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sociedad - SÁBADO, 27 DE ABRIL DE 2013


María Victoria Carrero Díaz. rincon.

mENORES
 

UGT insta a la Ciudad a establecer los protocolos que garanticen
la seguridad en ‘La Esperanza’

La secretaria Federal de Mujer e Igualdad
considera “gravísimo” que la Ciudad permita que sus trabajadoras estén sufriendo en su puesto de trabajo “acoso sexual, violencia y vejaciones”
 

CEUTA
José Manuel Rincón

ceuta
@elpueblodeceuta.com

UGT continúa trabajando para conseguir que los trabajadores del Centro de Menores ‘La Esperanza’ cuenten con las medidas de seguridad necesarias que les permita realizar su labor con las máximas garantías. Precisamente ayer, la secretaria Federal de Mujer e Igualdad de la Federación de Servicios Públicos de UGT, María Victoria Carrero Díaz, visitó la ciudad para entrevistarse con 12 de las trabajadoras del citado centro que en los últimos meses vienen sufriendo continuas agresiones por parte de algunos de los menores que se encuentran acogidos en el centro.

La secretaria Federal de Mujer e Igualdad de la Federación de Servicios Públicos de UGT, María Victoria Carrero Díaz, se desplazó ayer hasta Ceuta para mantener una reunión con las trabajadoras del Centro de Menores ‘La Esperanza’ que vienen sufriendo continuas agresiones y vejaciones por parte de algunos jóvenes de los que se encuentran en dicho centro.

Carrero Díaz, quien atendió a EL PUEBLO una vez mantenida la entrevista con las trabajadoras agredidas, reconocía que “aunque el secretario general de la FSP-UGT de Ceuta, Juan Carlos Pérez, le había informado en diversas reuniones en Madrid de lo que estaba ocurriendo en el Centro de Menores ‘La Esperanza’ con las agresiones por parte de estos jóvenes a las trabajadoras que allí desempeñan su labor, hasta que no he mantenido hoy esta reunión con estas trabajadoras no puedes llegar a entender que grado de sufrimiento están padeciendo estas mujeres en sus puestos de trabajo, y algunos de los relatos son verdaderamente espeludnantes”, aseveraba la secretaria de Mujer e Igualdad de la FSP-UGT.

La sindicalista se mostraba “absolutamente impresionada” tras conocer las “terribles situaciones psicológicas que tienen que soportar, llegándose a hablar incluso de acoso sexual”. Para Carrero Díaz es “gravísimo” que la Ciudad Autónoma esté “permitiendo” que sus trabajadores y trabajadoras estén sufriendo cuando desarrollan su puesto de trabajo “acoso sexual, violencia física, vejaciones, falta a la dignidad, pérdida de autoridad ante los menores por las continuas correcciones que los superiores les realizan ante los jóvenes”, además de indicar que estos menores más agresivos tienen edades comprendidas entre los 14 y 17 años y que por consiguiente, pese a seguir siendo menores, muchos de ellos poseen una corpulencia y una estatura considerable que frente a una mujer siempre llevan las de ganar.

La secretaria de Mujer e Igualdad confesaba sentirse “alucinada y decepcionada” con el Gobierno de Ceuta al resaltar que la Administración local en este caso es el empleador y como tal tiene una serie de responsabilidades sobre sus trabajadores “y los tiene que proteger”, y pese a que reconocía que los jóvenes son menores y tienen unos derechos, “los trabajadores también tienen sus derechos, también son personas que conlleva otra serie de derechos fundamentales que en este caso se están vulnerando”.

Desde la central sindical se ha resaltado que la Ciudad Autónoma ha tenido conocimiento en numerosas ocasiones, a través de las denuncias formuladas desde la UGT, de estas continuas agresiones y situaciones de violencia y vejaciones, por lo que la sindicalista manifestaba a EL PUEBLO que “la Ciudad Autónoma tenía que haber tomado medidas, y como no lo ha hecho se puede decir que la Administración está incurriendo en una responsabilidad incluso penal, si estas denuncias se empezaran a tramitar por la vía judicial”.

Precisamente, lo que establece la ley de Salud Laboral de Prevención de Riesgos Laborales, cómo la Ley de Igualdad, es que el responsable último en estos casos de acosos sexuales, es el máximo responsable político de esa administración, que en este caso sería el presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas Lara, más los distintos cargos intermedios que también han tenido conocimiento de todas estas incidencias por parte de los menores y que no han puesto en ningún momento remedio a esta situación.

Uno de los aspectos que consideró como fundamental en que se haya ido agravando esta situación es el que las trabajadoras hayan sido continuamente desautorizadas delante de los menores.

Carrero Díaz afirmaba que este tema le parece “gravísimo” y exigía una intervención inmediata para solucionar esta situación, a la vez que alertaba que de no corregirse “los niños cada vez irán más lejos, y no sólo están ya acosando y atemorizando a los trabajadores del centro, sino también a sus familiares. Les dan los nombres de los colegios donde van sus hijos y les amenazan, incluso una trabajadora fue agredida junto a su hija menor en la calle Real en la que tuvo que actuar la policía”.

