PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - MIÉRCOLES, 9 DE ENERO DE 2013

 

OPINIÓN / EL OASIS

Tontos con pedigrí
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Si consigues que todos los tontos estén de tu parte, aunque en lo que haces estés cometiendo yerros constantes, podrás conseguir que se acallen las voces de quienes se te oponen y hasta de los cobardes que dicen lo contrario para que no les zurren la badana. Y, por encima de todo, conseguirás que hasta tus eructos sean tenidos por gloria bendita.

Cuando hablo de tontos, hablo de todos los que un día decidieron que un chaval de Móstoles había recibido una unción celestial a fin de convertirse en el mejor portero del mundo. Desde el momento que lo vieron, les pasó como a aquel Papa, de cuyo nombre no me acuerdo, que, en viendo a un niño rubito, rubito, rubito, se impresionó tanto que exclamó a voz en cuello: ¡Es un ángel…!

Los tontos, a los que me refiero, escribían y siguen escribiendo en periódicos y hablan en radios y televisiones; son, pues, tontos con una enorme capacidad de hacer proselitismo de cuanto deseen repitiendo mentiras a cada paso. Y sobre todo, como decía un portero español, afincado en el Arsenal, durante varias temporadas: Si a mí me destacasen solamente los aciertos y me perdonaran los fallos sería, sin duda alguna, el mejor portero del mundo.

El mejor portero del mundo estuvo varias temporadas viviendo de dos despejes con los pies en una final de una Copa de Europa a la que nos llevó César parando lo indecible en todos los partidos. El mejor portero del mundo era la cruz de Fernando Hierro y de Vicente del Bosque. Quien, por cierto, lo relegó a la suplencia porque era un ‘cantante’ de lujo en los balones por alto y porque Hierro estaba hasta los mismísimos de tener que sacar de puerta porque el niño de Móstoles no sabía golpear el balón.

El mejor portero del mundo sigue, al cabo de muchas temporadas, fallando en los balones por alto y entregando con sus saques el balón a los futbolistas adversarios. Sería absurdo negarle que hubiera un momento de su vida deportiva en el cual los reflejos, agilidad e intuición hicieron posible varias paradas decisivas, acompañadas de la diosa Fortuna, que acabaron en triunfos sonados. Lo cual, tras reconocerlo, conviene olvidarse de ellos y afrontar la realidad: su mediocridad como portero se ha acrecentado y está viviendo del recuerdo y de que en cualquier momento le pegue un balón en el pecho o un contrario le haga parar un penalti, mal tirado. Escaso bagaje para ocupar un puesto de tantas dificultades y en tan grandísimo equipo: el Real Madrid.

El mejor portero del mundo se ha convertido en un hombre anuncio; mejor dicho, lleva siendo un hombre anuncio desde hace ya la tira de tiempo y genera mucho dinero. Cuenta, además, con la sapiencia de un agente artístico que todo lo que toca lo convierte en oro. Y premia más que bien a los tontos que escriben en los más importantes periódicos y comunican en las más importantes emisoras de radio y cadenas de televisión. A tales tontos, antes se les llamaban sobrecogedores. Y, claro está, que Casillas no juegue significa que se les acaba el chollo y que, de la noche a la mañana, se quedan sin poder exhibir el poder que se arrogan con sus opiniones.

Lo que ellos no esperaban, es decir, los sobrecogedores, que son tontos con pedigrí, es que José Mourinho, harto ya de tragar la quina de la mentira diaria, dijera ¡basta ya!... Y yo me lo estoy pasando bomba: pues ya era hora de que un entrenador le dijera a Relaño, director del Diario As: aquí la meada más larga es la mía…
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto