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Las Jornadas organizadas por la
Unión Federal de Policía han supuesto una interesante
corriente de opinión con las conferencias que se han
pronunciado y las mesas de debate, en las que se han
abordado cuestiones del máximo interés con interlocutores
válidos y aportaciones muy interesantes, que han contribuido
a enriquecer los conocimientos sobre las cuestiones
planteadas y del máximo interés. La seguridad siempre es una
cuestión que atrae la máxima atención y en este caso
concreto, con unas Jornadas monográficas, adquiere mucha
mayor importancia, máxime cuando en las mismas han
participado destacados responsables que, día a día, tienen
por oficio dedicarse a este ámbito.
En lo que respecta a Ceuta se ha dicho que requiere, por su
configuración geográifica y geoestratégica, políticas
integrales que compartan, junto a cuestiones específicas en
materia de seguridad, la ineludible inclusión social, basada
ésta en la educación y en las políticas de empleo, para
erradicar la marginación social que deriva a la
delincuencia. En este contexto la convivencia exige de la
necesaria cohesión social con las organizaciones de vecinos
y los habitantes de los barrios periféricos para buscar la
colaboración ciudadana.
Situar a Ceuta como paradigma de actuación ante el
terrorismo, como la ha definido el jefe de la Unidad Central
de la Comisaría General de Información, Santos Bernal,
aparte de ser loable nos aporta un plus de tranquilidad,
máxime cuando también se habla de las captaciones yihadistas
a Siria con la incidencia en la radicalización dentro del
islam, un comportamiento que también preocupa a quienes
profesan esta religión y se sienten molestos con la
utilización terrorista de un credo en el que no tiene cabida
la violencia.
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OPINIÓN / EDITORIAL
