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cultura - LUNES, 25 DE MARZO DE 2013


un espacio abierto con recursos educativo. EP.

EDUCACION
 

Cursos en internet y sin coste ofrecidos a gran escala por instituciones educativas

Los COMAs no siguen la metodología tradicional, no hay exámenes. Hay MOOCs que pueden establecer pruebas de evaluación continua
 

CEUTA
L.M.

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Cursos en internet y sin coste ofrecidos a gran escala por instituciones educativas de prestigio. Sus alumnos no tienen que desplazarse, ni tienen que pagar matrícula. No existen restricciones horarias, sino que cada uno se impone su ritmo. Son los MOOC (Massive Open Online Courses) o COMA (Cursos Online Masivos en Abierto). Los expertos auguran que los MOOCs mutarán hacia formas que hagan más énfasis en el acompañamiento al aprendizaje del estudiante; con sistemas de evaluación que garanticen la adquisición de competencias y no sólo de conocimientos; con una disminución del número de participantes que permita la adecuada atención a todos ellos; y, sobre todo, con un sistema de garantía de la calidad que no se limite a saber de qué institución proviene el curso.

Hace una década, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) desarrolló el OpenCourseWare, a través del cual publicaron en abierto todos los contenidos de sus cursos online. En 2008 esta iniciativa evolucionó hasta constituirse en un consorcio –OCW Consortium– que congrega a más de 250 universidades y organizaciones asociadas de todo el mundo con el objetivo de avanzar en el aprendizaje formal e informal mediante el intercambio y el uso de materiales libres, abiertos y de calidad organizados en cursos. Esta fue la semilla de los MOOC (Massive Open Online Courses) o COMA (Cursos Online Masivos en Abierto). Se trata de cursos gratuitos ofrecidos a gran escala por instituciones educativas de prestigio.

Masivos, porque pueden ser cursados por miles de personas de forma simultánea. Y abiertos, porque las universidades o entidades que los ofrecen proporcionan a los alumnos recursos educativos en abierto. Uno de los hitos en la historia de los MOOC ha fue el curso “Introducción a la Inteligencia Artificial”, impartido en 2011 por Sebastian Thrun y Peter Norvig, al que se apuntaron 160.000 personas de 190 países. Entre 2011 y 2012 han ido surgiendo plataformas de educación virtual gratuita, como Coursera, o EdX, fruto de un proyecto conjunto entre la Universidad de Harvard y el MIT. Otros ejemplos son Udacity, una universidad online gratuita cofundada por el profesor Thrun tras dejar la docencia en la Universidad de Stanford, o MITx, que ofrece formación del Massachusetts Institute of Tecnhology.

Asimismo, están apareciendo ideas similares orientadas al habla hispana. Un ejemplo es Wedubox, definido por su cofundador; Horacio Reyes como “un gran super-mercado de conocimiento en español” que en solo un mes ya contaba con 1.400 profesores inscritos y cuya meta es “tener miles de cursos tanto gratis como de pago”.

Los contenidos de los cursos de los MOOCs se cuelgan en una plataforma por tiempo ilimitado para que se pueda acceder a ellos en cualquier momento. Esto supone una ventaja para los estudiantes en la medida en que disponen de libertad absoluta en la forma de avanzar.

Otro aspecto de los COMAs es que no siguen la metodología tradicional, no hay exámenes, aunque hay MOOCs que pueden establecer pruebas de evaluación continua. También disponen de foros de aprendizaje colaborativo donde relacionarse con otros estudiantes. A través de la participación en estos foros se obtienen unas insignias o distinciones (badges) que no poseen efecto académico. Una vez finalizado el curso puede accederse a una certificación previo pago de tasas.

Los MOOC en España

En nuestro país los MOOCs aterrizaron casi de forma simultánea de la mano de la UNED y de UniMOOC, un proyecto colaborativo impulsado originariamente por la Universidad de Alicante con la colaboración de numerosas organizaciones y empresas. El pasado 19 de octubre, el rector de la UNED, Juan A. Gimeno, presentaba UNED Abierta, un espacio abierto con recursos educativos, que cuenta con enlaces a repositorios multimedia y cursos masivos abiertos gratuitos. Timothy M. Read, director del Programa UNED Abierta señala que UNED COMA lleva operando en fase piloto desde finales del verano pasado, siendo la primera universidad española en ofrecer un curso COMA. Según Read a comienzos de febrero esta universidad constataba 117.910 registros en alguno de los sus 21 cursos COMA, y se habían emitido 140 certificados.

Diez días después –el 29 de octubre– la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) acogió la presentación de ‘UniMOOC Æmprende’, el primer curso abierto masivo online de habla hispana dedicado al emprendimiento digital, que contó con la asistencia del secretario general de Universidades del Ministerio de Educación, Federico Morán.

