PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - LUNES, 22 DE ABRIL DE 2013

 

OPINIÓN / EL OASIS

Silencios sonoros
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Ha sido escribir en la Miscelánea semanal sobre lo que me dijo un directivo de la Agrupación Deportiva Ceuta, en los ochenta, acerca de doce millones de pesetas sustraídos de una cuenta del club por otro directivo, antes de que yo conociera que él tenía firma como titular en esa cuenta mancomunada, y ya han empezado a llamarme por teléfono. Así que he tenido una ajetreada mañana de domingo.

Quienes se han puesto en contacto conmigo, deseosos de oírme mencionar el nombre de los directivos, sobre todo del que me dio el chivatazo del trinque, para curarse en salud, ya que estaba convencido de que más pronto que tarde yo iba a enterarme del fraude y de su participación en él, no han conseguido su deseo.

Aunque no he tenido el menor inconveniente en hablar del asunto con mis interlocutores, y recordarles que lo mejor de la historia es que sepan los dos sujetos de aquel desliz, por encima de todo, que a mí no se me ha olvidado lo que hicieron. Y que mantener en secreto sus nombres me viene mejor que airearlos.

Ante mi postura silente, uno de los que han charlado conmigo al respecto, que fue también directivo en aquellos años, político en activo, y que tiene muchos conocimientos de cuanto se ha venido cociendo en esta ciudad, durante varias décadas, no se corta lo más mínimo en preguntarme si uno de los sujetos de la cuenta mancomunada es el mismo que me ofreció dinero para que cogiera el barco de las ocho y dejara tranquilo a un banco que había manejado mi cuenta a discreción.

Pero yo no caigo en la trampa. Por más que mi inquiridor, con sagacidad y vocación de detective, no ceja en su empeño. La siguiente pregunta no tardó en llegar: “¿Acaso la persona que trató de comprarte para que las vergüenzas del banco no salieran a relucir, haciendo de intermediario de la entidad, no fue la misma a la que tú le firmaste un contrato en blanco, con las condiciones pactadas de antemano, y te estafó?

Perdona, amigo, pero prefiero no decir ni pío. Ya que mis silencios valen más que mis palabras. Así que te pido, por favor, que no continúes queriendo saber. De no ser así, me vería obligado a tener que colgarte el teléfono. Lo cual, dada nuestra amistad, sería muy desagradable para mí.

A propósito, insiste él, ¿qué pasó en el Instituto Municipal de Deportes -así se llamaba el organismo en los ochenta- cuando tú descubriste lo que descubriste…, y lo pusiste en conocimiento de la persona que estaba al frente de todo ese tinglado deportivo y que era, si mal no recuerdo, la misma que figuraba en la cuenta mancomunada de la Agrupación Deportiva Ceuta y asimismo hizo de intermediario del banco referido?

Voy a colgarte… Sí; porque tú, con las preguntas que me estás haciendo, demuestras que no eres mi amigo. Y que lo único que buscas es que yo, en un alarde de indiscreción o de valentía desproporcionada, cometa el error de nominar a la persona que suele hallarse siempre, desde hace muchos años, en el centro de todos los escándalos económicos que se han venido produciendo en la ciudad. A fin de meterme en un lío morrocotudo.

Manolo, por más que te niegues a pronunciar el nombre de quien figuraba en la cuenta mancomunada de la extinta Agrupación Deportiva Ceuta, ya habrá quien se encargue de investigar y de propalarlo por toda la ciudad. Y tú sabes que el mejor periodismo es el que se hace en la calle. Máxime en los tiempos que corren.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto