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					El presente y el futuro de nuestros niños, de la juventud 
					ceutí, así como la del resto del país, debe ser una de las 
					prioridades básicas del estado de bienestar y más en 
					concreto en la atención educativa que reciben. La educación 
					no puede quedar fagocitada por la situación económica. 
					Nuestra ciudad y el conjunto del Estado tienen la obligación 
					y el reto diario de poner los mejores recursos y medios, 
					para que los centros educativos, equipos directivos y 
					profesorado, puedan desempeñar su labor en las mejores 
					condiciones , para que puedan seguir haciendo valer una 
					educación de calidad, que no deje a nadie fuera, que nadie 
					se quede atrás. 
					 
					Se tienen que seguir manteniendo y mejorando los derechos en 
					una educación, donde todos tengan las mismas posibilidades, 
					donde nadie pueda retroceder y donde no se establezcan 
					barreras, donde el conjunto del alumnado de este país sea 
					tratado con las mismas condiciones de equidad y se 
					salvaguarden los derechos de la igualdad en educación. Que 
					el origen social y las necesidades específicas de cada 
					alumno no supongan una merma en su atención y en la 
					adquisición de las competencias básicas y en el desarrollo 
					de sus capacidades. Que por motivos políticos no se impongan 
					obstáculos ideológicos y económicos, que puedan afectar a 
					los que menos tienen y a los que más dificultades tienen que 
					superar. Lo más sagrado y lo más importante que hay para los 
					padres son sus hijos. Me consta que muchos de ellos están 
					preocupados por la situación en la que actualmente nos 
					encontramos inmersos.  
					 
					Además de los padres, otro de los pilares fundamentales es 
					el del profesorado. Una sociedad que no respete y valore a 
					sus maestros será una sociedad que puede contraer una de las 
					enfermedades más graves, la falta de respeto a sus valores y 
					a su futuro. Pero quien debe contribuir en primer lugar a 
					potenciar, valorar y apoyar la labor del maestro/a, del 
					profesorado de cualquier institución educativa, debe ser la 
					Administración. Las declaraciones de determinados miembros 
					del Gobierno a nivel nacional y cuando sus representantes 
					han venido a Ceuta, no han contribuido precisamente a una 
					mejora de la consideración del profesorado, con el exceso de 
					su celo por los recortes y las restricciones.  
					 
					El sábado pasado tuvo lugar una Jornada sobre la “Igualdad 
					en Educación”, organizada por Sandra López, Secretaria de 
					Igualdad y Manuel Hernández Peinado, Secretario de 
					Educación, pertenecientes a la Ejecutiva del PSOE de Ceuta. 
					Tanto su Secretario General, José Antonio Carracao como el 
					resto de los miembros socialistas de la Agrupación, han 
					contribuido para que esta Jornada pudiera celebrarse, y que 
					se propiciara la realización de conferencias, mesas 
					redondas, debates, con la participación de catedráticos/as 
					de la Facultad de Educación, profesorado, orientadores, 
					organizaciones sindicales, representantes de asociaciones, 
					así como la presencia de Aquilino Melgar, anterior Director 
					Provincial. Ha existido la posibilidad de poner de relieve 
					la situación en Ceuta sobre la inclusión del alumnado, no 
					como opción, sino como derecho. 
					 
					Rafael Simancas y Marío Bedera, portavoz socialista de 
					educación en el Congreso, han puesto de manifiesto su 
					preocupación por la educación de nuestra ciudad y la total 
					colaboración e implicación del Partido Socialista a nivel 
					local y nacional, para que los problemas de la educación de 
					Ceuta sean abordados en el Congreso de los Diputados, como 
					son la disminución de profesorado, excesivo alumnado por 
					clase, falta de espacio, disminución de los ingresos etc. Se 
					estudiará y planteará con la colaboración del PSOE local, 
					una Proposición no de Ley sobre la situación de Ceuta y 
					Melilla, para que se acometan las deficiencias. 
					 
					Mario Bedera, entre otras cuestiones manifestó que: “ se han 
					eliminado en el último presupuesto uno de cada tres euros. 
					El Proyecto de Ley Wert es el más duro de la historia de 
					España. Será más barato, pero afectará a las becas, atención 
					a la diversidad, los recursos, el número de profesores y el 
					incremento de obstáculos para el alumnado aumentará, con 
					exámenes y reválidas añadidos, donde existirá una deriva a 
					una Formación Profesional Básica para que las cifras altas 
					de abandono no salgan tan elevadas. Con el sistema educativo 
					que se pretende imponer España volverá a la época anterior 
					de los años setenta. Se llegará a establecer un ranking 
					público, donde saldrán beneficiados los Centros de barrios 
					de clases sociales superiores, saliendo perjudicada la 
					escuela pública. El anterior Gobierno fortaleció la 
					educación infantil, estableciendo una vacuna preventiva 
					contra el fracaso.. La Ley Wert favorecerá la segregación, 
					es economicista y elitista. Ha eliminado la Educación para 
					la Ciudadanía y sería la Ley con menos apoyo de la historia 
					de nuestro país, no se ha negociado ni dialogado, solo 
					cuenta con el apoyo del partido que sustenta al Gobierno, 
					que nadie duda que es legal y legítimo, pero escasamente 
					dialogante, tampoco ha habido contacto con las 
					organizaciones sindicales. A este Gobierno no le interesa el 
					pacto, como ya lo demostró evitándolo con el anterior 
					Ministro de Educación, Ángel Gabilondo. Esta Ley también 
					disminuirá la participación de los padres en los Consejos 
					Escolares. No se está de acuerdo con algunos datos como los 
					de abandono, son necesarias reformas, pero no una Ley” 
					 
					Pienso que en esta Jornada la intervención más importante, 
					que emocionó a todos, fue la de una estudiante de dieciocho 
					años, del Centro Específico, que con su espíritu de 
					superación y sus dificultades, manifestó “ su deseo de 
					seguir queriendo estudiar, hacer la vida como otros chicos, 
					poder votar y reivindicar una educación para sus 
					necesidades”. En definitiva, dio una lección de voluntad y 
					superación a todos los presentes, que tanto es necesaria en 
					los momentos actuales. 
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