PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - SÁBADO, 25 DE MAYO DE 2013

 

OPINIÓN / EL OASIS

Del Bosque y las comisiones de la publicidad
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

A partir de Helenio Herrera los entrenadores fueron respetados en España, adquirieron poder y consiguieron equipararse en dinero a los futbolistas más encopetados. El Mago supo imponer su carácter por encima de jugadores, periodistas, aficionados y directivos. Lo cual le granjeó la antipatía de los medios. A los que no dudó en poner en su lugar descanso.

En mi memoria prevalece lo bien que me hablaron en su día Manolo Ruiz-Sosa y Juan Segarra de HH. Los dos se deshacían en elogios hacia un técnico singular. Aunque ambos disentían de cómo tan grande entrenador conseguía estimular a sus hombres.

Lo de los estímulos es asunto que no conviene airear. Porque los deportistas han tratado siempre de rendir al máximo aun a costa de exponerse a vivir situaciones desagradables en todos los sentidos.

Helenio Herrera fue, cambiando lo que haya que cambiar, lo más parecido a José Mourinho. El cual ha demostrado que es uno de los mejores entrenadores que hay actualmente en el fútbol mundial. Tan grande como para no pararse a pensar en la grandeza del Madrid. Un tópico del que los verdaderos madridistas se hacen tirabuzones con él.

La grandeza del Madrid consiste en no propiciar que los futbolistas desobedezcan las órdenes impartidas por Vicente Del Bosque en su momento. Cuando las figuras del equipo se reían a mandíbula batiente de su forma física y de su falta de valor para cortar de raíz los caprichos de una plantilla que le tenía perdido el respeto.

La grandeza del Madrid consiste en que Hierro y Helguera no se dirigieran a Iker Casillas acusándole de chivato de la prensa cuando éste le contaba a Alfredo Relaño, director del Diario As, cuanto acontecía en el vestuario del Madrid.

La grandeza del Madrid consiste en que las alineaciones las haga el entrenador y no cualquier futbolista de la plantilla que esté dirigido por los medios de la capital. De una capital donde el número de tontos es mucho mayor que la de cualquier capital de provincias. Cuando hablo de tontos me estoy refiriendo a los periodistas.

José Mourinho fue fichado por el Madrid para que tratara de poner fin a una situación lamentable y que estaba menoscabando el prestigio de la Casa Blanca. Y lo primero que hizo es prescindir de Jorge Valdano. Argentino tan empalagoso como enemigo acérrimo de todos los entrenadores con posibilidades de triunfar en la Casa Blanca.

Y a partir de ese momento principió el martirio de Mourinho. Se echó encima al Grupo Prisa donde residen argentinos capaces de vender una burra por lo que ellos dicen y no por lo que vale. Martirio que se agravó cuando el portugués se dio cuenta de lo que era Casillas: un muchacho manejado por una mujer y por la publicidad de unas empresas que han pagado para que juegue aunque pegue petardos todos los días y fiestas de guardar.

El señorío del Madrid, tras la marcha de Mourinho, lo tendremos aceptando que las alineaciones las tienen que hacer entre Iker Casillas y Sergio Ramos. Mediante la bendición de Vicente del Bosque. Quien no cesa de criticar a José Mourinho. Y hasta se ha atrevido a decirnos que Casillas será titular con él en la Copa Confederaciones. Ay, las comisiones de la publicidad. Día llegará, pues, que nos enteremos de cómo las empresas que patrocinan los partidos exigen que jueguen ciertos jugadores. De hecho, el seleccionador nacional ya ha dicho que Casillas será titular con él. ¡Qué vergüenza, señor marqués!
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto