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					La Fiscalía solicita una multa de 103.950 euros de multa 
					y una pena de prisión de tres años y seis meses de prisión 
					para Miguel Q., el hombre al que ayer enjuiciaron por un 
					delito contra la Salud Pública. La fiscal aseguró que el 
					relato del acusado estaba lleno de contradicciones. El 
					imputado afirmó que era inocente y que una condena 
					arruinaría su vida porque se iba presentarse a alcalde de 
					Sant Cugat (Cataluña).  
					 
					El Ministerio Fiscal solicitó ayer una multa de 103.950 
					euros de multa y una pena de prisión de tres años y seis 
					meses de prisión para Miguel Q., el hombre al que 
					enjuiciaron por un delito contra la Salud Pública. Asimismo, 
					la responsabilidad personal subsidiria en caso de no pagar 
					la multa pidió que fuera de 120 días. 
					 
					El acusado, residente de Sant Cugat del Valles, declaró que 
					visitó Marruecos en diciembre de 2012 para realizar una 
					serie de contactos y reuniones laborales en el sector de la 
					construcción. Asegura que él en ningún momento supo que le 
					habían introducido droga, con un peso superior a 19 kilos, 
					en su vehículo, y que no estuvo presente cuando los agentes 
					de la Guardía Civil sacaron la droga. 
					 
					Por su parte, el Ministerio Fiscal en sus conclusiones 
					definitivas interesó una sentencia condenatoria y afirmó que 
					la declaración del acusado estaba llena de “incongruencias” 
					respecto a la fase oral.  
					 
					Asimismo, la fiscal aseguró que existía un atestado firmado 
					por el Miguel Q. que declaraba que sí había estado presente 
					en la extracción de la droga del vehículo. La fiscal también 
					indicó que el acusado tuvo que pedir dinero 1.000 euros a su 
					hijo para comprar el vehículo de segunda mano con el que fue 
					a Marruecos en diciembre.  
					 
					En el turno de la última palabra, el acusado afirmó que él 
					pidió a su hijo el dinero porque no quería sacar el suyo del 
					banco. pero que él era “como Barcenas” y que empresas le 
					pagaban “6.000 euros por 15 días de trabajo” y ese dinero lo 
					guardaba “en casa”.  
					 
					Miguel Q. afirmó que era inocente y que una sentencia 
					condenatoria truncaría su carrera política porque pretendía 
					presentarse a alcalde de Sant Cugat del Valles y al 
					Parlament de Cataluña. 
					 
					La letrada de la defensa solicitó la absolución de su 
					representado porque existe la “duda razonable” sobre su 
					culpabilidad y debía prevalecer la presunción de inocencia. 
					También aseguró que mientras el intentaba hacer negocio 
					introdujeron la droga. 
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