| 
					Entre nubes y claros, pero siempre con esa luz tan 
					característica de su paisaje la capital del Rif, Alhucemas, 
					celebró estos días su primer festival amazigh o beréber, si 
					prefieren mantener la denominación tradicional.
 Con algo de retraso pues estaba planteado para primeros de 
					enero y con una programación sensiblemente recortada, la 
					asociación Rif Siglo XXI liderada por Yassin Errahmouni 
					logró poner en pie y llevar a buen término una semana de 
					actividades, tanto teóricas como prácticas que tuvieron una 
					constante y fluída asistencia durante la misma.
 
 Tras la apertura del festival el lunes 4 por el presidente 
					del Consejo Regional, Mohamed Boudra (no dejó de ser 
					llamativa la ausencia de otras autoridades), intervinieron 
					el poeta e investigador Mohamed Asouik seguido de Karima 
					Bouallal, profesora de la universidad de Nador (ciudad muy 
					próxima a Melilla) que disertó sobre “Magia y Superstición 
					en la cultura popular del Rif”. El martes por la tarde el 
					grupo de teatro “Ajial” (Generación) presentó una obra que 
					fue seguida con gran expectación por un público 
					predominantemente jóven, mientras que el miércoles le tocó 
					el turno a la lengua amazigh. Didáctico y polémico con un 
					punto pasional, implicado emocionalmente en la materia a la 
					vez que profundo conocedor de la misma, el investigador 
					Hussein El Idrissi, profesor de la universidad de Oujda, 
					abordó este espinoso tema con un interrogante ya planteado 
					en el titular: “¿Qué hay después de la lengua amazigh en la 
					Constitución marroquí?”. El jueves fue un día intenso, 
					alternando la teoría con la práctica. Un abigarradao 
					microbús trasladó a los participantes a la histórica cala de 
					Badis (a unos 40 kms. de Alhucemas), con ascensión a la 
					antigua fortificación de “Cuatro Torres de Alcalá” donde 
					tras una didáctica exposición tuvo lugar un animado 
					coloquio. Al día siguiente por la mañana y en el moderno 
					salón de actos del Consejo Regional los profesores y 
					responsables del patrimonio, Hassan Hernan, Mohamed El 
					Azzouzi y Mohamed Chadli, ilustraron a los presentes con 
					unos talleres de formación en los que pasaron revista a 
					técnicas habituales de trabajo ilustradas con numerosos 
					ejemplos, mientras que por la tarde y con motivo del Día 
					Internacional de la Mujer, la organización previó el pase de 
					una película documental. El sábado, finalmente, fue un día 
					de animación, música y folklore rifeño, interviniendo el 
					humorista “Bouziane”, el artista y poeta Bilal Waalasse y 
					los conjuntos musicales Numidia, Agraf y Kawad Bellaali, que 
					fueron jaleados una y otra vez por un público asistente. A 
					la vez, en la entrada al Consejo diferentes artistas y 
					cooperativas presentaron sus obras, pudiendo citarse los 
					mosaicos de Mohamed Tarhouchi, las esculturas de Abdelhalim 
					Sammar, una exposición de libros editados por el Instituto 
					Real de la Cultura Amazigh (IRCAM) y diferentes objetos de 
					orfebrería y monedas antiguas (la mayoría españolas, usadas 
					como decoración) y diferentes obras de artesanía y telares a 
					cargo de las cooperativas de mujeres de Alhucemas y su 
					comarca, como “Almoltaka”, “Taziri”, “Souani” y “Ait Hicham”.
 
 Sin duda un importante precedente en la región pero que, a 
					la vez, les supo a poco a los asistentes. Con todo y como 
					dice un tradicional refrán del país, “es mejor que nada”.
 
 Con una alegría contenida y moderadamente satisfecho, el 
					público asistente se interrogaba sobre la cicatería en los 
					apoyos oficiales, extraño cuando el hecho amazigh o beréber 
					está hoy plenamente sancionado por la nueva Constitución 
					marroquí además de apoyado por el Rey.
 
 | 
						
                  | Alhucemas y el Rif, una tierra de acusada personalidad
 El aire de Alhucemas y por 
					extensión del Rif, es doblemente diferente al del resto del 
					Reino de Marruecos: tanto en lo puramente físico, el mar 
					azul, las agrestes montañas, la intensa luminosidad... como 
					en lo administrativo. Se intuye primero y se percibe después 
					un claro hecho diferencial. En todo. También en lo histórico 
					y político. Si el Marruecos de hoy día, en plena mutación 
					bajo el impulso del joven soberano Mohamed VI es sin duda un 
					país amable y acogedor pero de sesgo policial, en Alhucemas 
					estas diferencias son más acusadas tanto para propios (los 
					nativos rifeños en particular) como para extraños. Al final 
					no pasa nada, pero la sensación de control es para todos 
					omnipresente. ¿Hay razones para ello.....? 
 En la foto de la izquierda, perspectiva de la ciudad de 
					Alhucemas (la antigua Villa Sanjurjo del Protectorado 
					español) sobre el acantilado de la cala y playa de Quemado.
 
 |