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El último episodio sucedido la
pasada madrugada a las puertas de un pub del Poblado
Marinero donde una persona resultó herida con la fractura de
cráneo a sólo 24 horas del asesinato por arma de fuego de
otro en la barriada de San José-hHadu en Huerta Téllez, no
hace mas que encender todas las alarmas y nos hace
plantearnos qué precio tiene la vida en este pueblo y cuales
son las razones a tanta violencia e inseguridad.
Si los tiroteos no parecen tener fin, menos aún es
entendible que, en una zona de ocio, donde acuden tantos
ceutíes a disfrutar de su tiempo libre, se convierta en un
foco de violencia y en un lugar de riesgo para la seguridad
ciudadana. No es extraño que un partido político como
Coalición Caballas exija un Plan de Emergencia sobre
Seguridad Ciudadana, para acordar una serie de medidas
tendentes a cortar de raíz esta situación que está
degenerando en una espiral de violencia que atemoriza a la
población.
La dinámica que afrontamos requiere actuaciones urgentes,
medidas eficaces, y erradicar cualquier atisbo de
inseguridad ciudadana, porque de no hacerlo, ponemos en
riesgo la vida de muchas personas a consecuencia de las
diversas vertientes que la violencia viene adquiriendo:
desde las armas de fuego a las armas blancas o a las
agresiones brutales como la que mantiene a una persona en la
UCI del hospital.
Se habla de creciente ola de inseguridad y constatamos que,
lejos de exagerarse, lo cierto es que se vienen sucediendo
una serie de episodios violentos e incluso, trágicos a los
que hay que poner fin cuanto antes. Nos va a todos la
seguridad y la ciudad requiere que los resultados en este
asunto vayan acompañados de la eficacia necesaria para
tranquilizarnos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
