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OPINIÓN - DOMINGO, 28 DE ABRIL DE 2013

 
OPINIÓN

Miscelánea semanal

Por Manuel de la Torre


LUNES 22.

El descenso administrativo de la Asociación Deportiva Ceuta, en su momento, fue la venganza de un alcalde. Con esa decisión, tomada tras reunirse con Aróstegui y con el propietario de ‘El Faro’, con el fin de asegurarse la protección de ambos, mediante promesas de obtención de beneficios abundantes, nuestro alcalde principiaba su persecución contra el editor de este medio. Por el cual nunca sintió la menor simpatía. Actitud que yo he venido denunciando desde hace varios años. Lo cual propició que se me viera como alguien dispuesto a entorpecer las magníficas relaciones entre partes y de las que todos se vanagloriaban. Así, en cuanto yo abría la boca en reuniones, corrillos, o tertulias de sobremesa, para advertir de cómo la traición estaba a la vuelta de la esquina, por conocer más que bien al monterilla, recibía andanadas de reproches y hasta los había que, en cuanto me daba la vuelta, trataban de despellejarme vivo. Lo cual se tradujo, además, en una campaña contra mí, auspiciada oficialmente, y que acabó ante un juez. De lo ocurrido en el juicio nunca quise alardear. Ni lo haré. De lo que si lo haré es, sin duda alguna, de cómo el editor de este medio, con sus defectos y virtudes de humano, como todo quisque, en vez de abandonar el club, como suelen hacer las ratas ante un más que evidente naufragio, decidió ayudar al Ceuta. Aun a sabiendas de que su postura le acarrearía problemas a su empresa. Ojalá que no decaiga el valor sereno que viene demostrando.

Martes. 23

Leo con enorme satisfacción que la Fundación Príncipe de Asturias ha aceptado la candidatura de José Mercé. Una candidatura que ha sido propuesta por el periodista y escritor Luis María Anson y por José Manuel Caballero Bonald, último Premio Cervantes. A Merced, cantaor nacido en Jerez de la Frontera, me lo presentó José Cortés Jiménez ‘Pansequito’, un sábado del verano de 1984, cito de memoria, cuando ambos arribaron a Ceuta para participar en un festival flamenco que se celebraba en el patio del edificio del Revellín. Aquella noche, y dado que a Pansequito le había tocado abrir el espectáculo, y a Mercé cerrarlo, ambos, tras la actuación del primero, se reunieron conmigo y decidimos sentarnos en el banco de una plaza pública, la de los Reyes, concretamente, aprovechando la bondad de la noche. Y bien pertrechados de escocés, tuve la oportunidad de escuchar cantar por bulerías como jamás me había sido posible. El cante de Mercé, con el acompañamiento de Pansequito, fue un regalo divino. Porque así hay que catalogarlo. Pues pocas veces sucede que dos artistas inconmensurables decidan regalar el oído a nadie. De tal manera.

Miércoles. 24

Al ‘caso Urbaser’ se le ha unido el de Contenur. Que son iguales. Aunque en el segundo la cuantía económica sea menor. La conferencia de prensa dada por José Antonio Carracao, secretario general de los socialistas de Ceuta, ha vuelto a poner al gobierno local en una situación muy delicada. Carracao no se ha cortado lo más mínimo a la hora de resaltar el trabajo exhaustivo que ha realizado un funcionario que, con su ardua, minuciosa y eficaz labor, ha conseguido que los ciudadanos sepan por medio de ‘El Pueblo de Ceuta’ las malas prácticas contables que se vienen desarrollando en el Ayuntamiento. La actuación del funcionario de carrera, tan arriesgada como de un valor incalculable, merece ser distinguida como ejemplo de lo que deben hacer todos los funcionarios. Cumplir con sus obligaciones… Por más que los políticos traten de torcerles la voluntad. En la calle no se habla más que de un alcalde que hace ya mucho tiempo decidió tomar la senda de las componendas. Un alcalde que ha perdido el oremus. Y que se halla ahora mismo en el punto de mira de quienes, incluso, hace nada hubieran metido la mano en el fuego por él.

