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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 6 DE FEBRERO DE 2013

 
OPINIÓN / COLABORACION / YO, ANTISISTEMA

Plan de Ceuta o la última versión Marshall

Por Tato Ferrer


Jueves por la mañana. La convocatoria se produce a diferentes horas, por error de coordinación. Se trata de un Seminario Inicial de Prevención de Riegos Laborales, una charla sobre primeros auxilios, y, por último, la intervención de un representante de la Delegación del Gobierno. Los destinatarios son trabajadores del actual Plan de Empleo. Versión especial y local Marshall. La asistencia es total.

Jueves por la mañana. Enero toca a fin de calendario. El tiempo de viento y fuerte lluvia invita, en la imaginación, a buscar refugio en una casa con chimenea y buena pelìcula. En la sala del edificio, bonito y cuidado al máximo en sus instalaciones, de la Mutua de Manzanera, donde tiene lugar el desarrollo de la jornada, una de las trabajadoras del Plan, asistenta al curso, sufre un mareo, en el mismo momento en el que la enfermera Sara imparte su clase de primeros auxilios. La enfermera, simpática en sus ademánes y forma de expresarse, firme en su opinión de erradicar los métodos tradicionales de los auxilios caseros, apostando decididamente por la conveniencia de acudir siempre al 112, se ve, para su sorpresa, ante un caso práctico cuando desarrolla teoría con el apoyo de un video de Cruz Roja.El calor ambiental está cargado y abren una puerta para que entre el aire fresco. Un alívio.

Tres técnicas de la Ciudad en materia de Prevención de Riegos Laborales, son las encargadas de comenzar el acto. Desarrollan, con apoyos de gráficos y paneles, los asuntos más relevantes en la materia. A continuación, interviene la enfermera que da un curso de primeros auxilios. Por último, un representante de la Delegación del Gobierno, que se da a conocer con el nombre de Julio, explica asuntos relativos a la contratación: número de horas a trabajar, vacaciones, condiciones para faltar al trabajo con los oportunos justificantes y permisos especiales, duración de la relación laboral, tipo de contrato, etéctera.

Si fuera del salón de actos donde tenía lugar la jornada, llovía con fuerza, dentro del recinto, los asintentes al curso, esperaban impacientes el momento Julio( que iba a hablar en enero), como agua de mayo. La razón para tal ansiedad no era otra que la anunciada, a primera hora, por parte de las técnicas de Prevención, de que Julio iba a ser la persona encargada para ofrecer datos sobre el día o fecha en la que se iba a poder cobrar.

A la totalidad de los asistentes a éste curso de formación interesaba, a unos más que a otros, lo desarrollado a lo largo de la jornada, por las técnicas de Prevención y la enfermera, de forma fácil, amena, y profesional, al mismo tiempo. Ahora bien, a todos interesaba de manera puntual y preocupaba el dato del cobro. De ahí que cuando Julio llegara a éste punto y señalara que “por motivos presupuestarios y administrativos” no se iba a cobrar hasta finales de febrero( la relación laboral comenzó el 28 de diciembre del 2012) el mal tiempo reinante en el exterior, se coló en los corazones de los asistentes.Pareció entonces que se estaba en plena calle recibiendo la grata noticia.

El representante de la Delegación, de nombre Julio, cumplió con su cometido de mensajero, y, como queriendo dar una solución, aportó la siguiente:” ustedes pueden ir a sus bancos”. Que la dilación en las fechas sobre la aparición del presente Plan de Empleo, es un hecho constratable, es algo que está ahí. Desde el pasado mes de junio del año pasado, se ha estado hablando de echar a andar el mismo. Iba a ser de la Delegación. Iba a ser de la Ciudad. Iba a ser de la Delegación con la Ciudad. Iba a ser de 6 meses. Iba a ser de 9 meses. Mientras tanto, el tempus fugit. La tardanza ocupó lugar destacado en los hogares de los ceutíes, necesitados de buscar la vida.

Y el balón de oxígeno, la tabla de salvación, el pan para hoy y hambre para mañana, pasaba de mano en mano, a la espera de que, finalmente, se pusieran de acuerdo de una vez.

Claro que, un tema relacionado con los parados, tampoco tiene porque ser un asunto tratado con máxima urgencia. Los parados pueden esperar. Seguir sumando sus miserias. Es la población débil. Son muchos pero todavía no han sabido, no han logrado, unir sus millones de lágrimas y desesperación, en torno a un líder. Son carne de cañon para tiempos de campaña electoral. Materia prima para usar antes de llegar a Moncloa. Sea el presidente dirección a la derecha, o a la izquierda, según digan.

Finalmente, la UPD se suprimió . La Ciudad cogió las riendas de la gestión y colaboró con la Delegación. El presupuesto de la partida viene de Madrid. Se ignora, al menos éste periodista no lo conoce, si la causa del retraso de la partida económica, es debida a la ausencia de comunicación vía helicópteros.

Hay traslado de personal y enseres desde Ceuta Center. En el edificio de la televisión española local (!será por televisiones!), con su enorme letrero,las colas de candidatos a firmar los contratos del Plan de Empleo, durante el pasado diciembre, pudieron invitar, al correcto e impecable Jesús, a pedir un milagro para que la organización no se desmadrase y las avalanchas de candidatos no terminaran con la paciencia de unos y otros. O a solicitar un balón con el que poder organizar encuentros amistosos de fútbol en el campo que se vislumbra tras las ventanas. Algo así como trabajadores, por un corto espacio de tiempo, contra los que trabajan merced a ese drama social. Como policias y ladrones. Como fábricas de armas y guerras. Es el 54, pero ya no está el bar 54.

Harían bien los máximos responsables del área de Empleo de la Ciudad, en cuidar, mimar, a Jesús. Funcionarios como él es, precisamente, los que precisan de su trato la gente humilde que alegran sus vidas familiares con un jornal con el que poder aliviar las necesidades más elementales . Jesús es alguien que conoce y reconoce a las personas, tanto si, en un momento dado, forman parte de una gran empresa, como si la situación personal y profesional de las mismas, por circunstancias, es de debilidad o precaria. Es lo llamado, popular y sabiamente, como gente con calidad humana.

En Ceuta, más de 1000 parados estaban a punto de cambiar la mala racha. Locos de alegría. Por fín, algo que llevar a casa. En esos momentos de júbilo, nadie se paró a pensar , ni por un momento, que dentro de 6 meses, de nuevo, la situación sería la que era. En los rostros de los afortunados a estampar sus firmas, se observa que la medida de inyectar dineros públicos con fines tan oportunos, es uno de los caminos orientados para salir de la crisis que, en absoluto, es achacable a la gente humilde. En sus manos, nunca estuvo la gestión ni la posibilidad de arruinar el país a base de golpes bajos reservados para los que ostentan parcelas de poder.

Más de 1000 parados ceutíes, mayores de 30 años, desde el 28 de diciembre, por plazo de 6 meses, han sido dados de alta en la seguridad social. Son útiles pese a la inestabilidad de sus contratos. Tener trabajo bajo la espada de Dámocles como condena, es como para que, encima, se pueda exigir peras al olmo. Se recibe un sueldo justo, con nómina, y seguridad social. Ahora bien, el carácter de transitoriedad, esos 6 meses, dan alas al traste con el optimismo inicial. Aquellos que en Ceuta disfrutan de buenas nóminas y son personal fijo, si son susceptibles de exigencias laborales. Ahora se dice que los trabajadores del presente Plan, que vienen trabajando desde el 28 de diciembre, a lo mejor reciben algo de su dinero, parte de lo que les corresponde, el 10 o 12 de febrero, en lugar de a finales del presente mes, como se les anunció.

Alguien debe estar en Ceuta lo suficientemente aburrido como para haber tenido tiempo como para ponerse a pensar y reparar en la situación desesperada de los componentes del plan. Claro que queda consuelo en esa idea o teoría, según la cual ,se debe acudir a los bancos a intentar corregir el estado de penas. Así, pues, que vayan abriendo las entidades financieras locales sus puertas de par en par. A ser posible, también sus brazos.

Eso sí, atención extrema para que los flamantes trabajadores, que son como velas que se consumen o apagan en su corto límite de tiempo, no vayan a ser recibidos también, con abrazos preferentes.

En la Caixa, de la Gran Vía, está el madrileño Álvaro. Con color de pelo Van Gogh, comparte uno de los apellidos, aunque en orden distinto, con mi querido padre Joaquín.Cual niño grande me voy con intención de gastarle bromas y poco más. De pedir dinero, el mínimo justo, que es mucho decir. Pero, si no me llega a dar ni tan siquiera las gracias por la visita a la entidad, le podré amenazar con el argumento de irme con mi cuenta, que no es corriente, sino que está ya que echa chispa, a esa nueva creación,a ese nuevo invento, llamado “banco malo”. Será mi particular venganza. A lo pobre, claro. En consonancia, pues.

Por cierto, ¿qué quiere decir “banco malo”? ¿Qué lo que existe como módelo de bancos y cajas, era y es... “lo bueno”?
 

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