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El Ceuta se encuentra, por enésima vez esta temporada, ante
una nueva situación que atenta claramente contra sus
derechos. Una vez más, y después de que se perdiese allá por
el mes de diciembre la cuenta de los graves perjuicios
provocados directamente por los organismos Federativos
(ganando por goleada los causados por la Federación de
Fútbol de Ceuta), el club tiene ante sí una de las
situaciones más complicadas e incomprensibles de toda la
temporada.
Y es que, a pesar de que llegase al equipo al inicio de la
temporada y de que la Federación de Marruecos aprobase su
ficha un ya lejano 5 de noviembre, el equipo sigue sin poder
contar con los servicios de Said. En este caso es la Real
Federación Española de Fútbol, apoyada por la Federación de
Fútbol de Ceuta con su claro silencio, la que está
provocando una grave situación de perjuicio que va no sólo
contra los intereses del equipo, que sigue sin poder contar
con el marroquí, sino contra el propio jugador, a quién está
frenando en seco su progresión.
Nada menos que siete meses después de que diese comienzo la
temporada, el Ceuta sigue acrecentando su larga lista de
‘casualidades’ que le han acompañado desde la pretemporada.
Sin embargo, llega un momento, por estadística pura, que las
casualidades dejan de ser tal, sobre todo si se parte de la
base que, casi todas ellas (por no decir el ciento por
ciento) provienen de un mismo organismo federativo que sólo
le queda por decir a viva voz y ante todo el pueblo ceutí
que no quiere al primer equipo de la ciudad.
Los hechos hablan por sí solos, y los silencios también. Un
silencio por parte de la FFC con el que el máximo organismo
del fútbol ceutí comprueba como cada día se perjudica
directamente al que es su mayor y más destacado
representante.
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OPINIÓN
