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					Recientemente hemos asistido al debate sobre el Estado de la 
					Nación. Como todo debate es un hecho positivo. Otra cuestión 
					es, si lo que se dilucida, nos puede parecer aceptable o no. 
					La situación actual es muy grave y los problemas económicos 
					se están llevando por delante muchas víctimas, que han 
					sufrido o están padeciendo graves dificultades personales, 
					familiares, psicológicas y desgraciadamente en algunos casos 
					costándoles la vida 
					 
					No es mi objetivo presentar un panorama negro, 
					catastrofista, quiero terminar este artículo con esperanza y 
					pensando que al final del túnel veremos la luz, pero tampoco 
					quiero obviar algunas cuestiones graves y serias que a mi 
					modo de entender son evidentes. Creo que en estos momentos 
					nos encontramos bastante peor que hace un año. Los empleados 
					a tiempo completo se redujeron en casi un millón de personas 
					en 2012. La deuda pública ha aumentado. Treinta y tres mil 
					empresas han cerrado. Ocho millones de pensionistas deben 
					contribuir por sus medicamentos. Actualmente España es uno 
					de los países de la Unión Europea con más desigualdad. 
					Podríamos seguir hablando de los desahucios, las bolsas de 
					pobreza… El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, 
					presentó las nuevas perspectivas económicas, que 
					desgraciadamente rebajan las perspectivas más optimistas del 
					Gobierno: Caída de la economía un 1,4% este año, mientras el 
					próximo sólo subirá 0,8%. Incremento del paro que puede 
					llegar al 27%. El déficit público puede incrementarse en 
					2014 al -7,2%. 
					 
					Según el Sr. Rajoy, la culpa de lo que sucede la tiene el 
					anterior Gobierno. En la última campaña electoral, el actual 
					Presidente indicó que gobernaría como Dios manda, que 
					estando él de Presidente, los problemas del país se 
					resolverían. La realidad no le da la razón sobre sus 
					promesas electorales. Quién ha trabajado intensamente en 
					tomar medidas y colaborar para salir de la crisis, ha sido 
					el esforzado ciudadano, que con las subidas del IVA, IRPF, 
					los recortes salariales, también en educación, sanidad, 
					servicios sociales, la reforma laboral… es el que se está 
					sacrificando, soportando la cruda y diaria realidad para 
					levantar el país. El Sr. Rajoy admite que no ha cumplido con 
					su programa, pero las medidas que ha adoptado, hasta ahora, 
					demuestran muy escasamente lo positivo de nuestra situación 
					y para mi modo de entender, el futuro no parece demasiado 
					atractivo con sus planteamientos, como ya sucedió en la 
					campaña electoral, y que conste que preferiría equivocarme, 
					por el bien de los ciudadanos; aunque no pongo en duda su 
					legitimidad democrática. 
					 
					A pesar de lo anterior, valoraré algunos aspectos que 
					mencionó y que creo positivos: El Gobierno no puede tener un 
					minuto de sosiego,- pero espero que no entre en su actividad 
					hacer más recortes.- La disminución de la deuda externa, - 
					donde también ha influido que podemos adquirir menos 
					productos-. Se nos ha anunciado una serie de medidas para 
					dinamizar el empleo. Espero que en su aplicación los 
					resultados sean positivos, por el bien de los ciudadanos. 
					Plantea un gran acuerdo sobre corrupción, aunque será más 
					creíble si anteriormente adopta las medidas contundentes en 
					su partido y con algún miembro de su Gobierno, para que no 
					ofrezca ninguna duda el caso Gürtel-Bárcenas. Finalmente me 
					parece bien que piense sobre la Constitución, contemplando 
					el poder estar abierta a la reforma. 
					 
					Respecto al principal partido de la oposición, pienso que 
					los errores que pudo cometer ya los pagó en las pasadas 
					elecciones generales. El Sr. Rubalcaba ha demostrado en 
					todas sus responsabilidades políticas e instituciones, que 
					es un modelo de persona y político honesto, íntegro, 
					competente y trabajador, siendo el PSOE la principal 
					alternativa de la oposición. Quiero señalar algunas de sus 
					propuestas que ya presentó en un documento y que me parecen 
					relevantes: Priorizar el crecimiento, permitir flexibilidad 
					del déficit, combatir los paraísos fiscales. Que fluya el 
					crédito. Reformas fiscales más equilibradas. Veinte mil 
					millones para las PYMES. Mejorar la competitividad en las 
					empresas. De los diez mil millones recaudados del fraude 
					fiscal, dedicar la mitad por ley a combatir el desempleo, 
					que las ayudas a las empresas aumenten para evitar el 
					despido, garantizar un Sistema Nacional de Salud Universal. 
					Crear un fondo contra la pobreza. En definitiva propugna una 
					rectificación económica del Gobierno, incluyendo la Reforma 
					Laboral. Mejorar el acercamiento y la participación de los 
					ciudadanos con la Reforma del Sistema Electoral. Respecto a 
					la corrupción, adopción de medidas con carácter retroactivo, 
					prevención, protagonismo de la Audiencia y creación de una 
					comisión independiente. 
					 
					Hay que dar pasos hacia adelante. Como siempre menciono, la 
					importancia de la confluencia en aquellos temas que la 
					posibiliten, y como decía en una entrevista el catedrático y 
					ministro de educación en el primer gobierno socialista, José 
					Mª Maravall,”es necesario atreverse a hacer más democracia”. 
					Frase que pronunció el Canciller Socialdemócrata alemán, 
					Willy Brandt, que junto con Felipe González representaron 
					una corriente de renovación en Europa y en la 
					socialdemocracia internacional.  
					 
					En esta línea me parece muy importante el planteamiento del 
					presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, José Antonio 
					Griñán, quien ha expresado la necesidad de acompañar a las 
					propuestas de los programas electorales de una memoria 
					económica donde se detallara de dónde se iba a obtener la 
					financiación. Habló también de la transparencia y de la 
					desafección de la política entre los ciudadanos. Resaltando 
					que existe el problema de hacer programas que no se cumplen 
					y decir cosas que no se llevan a efecto. 
					 
					La democracia, con todos sus recursos, tiene que vencer a la 
					crisis económica, a los problemas de corrupción y tiene que 
					hacer prevalecer la transparencia en la vida política, para 
					que los ciudadanos se sientan más partícipes y se consideren 
					los auténticos y máximos protagonistas en la pirámide de la 
					vida pública y política de nuestro país, donde sus 
					servidores son los representantes políticos. 
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