PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - VIERNES, 1 DE MARZO DE 2013

 
OPINIÓN / EL OTRO PLENO

El comodín del público

Por Alejandro S.


Un Pleno da para mucho. Tenemos unas señorías sentadas en esos escaños que da gozo escuchar cuando se ponen en sentido metafórico con sus mejores discursos, esgrimiendo a través de la palabra sus mejores dotes en el uso de eufemismos, sarcasmos y chascarrillos. Hasta tal punto, que no tienen precio y nos hacen sonreir para olvidarnos, aunque solo sea por unos instantes, de algún que otro farragoso discurso, a veces insufrible. En la sesión parlamentaria de ayer, el primer punto del orden del día, sobre la aprobación definitiva de la Cuenta General del ejercicio 2011, Juan Luis Aróstegui estuvo “sembrao” haciendo gala de su peculiar sentido del humor y reconocida facilidad de palabra. Acusó al Gobierno de “falsear la contabilidad” cuando hablan de superavit pero en unos términos que el hombre de la calle no entendería nunca. Criticó al Interventor, personaje que despierta pocas simpatías, especialmente entre los proveedores de la Ciudad por el “atasco” que provoca con las facturas, pero también señaló Aróstegui, que el Gobierno se escuda en los funcionarios para excusarse.

Guillermo Martínez le replicó: “Usted está por encima del bien y del mal y de los funcionarios”. Y como Aróstegui les dijo que “corrigieran las faltas de ortografia” antes de presentar documentos, Martínez se picó y le respondió que “a partir de ahora haremos caligrafía en los Servicios de Intervención”. Claro que, una cosa es la ortografía y otra, la caligrafía, hermano.

Estas respuestas para Aróstegui era un ejercicio de “funambulismo con la información, con los datos”, un ejercicio que el diputado de Caballas les criticó, llegando a recurrir a un tema de actualidad: la renuncia del Papa, ayer culminada y mencionada por Aróstegui: “Infalible no hay nadie, ni el Papa. Los Servicios de Intervención meten la pata y cuando hacen las cosas mal, lo hacen”, apostilló. Después siguió con sus diatribas: Los Servicios de Intervención no pueden contabilizar las facturas en los cajones”. Y se refirió, al hoy diputado, Francisco Márquez de la Rubia para recordar que también hablaba de superavit en la Ciudad Atótónoma cuando era consejero de Hacienda: “El abstracto concejal Márquez”, le llamó Aróstegui. Y dijo: “las facturas en los cajones, en las bolsas de plástico o en el maletero del coche, no estaban contabilizadas”. Atribuyó al Gobierno una argucia: “Cuando no tienen recursos recurren al comodín del público, apoyándose en resultados electorales y éstos, no convierten a un tonto en listo ni una mentira en una verdad. Y cuando mienten, lo hacen independientemente de que les voten más o menos ciudadanos”.

En este ámbito económico Carracao tambien dijo: “Pondremos un epitafio. La mataron (a la Ciudad) pero qué bonita estaba en el entierro”, aludiendo a las facturas impagadas y a la mejora de la imagen de Ceuta, por las deudas contraidas.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto