la cárcel, que es donde deberían ir a parar y, de esa forma, con todos estos en la cárcel, el pueblo empezaría creer más en la democracia

y sobre todo en la clase política, que ocupa el tercer lugar en el problema de los españoles, que contemplamos con asombro como ninguno de estos trincones van a la trena y siguen sus vidas con buenos coches, extraordinarias casas y el dinero a buen recaudo en algún que otro paraíso fiscal.

Por supuesto que por el bien de todos los españoles, no son todos los políticos los que pertenecen a esta fauna de politiquillos del tres al cuarto, los hay honrados a carta cabal y trabajando por el bien de todos los españoles.

Pero mientras todos los trincones sigan en sus puestos, engordando sus bolsillos, la clase política seguirá siendo el tercer problema de los españoles.

Unos españoles a los que, esta fauna de trincones y mangantes, consideran que somos tontos con balcón a la calle, aborregados y que les digan lo que les digan, se lo creen todo.

Según estos listillos, nos creemos la defensa que hacen de la sanidad pública, mientas ellos van a la sanidad privada. Nos creemos la defensa que hacen de los de los colegíos públicos, mientras ellos llevan a sus hijos a colegios privados o a estudiar al extranjero. Y como sigan comiéndonos el coco, tengo la completa seguridad, que terminamos creyendo que los burros vuelan.

Para toda esta fauna de politiquillos de trincones, sin duda alguna, la democracia no es, como dijo aquel, el menos malo de los sistemas, es el mejor de los sistemas del mundo mundial, para llenarse los bolsillos sin que les pase nada. ¿O no?
 

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