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sociedad - MIÉRCOLES, 8 DE MAYO DE 2013


Vigilancia militar marroquí. fidel raso.

inmigracion
 

Marruecos arresta en tres
días a 1.500 subsaharianos
entre Tetuán y Tánger

Todos ellos han sido localizados en los
bosques próximos a la frontera con Ceuta y en la operación han intervenido unos 600 efectivos del ejército y de la policía
 

CEUTA
Tamara Crespo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Marruecos ha llevado a cabo estos días la que se considera “la mayor campaña” contra la inmigración irregular en la región de Tánger y Tetuán. Unos 1.500 susaharianos han sido localizados y detenidos en los bosques próximos a Ceuta. En el operativo han participado 600 efectivos de las fuerzas auxiliares, miembros de la Gendarmería Real y Protección Civil, que han contado con la colaboración de las autoridades locales de Fnideq (Rincón). La operación comenzó a primeras horas del domingo.

Las fuerzas de seguridad marroquíes, con el apoyo de efectivos del ejército, han detenido en apenas tres días a unos 1.500 inmigrantes subsaharianos que se ocultaban en los bosques próximos a la frontera con Ceuta. Según publican algunos medios de comunicación del país vecino, se trata de “la mayor campaña” contra la inmigración irregular realizada por Marruecos en la región, pues ha contado con “más de 600” efectivos, entre militares, miembros de las fuerzas auxiliares (mehanis), de la Gendarmería Real y Protección Civil, que han contado con la colaboración de las autoridades locales del entorno de Beliones y Fnideq (Rincón).

Respecto a los medios materiales y según “testigos presenciales” citados por estos medios, han participado en el operativo más de medio centenar de vehículos. El dispositivo para el traslado de los subsaharianos estaba compuesto por 52 furgones y un autocar y se contó también con un camión de bomberos y dos ambulancias.

Según las mismas fuentes, y tal como confirman por parte de las fuerzas de seguridad españolas, la campaña comenzó a primeras horas de la mañana del domingo y se ha prolongado durante tres días.

En su edición del pasado 25 de abril EL PUEBLO informaba -tras un fin de semana que se saldó con un centenar de inmigrantes rescatados en el Estrecho-, de que cerca de un millar de subsaharianos habían emprendido el camino hacia la zona de Tánger desde Casablanca. Las fuerzas de seguridad españolas estaban alertadas de la situación y se esperaba la llegada progresiva de estos inmigrantes a lo largo de las siguientes semanas por el “efecto llamada” de las balsas.
 


El delegado cifra en 900 los inmigrantes en la zona

El delegado del Gobierno cifró ayer por su parte en “cerca de 900” el número de inmigrantes que se encuentran en zonas limítrofes con Ceuta a la espera de poder alcanzar las costas peninsulares o las de la propia ciudad autónoma. “No es que esté aumentando la presión migratoria, es que llega el buen tiempo y siempre que llega el buen tiempo hay un intento de pasar a la península por parte de esta inmigración subsahariana”, señaló. En relación a este fenómeno hay tres aspectos que el delegado asegura le preocupan, el primero, el “meramente humanitario”, saber que “sigue existiendo esa diferencia tan grave económica entre una parte de la sociedad del mundo y otra que la única salida a la que aspira es la migración”. En segundo lugar, está la preocupación por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, “que tienen que estar pendientes de estos temas y que de alguna manera eso genera un trabajo mucho mayor”. Por último, a González Pérez le preocupa esta presión porque Ceuta tiene “una capacidad de absorción muy limitada y si eso se llegara a desbordar tendríamos un problema”.

La cifra exacta de personas que esperan al otro lado de la frontera una oportunidad de llegar a Europa es difícil de establecer por falta de datos oficiales de Marruecos y además, es muy variable. La ONG Médicos Sin Fronteras cifraba el pasado mes de marzo en “miles” los subsaharianos que viven en las inmediaciones de las ciudades autónomas españolas. En su informe ‘Atrapados a las puertas de Europa’, MSF, que traspasó sus actividades en Rabat a lo largo de 2012 y se encuentra en estos momentos trabajando en el relevo del resto de operaciones en Oujda y Nador -esta última, junto a Melilla-, denunciaba las precarias condiciones de vida de estos inmigrantes en Marruecos.
 

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