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Las recientes Jornadas celebradas
en nuestra ciudad por la Unión Federal de Policía que han
traído hasta Ceuta a destacados dirigentes entre ellos, el
Director General de la Policía, Ignacio Cosidó, han dado
lugar a una serie de mesas de trabajo en las que se han
contrastado opiniones. En una de ellas, los dirigentes
vecinales de la barriada de El Príncipe, trataron de
justificar los apedreamientos que allí se producen, lo que
ha motivado que Víctor Duque, responsable de la UFP en
Andalucía considere estas manifestaciones como una
irresponsabilidad. Un análisis que ha derivado en un
pronunciamiento hacia esta barriada, donde la situación de
“ghetto” entendida como concentración de un grupo social
excluyente, es considerada por Duque con un carácter
interesado por una parte de sus propio habitantes al objeto
de sustraerse a las normas convencionales de educación y
convivencia que imperan en el resto de la ciudad.
La situación que manifiesta Víctor Duque es el
comportamiento excluyente de quienes, por su propia
idiosincrasia, quieren vivir al margen de la ley y se
convierten en elementos de difícil integración social porque
no quieren formar parte de la sociedad que se rige por el
Estado de derecho y, sin embargo, arremeten contra la
Policía como enemigos, atribuyéndoles a las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado acciones represivas, cuando
en realidad son garantes del orden constitucional. No caben
excusas para justificar actos delictivos amparándose en
argumentos banales o justificaciones que tienen mucho de
victimismo. La seguridad en una sociedad civilizada, ha de
estar salvaguardada por los servidores públicos destinados a
estas misiones. Los delincuentes tienen otro lugar de
destino.
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OPINIÓN / EDITORIAL
