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OPINIÓN - DOMINGO, 1 DE SEPTIEMBRE DE 2013

 

OPINIÓN / DESDE LA OTRA ORILLA

Los cipreses creen en Dios y en el PP
 


José Salguero Duarte
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Hace unos días, las cadenas de televisiones estatales y autonómicas, emitieron imágenes de un grupo de políticos del PP, arropando en el follaje de una arboleda de Galicia, al jefe de esa formación y presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que se encontraba por allí disfrutando de sus vacaciones estivales.

Dicha estampa gallarda del presidente escoltado por un numeroso séquito fue patética. Porque el PP al querer exteriorizar fortaleza y unidad en su formación. Consiguió en mí todo lo contrario, con esa pantomima de caminata siendo llevado en volandas y casi bajo palio por sus afines y serviles. Faltándoles presuntamente a algunos del aparato propagandístico oficialista, haber llevado puesta la cofia con su caramba y el delantal.

Dichas vacaciones estivales del presidente, creo que no habrán sido del todo placenteras para él. Porque al no tenerlas todas consigo, tras ser obligado por el PSOE a primeros de agosto a que diera explicaciones en el Senado sobre el caso Bárcenas, y sobre la presunta financiación ilegal del PP... Las habrá empleado en preparar diferentes estrategias para hacer frente a lo que se le viene encima. Porque la presunta jauría política del PSOE y de los otros partidos, no le van a dar tregua alguna, e irán a por él hasta conseguir morderle en la yugular de su política, desde el minuto cero del nuevo curso político 2013/2014 que acaba de iniciarse.

Comienzo del curso que amenicé en mi gramola con marchas fúnebres, porque es un calvario lo que está sufriendo el pueblo. No teniendo esperanza alguna de que ni el PP ni el PSOE, con sus trouppes y palmeros, tengan capacidad alguna para solventar ni a medio plazo, la ruina a la que nos han llevado los unos y los otros. Con el agravante, además, de estar inmersos tanto el PSOE y la UGT de Andalucía, así como el PP a nivel nacional, en solventar las presuntas miserias internas que les enfangan hasta las cejas.

Consecuentemente, creo y entiendo, que las distancias y las directrices a seguir en el libro de rutas, las debe marcar siempre el pueblo y nunca los políticos. Por ello, a Mariano Rajoy, tenían que hacerle el mismo caso que él le está haciendo al pueblo llano, contribuyente y trabajador español; desde que se alzara con la presidencia del Gobierno, a raíz de la mayoría absoluta alcanzada en las elecciones generales de hace un par de años.

El golpe ‘democrático’ que asestó Rajoy a la población española fue durísimo, tras alcanzar la poltrona después de esas elecciones generales. Pillando a centenares de miles de sus votantes en fuera de juego, al no intuirse ni mínimamente las intencionalidades políticas de Rajoy, presuntamente preparadas en connivencia con el capitalismo y con la Iglesia.

Aunque, lo peor en España creo que aún no ha llegado. Por ello, desconozco, después de los más de seis millones de desempleados existentes actualmente, muchos de ellos viviendo en extrema pobreza, ¿cuántos españoles más seguirán engrosando las listas del paro? Porque los del PP de Marinao Rajoy y los otros van a proseguir desplumándonos e hipotecándonos de forma vitalicia sin ningún pudor. Mientras ellos y los suyos, han disfrutado y seguirán disfrutando de toda clase de delicatessen. Brillando por su total ausencia en España la justa distribución de la riqueza.

Así que, de proseguirse por esta calamitosa senda, de presuntos arbitrarios rateros y mangantes de guante blanco que hostigan, reprimen, carcomen, sangran y exprimen a las clases menos favorecidas. En España, cabe la posibilidad, de que ocurra una hecatombe parecida o similar, a lo acontecido en el mil novecientos treinta y seis. Pero si eso llegara a suceder, fatalidad que jamás deseo. No seré el que enarbole bandera alguna, porque todas están manchadas, hasta de sangre inocente. Y como la reconciliación nacional es imposible de conseguir por la inquina existente, aún proseguimos de duelo.

Siendo un claro ejemplo de lo anterior, lo acontecido en el programa de Las Mañanas de Cuatro de hace unos días, cuando al ser preguntado el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, si “los miembros de las Nuevas Generaciones del PP, que exhiben símbolos y banderas fascistas, ¿serán expulsados del partido?”. Contestó entre otras cosas: “En otros partidos tampoco deberían exhibirse banderas anticonstitucionales como la republicana. La República provocó un millón de muertos”.

Como don Hernando y hasta los cipreses creen en Dios y en el PP. Yo, no, porque Dios es inexistente y el PP al que él pertenece es retrógrado. Y quien provocó tantos y más muertos, fue el golpe de Estado de 1936 del tirano Franco, derrocando a la II República Española, emanada democráticamente de las urnas.
 

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