¿Es bueno que sean masivos?

La rectora de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), Imma Tubella, considera que los MOOC “son autoaprendizaje, cursos que se ofrecen independientemente del contexto de las personas puesto que pueden tener hasta 1 millón de estudiantes a la vez, lo cual comporta una ratio de abandono altísima porque no hay acompañamiento”.

Para la rectora existe el riesgo de que se considere la educación en línea de segunda categoría si se pone todo en el mismo saco, y laUOC se desmarca. “A pesar de que, obviamente, no renunciamos a experimentar algo similar, más orientados hacia los LOOC (Little Open Online Courses), siempre con acompañamiento del estudiante y con profesores especialistas detrás para garantizar la calidad de la enseñanza en línea”.

En opinión de Albert Sangrà, director del eLearn Center de la UOC, la masificación de los cursos, que ahora se vende como algo positivo, nunca ha sido una característica de la formación de éxito. “Es muy difícil poder atender bien a miles de estudiantes a la vez. El alto volumen de estudiantes no permite ni un seguimiento del aprendizaje ni un sistema de evaluación adecuados. Hasta ahora, sólo ha sido noticia cuántos estudiantes empiezan, pero no cuántos terminan.

El porcentaje de abandono es muy, muy elevado, alrededor del 95%.” Si en estos cursos sólo se cobra por los certificados cabría preguntarse cuál es su modelo de negocio.

A este respecto un estudio del Institute for Prospective Technological Studies, de la Unión Europea, ha puesto de manifiesto que los modelos actuales son poco transparentes y la mayoría no son sostenibles. Desde esta óptica, surgen preguntas vinculadas a los costes de estos cursos y sobre quién recaen.

Otro aspecto es la gratuidad de los mismos. Ya existen casos de MOOCs de pago: recientemente el New York Times se hacía eco del acuerdo al que ha llegado la San José State University con Udacity para ofrecer 3 cursos de estas características al precio de 150 dólares americanos para cada uno de los estudiantes. Desde la UOC se considera que las universidadesdeben reflexionar estratégicamente sobre el modelo que quieren desarrollar, decidir si quieren convertirse en meras entidades acreditadoras mediante exámenes.

En este sentido, hay distintos enfoques. Por ejemplo, el director del Programa UNED Abierta, estima que “estamos en una nueva ola de democratización del acceso al conocimiento en la medida en que las universidades comparten buena parte de su conocimiento con la sociedad”. El director del eLearn Center de la UOC, por su parte, opina que se está externalizando buena parte de la actividad universitaria y se pone en manos de empresas en busca de beneficios.

A su juicio, ofrecen unos resultados muy pobres, y sin embargo enarbolan la bandera de la educación superior para todos sin coste alguno, destacando los beneficios que esto tiene para los colectivos desfavorecidos.

El futuro de los MOOC

Los expertos auguran que los MOOCs mutarán hacia formas que hagan más énfasis en el acompañamiento al aprendizaje del estudiante; con sistemas de evaluación que garanticen la adquisición de competencias y no sólo de conocimientos; con una disminución del número de participantes que permita la adecuada atención a todos ellos; y, sobre todo, con un sistema de garantía de la calidad que no se limite a saber de qué institución proviene el curso.
 


¿Son cursos reconocidos?

Hay expertos que consideran que muchos MOOCs sólo ofrecen la posibilidad de obtener un certificado de realización del curso sin entrar a valorar si se ha aprendido o no, como un certificado de asistencia. Otros, en cambio están poniendo a prueba varios sistemas para ofrecer un certificado de aprovechamiento, ya sea directamente haciendo determinados exámenes, o bien por medio de empresas externas. Parece que lo más relevante es saber si las universidades que ofrecen los cursos reconocerán estos créditos obtenidos mediante MOOCs. Hay algunas que los reconocen, o sólo los que hacen ellas mismas. “Lo más curioso será ver si las de más prestigio, las que están impulsando esta iniciativa (MIT, Harvard, Stanford ...) los reconocerán en sus propios programas y con qué valor lo harán”, señala Albert Sangrà.

En nuestro país, Uned Coma ofrece tres niveles de certificación de los cursos. El primero es un reconocimiento oficioso, online y gratuito mediante distinciones emitidas por UNED; el segundo es la credencial, que se puede solicitar online una vez superado un curso y que conlleva una tasa de entre 12 y 15 euros. La tercera vía de certificación está sujeta a la superación de un examen presencial con control de identidad en el momento que decida cada participante. Este certificado cuenta con el reconocimiento de créditos ECTS y su coste oscilará entre los 40 y los 60 euros.
 

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