Sobre el pronunciamiento de la Ciudad de que “son menores y hay que protegerlos”, la sindicalista se mostró de acuerdo pero también indicó que “los trabajadores, en nuestros centros de trabajo, cuando hay agresiones por parte de terceros hay que intervenir”.

A este respecto, la sindicalista consideró la situación todavía más grave al resaltar que la Ciudad Autónoma de Ceuta, “para colgarse la medalla”, ha firmado con las organizaciones sindicales en la Mesa de Negociación un plan de igualdad y un protocolo de acoso sexual y acoso por razón de sexo, a medida que recordaba que las trabajadoras del centro están siendo “acosadas sexualmente por algunos menores” y que la Ciudad no ha activado el mismo.

Por tal motivo, desde la UGT ya se adelantaba ayer que va a solicitar que se ponga en marcha este protocolo y para ello presentará las denuncias pertinentes, con lo que exigirá a la Ciudad Autónoma la responsabilidad adquirida con la firma de este acuerdo, la cual no es sólo la de erradicar las conductas que se puedan estar padeciendo en este momento sino la prevención, “la cual tampoco se está llevando a cabo en este centro y me temo que en ningún otro centro”.

Durante la entrevista mantenida con EL PUEBLO, María Victoria Carrero Díaz reconocía que ha animado a la docena de trabajadoras que ayer se reunieron con ella para explicar el “calvario” que están pasando en el Centro de Menores ‘La Esperanza’, que “lo denuncien via judicial” al considerar que la situación es tan “grave y alarmante, ya que han sido vejadas, humilladas, se les ha faltado a sus derechos fundamentales, a su dignidad, al honor incluso por parte de órganos intermedios que han puesto en tela de juicio su profesionalidad, y además están siendo coaccionada porque gran parte de la plantilla de este centro es personal interino y en una situación de precariedad muy importante con la situación de desempleo que actualmente se está viviendo en el país, y esto no se puede consentir, no podemos dejar que se aprovechen de esa precariedad laboral para acallarlas y que no salte un escándalo que en ningún momento hubiera llegado a estos niveles si la Ciudad, desde el momento en que UGT lo puso en su conocimiento, hubiera actuado e intervenido adecuadamente”.

Con respecto a los cuatro vigilantes de Seguridad Privada y los dos agentes de la Policía Local con los que la Ciudad Autónoma ha querido reforzar la seguridad del centro, Carrero Díaz destacaba que “esta medida no vale absolutamente para nada al no existir un protocolo de actuación dentro del centro, por lo que tanto los agentes locales como los vigilantes de seguridad no se atreven a actuar ya que, volvemos a lo mismo, se está tratando con menores, los cuales tienen sus derechos que por supuesto hay que respetar, pero que también tienen sus deberes y además están aquí para educarles y formarles, algo que parece que deja bastante que desear porque impiden a los educadores y cuidadores del centro desempeñar su trabajo porque están sufriendo una situación de acoso y psicosis que son incapaces de poder resolver”.

Para la sindicalista “cuando se comete un delito, la persona que lo comete sea mayor o sea menor tiene que pagar ante la justicia. Además, siendo menor puede que con las medidas que contempla de la Ley del Menor todavía ese niño se pueda rectificar su conducta y su agresividad y pueda ser un adulto integrado de manera normal en la sociedad”. A este respecto Carrero Díaz consideraba que “a la propia Ciudad Autónoma le debe interesar que estos temas acaben via judicial y con un fiscal de menores y los equipos de menores que realizan los seguimientos y ponen las medidas para reconducir esas conductas, también son ellos los primeros interesados en que estas personas de esta plantilla puedan y deban acudir a la vía judicial”.

Finalmente, tal y como así lo manifestaba la secretaria de Mujer e Igualdad de la FSP-UGT, desde la central sindical se ha solicitado con carácter urgente una reunión con la Ciudad, la cual se celebrará el próximo lunes, con el fin de iniciar los trabajos para establecer los protocolos, e igualmente la Ciudad a través del protocolo de acoso sexual y acoso por razón de sexo contempla que la comisión de igualdad al tener conocimiento de estos temas puede y debe adoptar una serie de medidas cautelares, las cuales también serán solicitadas por parte de UGT con carácter urgente con el fin de proteger e intentar erradicar lo antes posible estas conductas de estos jóvenes.

Por último, Carrero Díaz resaltaba que en todos estos años que lleva trabajando en esta sección desde Madrid, y pese haber vivido situaciones bastante graves, siempre han sido casos individuales, y nunca de un colectivo tal y como está sucediendo en el Centro de Menores La Esperanza, y además con esa importante falta de responsabilidad, y dejadez por parte de sus empleadores.
 

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