Jueves. 25

Yo soy del Madrid desde que vestía pantalones cortos. Así que hoy me ha costado lo indecible echarme abajo de la cama a pesar de que los cuatro goles del Borussia Dortmund me han tenido toda la noche sin pegar ojo. Nada más comenzar el partido, debido a que uno sigue todavía sabiendo algo de este deporte, me percaté de que los alemanes iban a pasarnos por encima. Es decir, que nos iban someter, si no ocurría un milagro, a un castigo tan severo como para salir malparados del Signal Iduna Park, vaya nombrecito de estadio. Las pérdidas de balones se iban produciendo a cada paso y todas ellas propiciaban jugadas peligrosas para la portería de Diego López, quien, tras una magnífica intervención, tuvo que sacar inmediatamente el primer balón del interior de su portería. Y fue así, porque el Madrid era un desastre. Los alemanes, que forman un conjunto de hombres fornidos, disciplinados, con enorme capacidad física y buen manejo del balón, hicieron algo tan sencillo como añejo: colocarle un medio muy ofensivo y muy bueno táctica y técnicamente, a Xabi Alonso. Con lo cual consiguieron no sólo que éste pegara el petardo de su vida, uno más, sino que Lewandowski hiciera el partido del siglo. Götze, que así se llama el futbolista que hizo encaje de bolillos con XA, fue el verdadero artífice del varapalo que su equipo le propinó al mío. Lo de los medios centro de referencia, cuando son marcados por un medio ofensivo, deben saber eludir ese marcaje. Alonso no lo supo hacer. Y no es la primera vez que pone a su equipo en condiciones de inferioridad manifiesta. En esta ocasión, ni siquiera Ronaldo Cristiano pudo salvar los muebles. He empezado ya a invocar a todos mis santos. Así que espero milagro. Eso sí, me sigue pareciendo un despropósito que Pepe siga jugando de central por el lado izquierdo. En esa situación, su rendimiento decrece muchísimo.

Viernes. 26

Guillermo Martínez, que hasta puede que sea un buen hombre, se ha convertido en la marioneta de Juan Vivas. Mejor dicho: lo es desde el primer día que su padre le dijo a Vivas que tenía un hijo que valía un Potosí y que estaba deseando verlo crecer a su vera -a la vera de Juan, claro-, profesionalmente. Bueno, antes lo había recomendado a Antonio Sampietro. Sí, mire usted, ese personaje al cual le piden seis años de cárcel por malversación de fondos y no se le ha ocurrido otra cosa que decir que él lo que hacía es firmar todos los papeles que le ponía por delante Jesús Gil. Hay que ver la semejanza que tiene el asunto con los funcionarios que hacen lo mismo en el Ayuntamiento. A lo que iba: que la nariz de Guillermito no para de crecer. Y, lógicamente, ha cundido la preocupación entre cuantos le quieren y desean lo mejor para él. La nariz del tal Martínez ha llegado a tal punto que le precede quince minutos… Más o menos lo que le ocurría a Cyrano de Bergerac. Hoy, alguien con quien suelo conversar mucho, me ha dicho que al concejal Martínez le debe estar costando lo indecible beber en vaso. Puesto que más que nariz lo que tiene es una escollera. Se nota que mi amigo ha leído los diálogos de Cyrano de Bergerac. Y es que mentir, por sistema, acarrea problemas graves.

Sábado. 27

Yo tengo asumido, desde que arribé a esta tierra, treinta y algunos años ha, que es un territorio pequeño, aunque con problemas de urbe grande. En esta Ceuta todo se magnífica, todo se infla, todo termina por hincharse hasta extremos insospechados. Hipertrofia, sin duda, que exige gran vitalidad para seguirle el paso. Por las calles de una ciudad vitalista, llena de luz y de mares, se practican las buenas relaciones y las enemistades. Y sucede el milagro, a cada paso: quienes se habían jurado un día amor eterno dejan de saludarse, de la noche a la mañana; y al revés… Transitar la calle de una ciudad pequeña ayuda a sentirse vivo. A gozar de ese milagro, que lo es, de poder saludar a los demás; de hablar con los demás; de reírse con los demás; de sufrir las desgracias de los demás y de dar gracias cada día porque vivir en un sitio pequeño permite que haya segundas oportunidades. En esta tierra, de tan pocos kilómetros cuadrados, cuando a uno le niegan el saludo es porque existe entre partes un disgusto latente. Disgusto auspiciado, quizá, porque uno ha opinado de manera que no ha gustado a alguien; máxime en una ciudad endogámica. Y lo entiendo. Como entiendo que también se muestren receptivos los que piensan como quien escribe. Por más que quien escribe, a veces, muchas veces, duda de cuanto hace o dice. Resumiendo: ayer viernes, cuando llegué a unas oficinas de la Administración local, me topé con Mohamed Alí y Juan Luis Aróstegui. E hice lo que corresponde a cualquier persona educada: los saludé. Y ambos, tras agachar sus testas, no dijeron ni pío. Ambos carecen de categoría para ser nuestro alcalde.
 

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