PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - SÁBADO, 15 DE JUNIO DE 2013

 

OPINIÓN / EL OASIS

Ancelotti
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Parece ser que el Madrid, mi Madrid, presentará muy pronto a su entrenador: será Carlo Ancelotti. De modo que el italiano, una vez que nos diga que se han cumplido sus mejores sueños, no debería olvidarse de invocar a sus santos predilectos y asimismo donar un buen dinero a la Iglesia a cambio de que todos los párrocos romanos comiencen a decir misas pidiendo por él.

Sería absurdo negarle la categoría que ha tenido Ancelotti como jugador y, cómo no, la que ha ido adquiriendo cual entrenador. Dicen de él que es educado, amable, considerado, etcétera. Y, por encima de todo, que es capaz de adaptarse a todas las situaciones. Es decir, que no tiene inconveniente en practicar el “Donde fueres, haz lo que viere”. Expresión tan de su tierra.

Así que Ancelotti asegura de entrada que se comportará y actuará según las costumbres y tradiciones del lugar madridista. Lo cual no deja de ser un regalo de Dios para quienes nos recuerdan a cada paso que el entrenador del Madrid debe adaptarse a la cultura del club.

De la cultura del Madrid son Iker Casillas y Sergio Ramos sus representantes sin par. Ambos, además, son parte principal de la esencia de ese señorío que atesoran los socios de tribuna que al orinar le llaman hacer pis y al culo pompi. Por consiguiente, lo que más le conviene a Ancelotti, en cuanto aterrice en Madrid, es reunirse urgentemente con Casillas y Ramos y, sobre todo, que no falte en la reunión Alfredo Relaño: director del ‘Diario As’. En esa reunión, vital en todos los sentidos, con mesa y mantel de por medio, en cualquier restaurante de los considerados merengones, lo primero que deberá saber Ancelotti es que Casillas jugará siempre por decreto periodístico. Hasta que Arbeloa lo vuelva a lesionar.

A partir de ahí, una vez que Ancelotti haya jurado por todos los suyos vivos y muertos, que Casillas no hay más que uno y que todas las alineaciones empezarán por él, se le irán enumerando otras imposiciones que no son negociables bajo ningún concepto. Ni siquiera teniendo al equipo en el primer puesto de la clasificación y a muchos puntos alejado del Barcelona.

a) Los periodistas deportivos, vamos, los del Grupo Prisa, irán a los desplazamientos compartiendo medios de transportes y hoteles con los jugadores. A fin de intimar con ellos y hablar por los codos. Y hasta pasear con las figuras para darse pote ante el público, y pasar por lumbreras de la cosa.

b) Alfredo Relaño habrá de estar enterado, con muchas horas de antelación a los partidos, de quiénes van a jugar y las misiones concretas que los jugadores reciban. De no ser así, el periódico, por medio de su enlace sindical, Casillas, contará cuanto le plazca con el fin de que sepamos, una vez más, que AR es quien maneja el devenir del club más laureado del mundo.

c) Cuando Julio Maldonado ‘Maldini”, experto en fútbol internacional, decida que el Madrid debe fichar a un colombiano, un suponer, al cual lleva siguiendo desde hace la tira de tiempo, el entrenador del Madrid habrá de ayudar a la causa del fichaje).

d) El entrenador está obligado a chivarse en cuanto descubra cualquier debilidad de Florentino Pérez. Ya que el presidente del Madrid, tras la marcha de José Mourinho, se ha convertido en el hombre a batir.

¿Ha dicho usted Sara Carbonero? “Sí”. De ella no se dirá ni mu. Porque Relaño es celoso. Muy celoso. Se lo comen los celos.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto