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cultura - LUNES, 10 DE JUNIO DE 2013


El escritor ceutí Juan Antonio Palacios. cedida.

ENTREVISTA / Juan Antonio Palacios Escobar, escritor
 

«Los dos grandes males que
azotan a la humanidad son la insolidaridad y el aburrimiento»

El escritor ceutí Juan Antonio Palacios presenta mañana en el salón de actos de las las Murallas Reales, a las ocho de la tarde, su cuarta obra ‘Andares y caminos’
 

CEUTA
Martín Serrano

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El escritor ceutí Juan Antonio Palacios presenta mañana en el salón de actos de las las Murallas Reales, a las ocho de la tarde, su cuarta obra ‘Andares y caminos’. En esta entrevista el autor descubre sus interioridades narrativas, muestra sus pasiones y preocupaciones y ofrece su particular y docta opinión sobre las cosas que nos preocupan. En noviembre de 2009 Juan Antonio Palacios publicaba su primera obra, ‘Entre la hiel y el almíbar’, en la que el autor confiesa que no pretende enseñarnos nada, sino que simplemente nos invita a pensar que no debemos ser rehenes de nada, “no de la hiel que nos lleva a la amargura y al pesimismo, ni del almíbar que nos emborrache de alegría y optimismo”.

En noviembre de 2009 Juan Antonio Palacios publicaba su primera obra, ‘Entre la hiel y el almíbar’, en la que el autor confiesa que no pretende enseñarnos nada, sino que simplemente nos invita a pensar que no debemos ser rehenes de nada, “no de la hiel que nos lleva a la amargura y al pesimismo, ni del almíbar que nos emborrache de alegría y optimismo”, decía. Justo un año después, en 2010, Palacios a través de sus ‘Personajes estrafalarios’, pasea por el gran escaparate del mundo y ‘diseca’ con un agudo sentido de la caricatura a distintos personajes de la fauna humana, “cincuenta retratos de personas y situaciones, sobre todo del sector político y del entorno social y cultural que nos rodea”. En noviembre de 2011 ve la luz ‘Cabezas y gorros’ donde el autor aborda con fina ironía la sociedad de nuestro tiempo y vuelve a través de breves semblantes a poner en solfa las virtudes y los defectos morales de nuestro tiempo.

Mañana, en las Murallas Reales, a las ocho de la tarde, regresa Palacios a Ceuta para presentar su última producción ‘Andares y caminos’, una nueva apuesta editorial en la que el autor muestra su capacidad analítica y sus dotes peculiares para mostrarnos con simpatía pero también con crudeza la realidad que nos circunda.

• Pregunta.- ¿Qué supone para usted regresar a Ceuta para presentar su cuarta obra “Andares y caminos”?

Es como volver a los orígenes y eso es siempre un regreso a la autenticidad. No hay que olvidar que nací en la calle Almirante Lobo de esta ciudad y me crié en el barrio de la Cigarra hasta que muy joven me fui a estudiar a Madrid y me afinqué en Algeciras, que me ha tratado como uno de sus hijos.

Dicho esto he de aclarar que por principio y por concepción me siento ciudadano de la Tierra y creo que los hijos del ámbito del Estrecho, la calle más transitada del mundo, les llevamos ventaja al resto de los mortales porque por aquí han pasado todas las culturas y civilizaciones.

Tal vez por ese sentimiento de universalidad nunca he acabado de regresar porque jamás me haya ido, siempre he estado aquí formando parte de Calpe y Abyla, de Punta Almina y Punta Carnero, de San Amaro y el parque del Centenario.

El recinto de Las Murallas es un sitio emblemático de esta ciudad que tanto significa para usted…

Ya tuve oportunidad de presentar mi obra anterior “Cabezas y Gorros” en el salón de Actos de estas Murallas Reales tan bien reconstruidas y reformadas, como una excelente muestra de cuidado de un Patrimonio Cultural único y excepcional. He de agradecer al gobierno de la Ciudad Autonóma de Ceuta que se acordará de mí al igual que en esta ocasión, y de forma particular al responsable de Bibliotecas, mi buen amigo Pepe Alarcón.

