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OPINIÓN - DOMINGO, 31 DE MARZO DE 2013

 

OPINIÓN / SNIPER

Egipto: a la “caza” del cristiano
 


José Luis Navazo
yebala07@yahoo.es

 

Sigue lloviendo con ganas. Lo bueno es que los pantanos rebosan de agua y, en campos y montes, las capas freáticas están recuperando su nivel. A primeros de febrero pateé (pateamos) una Roma desapacible y húmeda, pero siempre majestuosa; en Alhucemas el festival amazigh también estuvo pasado por agua. Llovió en Tetuán y llovió en Ceuta y esta Semana Santa, sobre mi equipado y confortable refugio en las montañas asturgalaicas no para de abatirse una cortina de lluvia. Agua y más agua, la fuente de la vida. Donde espero librarme de ella dentro de unos días será al borde del Nilo, el “padre” de Egipto para el maestro Herodoto. Años hace que no paseo por el populoso y un tanto agobiante El Cairo, sede en su momento del Califato Fatimí (de ideología shií) y competidor, en el tiempo y el espacio, tanto del Califato legalista abasida de Bagdad como del Califato legitimista omeya, radicado en la esplendorosa capital “andalusí” de Córdoba. Pero esa es otra historia.

Tras degustar en el afamado restaurante “Casa Pedro” (hoy no me acerqué al casero “Perales”) un sabrosísimo jabalí estofado y con patatines, repaso tomando el café algunos apuntes sobre el “nuevo” Egipto que me voy a encontrar, las incertidumbres abiertas tras el proceso (aun en curso) de la mal llamada “Primavera Árabe” y confirmo el alojamiento, unos días, en mi hotelito con vistas a la plaza Tahrir (Liberación) así como mi agenda de entrevistas: desde altas autoridades de la afamada universidad islámica de “Al Azhar”, a líderes de los Hermanos Musulmanes (no confundir con los salafistas, ahí los encuentros todavía están abiertos) y altos representantes de la perseguida minoría cristiana, los coptos, esos ciudadanos de segunda en un país de indudable referencia árabe e islámica como es Egipto. Mis contactos siguen remitiéndome datos sobre el éxodo copto, que ya va para ¡trescientas mil personas!, de esta confesión religiosa (hay coptos ortodoxos, católicos y evangélicos) que representa el 10% de la población egipcia, estimada en más de 90 millones de personas. La cruda realidad es que, en la actualidad y bajo diferentes regímenes de corte islamista radical, los olvidados cristianos en tierras del Islam están perdiendo su estatus de “dhimmíes” o protegidos (en cualquier caso ciudadanos de segunda) para pasar directamente al de perseguidos: desde Asia y África Central (Nigeria sin ir más lejos)… al Egipto del nuevo faraón barbudo, el islamista Morsi. Atrás queda ya, en el borrador de la historia, la confraternización islamo-cristiana de la plaza de Tahrir, en la alborada de 2011 y la cruda realidad de la revolución secuestrada por las huestes del islamismo radical. Como en Túnez… claro que la sociedad tunecina es religiosamente más compacta (con la reducidísima minoría judía) y la sociedad civil muy activa y formada, militante y resistente…. Si el 20 de julio de 2004 recogía en esta columna (“EL señor Ibrahim y las flores del Corán”) las sombrías y me temo que premonitorias declaraciones a un diario de tirada nacional del actor egipcio Omar Sharif, durante la presentación de su última película en España (“Tengo un miedo atroz a que se desencadene una guerra de religiones. Hay que comprender al mundo árabe. Por su idiosincrasia, es inútil intentar democratizarlo. Soy pesimista, porque ya no hay posibilidad de diálogo”), reseño ahora las posteriores declaraciones del también intelectual egipcio Tarek Heggy, quien en declaraciones efectuadas en Italia manifestaba que “los coptos están pagando el precio por la creciente islamización de la sociedad. La islamización creciente de las últimas décadas es la responsable por la intolerancia que se expande”.

¿Por qué este miedo a la libertad en nombre del Islam….? ¿Qué opinarían los musulmanes en Europa, en España (en Ceuta o Melilla por ejemplo) si padecieran las exclusiones que, en nombre de su religión, sufren los cristianos en la mayoría de los Estados musulmanes….? A ver, opiniones, las espero… se abre el debate mientras compulso y verifico escalofriantes informaciones facilitadas por MECHRIC (Comité Cristiano del Medio Oriente), una ONG que agrupa a organizaciones cristianas de Siria, Líbano, Irak e Irán, además de Sudán y otros países norteafricanos. En cuanto a Egipto… está claro: el gobierno de Morsi y los Hermanos Musulmanes son los máximos responsables, moral y operativamente, de la seguridad de los cristianos coptos y sus bienes. Bien es verdad que las fuerzas armadas egipcias (que también sufren el zarpazo del terrorismo islamista) se están movilizando de forma creciente: así, el ejército logró desactivar, el pasado 7 de enero, otro intento más de sangriento atentado contra una iglesia copta.

En mi próximo y apretado periplo egipcio, que impedirá este año mi asistencia a las tradicionales Jornadas de Geopolítica y Estrategia organizadas por la UNED y la Comandancia General (¡no tengo el don de la ubicuidad!), están previstas unas jornadas por la milenaria Alejandría, Faro de la Humanidad, así como una emotiva visita a la iglesia copta herida por el terrorismo. La realidad es que la minoría cristiana en países islámicos (caso de los maronitas en Líbano o los caldeos de Irak) no deja de ser reprimida y perseguida: ¡en Arabia Saudí, cuna del fascioislamismo wahabí, está prohibido construir una iglesia, así como en la Franja de Gaza bajo control de Hamás!. Cada vez más y salvo notables excepciones (como el Reino de Marruecos, un modélico ejemplo a seguir en el mundo islámico) la discriminación contra el cristianismo (y no digamos contra el judaísmo) es sistémica y sistemática…. Lo del genocidio de Darfur, en Sudán, es un crimen de guerra. ¿Qué opinan los lectores musulmanes de ello….?

¿Y qué viento sopla en Ceuta y Melilla….? Ayer lo acabé de verificar tras un “chateo” por internet. Insisto, Ceuta va camino de convertirse (Melilla va en curso) en una ciudad corsaria, islamista radical, bajo los colores rojo y guarda de la bandera española. De ahí los nervios de la secta del Tabligh y de su emboscada punta de lanza, la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (UCIDCE), al ver como sus amañadas cartas están saliendo a la luz y poniéndose encima de la mesa. Ya saben y si no vuelvo a contárselo las veces que haga falta: “Con vuestras leyes os conquistaremos y con nuestro Islam os someteremos”. Tomen nota: “Con nuestro Islam”, con su versión sectaria-religiosa de la que son víctimas, en primera instancia, la amplia mayoría de la comunidad musulmana. Los demás vamos luego. En un pis pas. Visto.
 

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