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“Se ha estudiado privatizar varios servicios del Hospital”,
reconoció ayer en rueda de prensa el director territorial
del Ingesa, Fernando Pérez-Padilla. Estos servicios son la
lavandería y, “más a fondo”, la cocina. “Ya se lo hemos
comunicado a los sindicatos”, apuntó el director
territorial, quien explicó que el menú que se servía era “de
una calidad muy baja, mientras que su coste era muy alto”.
Por ello, la Dirección habló con el personal de cocina que
subsanó esta desigualdad, y para demostrarlo, “ahora, todos
los días, se le sube a la directora de Gestión un plato de
comida para que lo pruebe”. Pese a que “se ha mejorado
mucho”, el plato “sigue saliendo muy caro” y “la competencia
es la mejor herramienta para abaratar costes”.
“Probablemente la empresa privada ofrecerá una cantidad
mejor, pero no obstante -añade Pérez-Padilla-, el personal
fijo e interino no se verá afectado, sino que se le ofrecerá
o cambiar de puesto de trabajo o subrogar”. En cualquier
caso, esta decisión no compete a la Dirección Territorial,
sino los Servicios Generales, según apuntó Pérez-Padilla.
“Nosotros sólo haremos un informe diciendo qué queremos
hacer”, apunta, y añade: “Estamos gestionando dinero público
y a veces hay que tomar decisiones impopulares por el bien
del usuario”.
Al mismo tiempo que Pérez-Padilla hacía estas declaraciones,
la directora de Gestión, Blanca Parra, celebraba una mesa
técnica sobre el servicio de lavandería -y no de cocina como
por error informó este medio ayer, la de cocina será el día
30- con los sindicatos, a los que les pedía “paciencia” ante
los problemas que estos señalaban. Entre las deficiencias
que apuntan los sindicatos está “la falta de climatización y
que hay maquinaria que no funciona”.
Urgencias Pediátricas
Pérez-Padilla también respondió a las críticas de CCOO
acerca de que se fueran a cerrar las urgencias pediátricas.
“Las urgencias pediátricas como tal nunca han existido, sólo
era un box dentro del servicio de urgencias”, defendió
Pérez-Padilla, quien recordó como aquella inauguración fue
una de sus primeras apariciones como director territorial.
En aquella ocasión, Pérez-Padilla lo definió como un “área
funcional de Urgencias con material y personal más
especializado”. Cuando las urgencias pediátricas se
inauguraron el 8 de febrero de 2012, se presentaron -tal
como puede comprobarse en la edición de EL PUEBLO del 9 de
febrero- como un equipamiento que incluía consulta, sala de
espera, box de exploración y sala de observación.
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