Este recinto era para los de mi generación, lo que popularmente conocíamos como el Ángulo, y aquí además de hacer deporte o jugar a la pelota por libre cuando salíamos del Instituto, ya que tenía unas excelentes instalaciones, si nos situamos en la época de la que hablamos, principio de los años sesenta, la Unión África Ceutí , era también espacio para lo lúdico y el divertimento y donde nos dimos los primeros pases de baile en las veladas y verbenas que se celebraban y que contaban con la actuación de los artistas más punteros del momento de la escena nacional.

Desde su primer libro hasta ésta han pasado cuatro años ¿Cómo considera usted que ha evolucionado su obra?

Creo que para cualquier autor cada obra es completamente distinta, como para un padre sus hijos, aunque haya siempre un hilo conductor que da un sello y un estilo a cada creador.

De todas formas, son cuatro planteamientos muy distintos, si “Entre la Hiel y el Almíbar” es un canto a la búsqueda permanente del equilibrio dentro de la relatividad del ser humano, “Personajes Estrafalarios” es como asomarse al escaparate de la vida con una cámara que va fotografiando lo que se ve y lo que no, mientras “Cabezas y Gorros” es un alegato a nuestro permanente juego de papeles.

En el caso de “Andares y Caminos“ es un triple ejercicio a caballo entre la invitación, el disfrute de cada momento y espacio del camino y el juego para descubrir los mil colores que nos encontramos a lo largo y ancho de nuestra existencia.

Por tanto es un ejercicio para aprender a valorar la importancia de la búsqueda y la libertad, una obra molesta con el poder sea de la naturaleza que sea, una provocación para recuperar el valor ético de las ideas y los comportamientos, una estimulación a mirar con amplitud, sin orejeras y a no negar que hay otras miradas sobre una misma realidad

Creo que mi obra ha evolucionado positivamente en un doble camino de fuera hacia adentro y viceversa.

¿Se considera un testigo privilegiado de su tiempo?

Jamás he sobrevalorado la fortuna ni me he quejado de los contratiempos. Creo sin embargo que he sido una persona con suerte, rodeado de buena gente y he intentado mantener un espíritu positivo. Eso sí, he procurado desde la humildad y la naturalidad mantener la relatividad de mi papel en este mundo. He vivido social y políticamente momentos singulares y apasionantes, pero eso es solo una circunstancia que no nos debe hacer perder el seso.

Si hay una constante en su obra es una critica directa y sin tapujos a la clase política y a los políticos, habiendo sido usted un político de gran relevancia, no solo en la vecina Algeciras sino en toda la Comunidad Autónoma Andaluza. ¿Esto le permite estar en una situación de privilegio para que los lectores se crean lo que usted les dice o les denuncia?

En mi obra hay una referencia a la política y a la actuación de algunos personajes, pero mi posición tiene un doble objetivo.

En primer lugar es una defensa y reivindicación permanente al ejercicio de la POLÍTICA con mayúsculas como una de las actividades más dignas que puede realizar el ser humano desde su compromiso con la comunidad frente a la politiquería como madre de las tres ces, la cerrazón para entender otras posiciones, la conspiración para destruir todo lo que se oponga a sus deseos y la conspiración para ensuciarlo, destruir y comprarlo todo.

En segundo lugar es un canto a las tres des, la decencia, la dignidad y la diferencia como elementos que hacen posible construir entre todos una sociedad mejor.

¿Lo que usted escribe es como la vida misma?

Sería pretencioso decir que lo que reflejo en mis libros es la vida misma, quizás sería más realista afirmar que es como yo la veo, ya que mis obras son reflejo de dos ejes direccionales, la observación y la reflexión. Tanto la una como la otra sustentadas en una curiosidad inherentes a mi experiencia en la psicología, la política y mi acercamiento a la actividad periodística.

¿Pero usted piensa que podría ser mejor esa vida?

Indudablemente. Creo que no podemos resignarnos ni conformarnos, máxime cuando estamos asistiendo a una realidad llena de desigualdades e injusticias. Desde una óptica humanista y progresista, hemos de rebelarnos y aspirar cada día a una sociedad en la que el ser humano, viva donde viva, sea un sujeto con plenos derechos. Un ciudadano en el sentido pleno de la palabra.

¿Es posible erradicar la corrupción de la sociedad española, esa corrupción que ya denunciaba Quevedo en sus poemas y que no ha dejado de lastrar la vida española desde entonces?

No soy ni un buenista ni un ingenuo, pero una cosa es que se produzcan casos de corrupción dentro del marco sociológico y en los distintos aspectos de la vida y otra es aceptarlo como un fenómeno normal e irremediable.

Creo que hemos de batallar el conjunto de la sociedad desde cuatro ámbitos diferenciados pero complementarios, el educativo, reafirmando desde la escuela la importancia de una educación en valores, el judicial, siendo implacable con cualquier tipo de corrupción, no solo con la económica, y el económico, de tal manera que funcionen todo tipo de controles y dotando adecuadamente a quienes han de cumplir esas funciones y el político, procurando desde los partidos y la ciudadanía que al frente de las instituciones estén los más honrados y capaces éticamente hablando. El ejercicio de la política debe ser un compromiso, no una forma de ganarse la vida.

¿Usted enaltece lo bello y lo bueno de la vida y es especialmente duro con aquello que envilece la condición de la persona ¿es usted de los que defiende la bondad o la maldad como naturaleza propia del ser humano?

Ni una cosa ni la otra. Creo en el ser humano con todas nuestras contradicciones, pero soy exigente con valores a los que debemos aspirar en todo momento, como la honradez, la coherencia, la tolerancia, el respeto a las ideas de los otros y sobre todo el mantenimiento de la propia dignidad.

¿Usted ya ha andado por esos caminos de dios, ¿qué impresión le queda a esta altura de la película?

Como diría Antonio Machado, “he andado muchos caminos, he abierto muchas veredas, he navegado en cien mares y atracado en cien riberas”: la sensación que a uno le queda es agridulce y positiva, agria porque no podemos sentirnos satisfechos mientras haya personas que sufran o no tengan cubierto sus servicios básicos y dulce porque la vida me ha permitido conocer y aprender de gente de una grandeza moral e intelectual increíbles. Positiva, porque creo que a pesar de los malos tiempos que nos ha tocado vivir, cualquier tiempo futuro puede ser mejor.

¿Tenemos solución?

Podemos mejorar, siempre que no tiremos la toalla y no bajemos la guardia ante los dos grandes males que azotan a la humanidad, la falta de solidaridad y el aburrimiento. Por lo que hemos de mantener nuestro vecino vive a nuestro lado o en Australia, en la Calle Real de Ceuta o en la Quinta Avenida de Nueva York, y no perder la capacidad de sorprendernos.

Este es un libro que responde a una grave situación de crisis ¿es esta crisis solo económica o hay algo más?

Este libro intenta aportar su granito de arena en tiempos de crisis. Una crisis que en un mundo globalizado como el nuestro, es SOCIAL y afecta al ser humano en su relación con el mismo y sobre todo con los otros, anteponiendo permanentemente “el sálvese quien pueda “frente a “cómo podemos hacerlo”.

¿Por qué nos aconseja usted que compremos su nueva obra?

No soy amigo de dar consejos, diría más que es una provocación, que hago en primer lugar para que no se pierdan ni un solo día de sus vidas sin leer, y lo recomienden a sus amigos y a sus enemigos, pero además para que juntos comprobemos que pensar es un ejercicio divertido.

Un placer tenerle en Ceuta ¿Cómo ha sido la acogida de este nuevo libro al otro lado del Estrecho?

Me siento muy a gusto en esta ciudad que tanto sabe y huele a mar, y tan acogedora es su gente. He de reconocer que está siendo muy bien acogida, tanto en los lugares que como Algeciras, Sevilla, Cádiz, La Línea he estado, como en aquellos centros comerciales en los que he firmado ejemplares.
 

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