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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 8 DE MAYO DE 2013

 
OPINIÓN / MANIFIESTO

¿Qué significa ser antisistema?

Por Frente Civico Somos Mayoría ¡Ceuta!


Mientras que se mostraba en pantalla a nuestro Coordinador general, micrófono en mano, durante la manifectación del Primero de mayo, cierto medio local audiovisual habló de “líderes antisistema”. Desde el Frente Cívico Somos Mayoría queremos pensar que tal etiqueta no fue puesta con mala intención, pero sí que nos gustaría expresar nuestra opinión acerca de este tipo de cosas, de este tipo de “detalles” que calan en la opinión pública y sirven, intencionadamente o no, para restar seriedad e importancia a cualquier tipo de movimiento social que pretenda efectuar un cambio de rumbo en las actuales políticas.

¿Qué significa ser antisistema? Realmente, a muchos de los que formamos el Frente Cívico y nos involucramos en los movimientos sociales, este adjetivo no nos molesta. O mejor dicho, no nos molestaría. No nos molestaría si “antisistema” significase estar en contra de un sistema corrupto que indulta a banqueros delincuentes, que ha robado la soberanía de los ciudadanos, que a través de instituciones como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Central Europeo sirve de mecanismo de dominación de los poderosos sobre los débiles, que recorta en Sanidad y Educación y niega asistencia sanitaria a imigrantes mientras efectúa amnistías fiscales que premian a los grandes defraudadores, que rescata bancos mientras echa a familias estafadas a la calle o que a través de los medios de persuasión inocula diariamente a los ciudadanos el mensaje de que la injusticia es necesaria y no hay otra alternativa. En ese caso, no habría problema y orgullosos proclamaríamos a los cuatro vientos que, efectivamente, somos antisistema. El problema es que el mensaje oficialista ha conseguido que tal adjetivo esté asociado a la violencia por la violencia, al vandalismo vacuo, al grito absurdo, a la destrucción de los valores democráticos y a veces, incluso, al terrorismo. Y no, no queremos que se venda esa imagen a la ciudadanía sin antes defendernos.

El Frente Cívico Somos Mayoría se basa en un programa con 14 puntos. Ninguno de esos puntos contradice ningún principio constitucional, ni ninguna libertad civil, ni ningún derecho fundamental. Muy al contrario, lo que pretendemos es que se profundice en el desarrollo de los artículos que conforman el documento del que nacen la mayoría de Constituciones democráticas contemporáneas, el documento que toda persona honrada y decente, con su ideología política personal, seguro que apoya y secunda: la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Creemos que aplicando las políticas actuales de la Troika es absolutamente imposible el cumplimiento de dicho documento, por lo que, a través de nuestra asociación, apelamos a la rebeldía y a la creación de un contrapoder, a la creación de una Constitución “material” que mediante la presión de las mayorías haga posible el desarrollo de los derechos sociales recogidos en la Constitución “formal”, papel mojado del que sólo se cumplen aquellos aspectos que protegen los privilegios del poder y que los dos principales partidos políticos no tuvieron reparo en reformar para dar prioridad al pago de una deuda ilegítima sobre los derechos básicos de la ciudadanía. Los derechos civiles son indispensables, pero también lo son los sociales, los que constituyen las bases materiales que hacen verdaderamente posible el ejercicio libre de los civiles. Creemos que la democracia es algo más que su forma procedimental. Creemos que sin seguridad laboral, sin justicia social y sin acceso a los derechos sociales más básicos, la palabra “democracia” se convierte en una democracia para ricos. Las peores aberraciones de la historia no han sido producto de la desobediencia, sino de la obediencia.

Pretendemos que todo aquel que comparta los puntos de nuestro programa se una a nosotros, pues creemos firmemente que sin la mayoría es imposible el cambio. Es esa mayoría silenciosa que se queda en casa la que puede hacer posible un giro de timón. A nadie se le pregunta cuál es su ideología, ni a quién vota. Para unir a personas con una visión del mundo similar en sus aspectos globales ya existen los partidos políticos y nosotros no pretendemos sustituir su misión de dar voz a las distintas ideologías. Quien esto escribe tiene una ideología política concreta que expresa a través de su voto y sus distintos actos y, a nivel personal, no comparte el “ni de izquierdas ni de derechas” que expresan ciertos partidos. Pero el Frente Cívico no es un partido y no niega la existencia de derechas o izquierdas, simplemente lanza unos puntos y deja que cada cuál considere si los comparte o no, aparcando a un lado los prejuicios y las diferencias. Pretendemos hacer hincapié en lo que une, acaparar mayoría para unos mínimos de urgencia. Hablamos de reforma fiscal para que los impuestos sean realmente progresivos, de lucha contra el fraude, de poner los sectores estratégicos de la economía al servicio del pueblo, de cortar los privilegios de ciertas instituciones o de un salario mínimo realmente razonable, entre otras cosas. Y todo con el apoyo de autoridades económicas que confirman la viabilidad del proyecto, que han colaborado en la elaboración del programa. No sabemos si somos antisistema, lo que sabemos es que somos demócratas.
 

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