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					Desde enero a febrero de este año han ingresado un total 
					de 110 solicitudes para los servicios y prestaciones de la 
					Ley de Promoción de la autonomía personal y Atención a 
					personas en situación de dependencia, 57 en enero y 53 en 
					febrero. Incluye tanto nuevas solicitudes como revisiones 
					otras anteriores. Desde que se promulgó la ley se ha 
					producido un descenso de peticiones, el director territorial 
					del Imserso afirma que se debe a que cuando se promulgó la 
					ley se produjo un avalancha de solicitudes de personas que 
					estaban en situación de dependencia, pero que 
					progresivamente han ido disminuyendo.
 “La conocida Ley de Dependencia es algo más. Es Ley de 
					Promoción de la autonomía personal y Atención a personas en 
					situación de dependencia”, asegura el coordinador de la 
					Unidad de Dependencia del Instituto de Mayorers y Servicios 
					Social (Imserso), Fernando Jimeno Jiménez.
 
 Desde enero a febrero de este año han ingresado un total de 
					110 solicitudes para los servicios y prestaciones, 57 en 
					enero y 53 en febrero. Incluye tanto nuevas solicitudes como 
					revisiones otras ya concedidas. En 2007 se solicitaron 470; 
					en 2008, 537; en 2009, 419; en 2010, 504; en 2011, 496, y en 
					2012, 284.
 
 El director territorial del Instituto de Mayores y Servicios 
					Sociales, Alfonso Grande, afirma que la disminución de 
					solicitudes se debe a que cuando se promulgó la ley se 
					produjo un avalancha de solicitudes de personas que estaban 
					en situación de dependencia, pero que progresivamente han 
					ido disminuyendo.
 
 Por su parte, Jimeno asegura que la ley busca hacer tanto 
					hincapié en promover la autonomía como en resolver los 
					problemas que una persona tenga a causa de su dependencia.
 
 Existen dos fases para la asignación de popularmente 
					conocida como Ley de Dependencia, que se aprobó en 2006 y 
					entró en vigor en 2007. En primer lugar la petición de la 
					valoración. Aquí, el punto primordial es la valoración que 
					un valorador hace en la propia casa del posible dependiente. 
					“En el domicilio es donde se supone que la persona suele 
					desenvolverse más tiempo en su vida diaria”, asegura Jimeno. 
					A continuación un equipo de valoración compuesto de un 
					psicólogo, un médico, una trabajadora social, un presidente 
					y un secretario realizan una valoración de 0 a 100 puntos 
					para asignarle al dependiente dentro del Grupo I, II, III o 
					‘Sin grado’.
 
 Valoración
 
 La segunda fase es, una vez valorado, y dependiendo de la 
					puntuación que se otorga y si es protegible o no. Se inicia 
					la segunda fase de asignar el programa correspondiente, que 
					constan tanto de prestaciones como servicios. En Ceuta hay 
					1.652 -datos correspondientes a final de 2012- personas 
					beneficiarias. Un total de 1.186 personas reciben la 
					prestación económica de cuidadores; 430, el servicio de 
					ayuda a domicilio; 29, de ingreso en plazas residenciales; 
					129, de teleasistencia; 733, se encuentran dentro del 
					convenio especial de la Seguridad Social, pero se trata de 
					algo residual, ya que está suprimido desde 2012; 17, se 
					benefician del Centro de Día, y 70 personas de la promoción 
					autónoma.
 
 Grado de dependencia
 
 Las resoluciones de reconocimiento de grado en vigor en 
					Ceuta a día 31 de diciembre de 2012 son 1.762. Jimeno 
					asegura que para ser optar a la protección hay que estar 
					dentro del Grado III o II, el primero con una puntuación 
					superior al 75 puntos y el II, entre 50 y 74 puntos. El 
					Grado I será protegible a partir del 1 de julio de 2015.
 
 Estar dentro de un grupo u otro supone más o menos 
					beneficios. Por ejemplo, el servicio de ayuda a domicilio en 
					el Grado III supone que una persona acuda a ayudar al 
					dependiente 70 horas semanales y los de Grado II tienen 
					derecho a 45 horas. Sin embargo esta horquilla de tiempo 
					bajó con el decreto ley del año pasado. Antes eran 95 y 55 
					horas respectivamente.
 
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