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                     El pasado mes de julio compartí 
					con los lectores de este medio de comunicación una reflexión 
					personal titulada “Un sueño hecho realidad”. Una 
					colaboración en la que recordaba mis sentimientos hacia una 
					modalidad deportiva que ha marcado mi trayectoria vital y 
					profesional, el tenis. Una trayectoria con dos nombres 
					propios, Francisco Trujillo y Mustafa Amechrak, mi padre y 
					mi primer entrenador respectivamente. Si el primero fue 
					quien puso por primera vez una raqueta en mis manos, el 
					segundo fue quien me formó como jugador de tenis. 
					 
					Mis primeros recuerdos se remontan a principios de los años 
					ochenta. Mustafa Amechrak “Mustafita” deleitó con su 
					depurada técnica aprendida a miles de kilómetros a los 
					amantes de la raqueta. Servicio ajustado, subida a la red y 
					volea certera protagonizaron enfrentamientos contra los 
					mejores jugadores nacionales y marroquíes en las pistas de 
					los clubes locales, Perla del Mediterráneo y Tenis Ceuta, 
					animando con ellos a cientos de ceutíes a iniciarse en la 
					práctica de esta modalidad deportiva. Durante años sus 
					sabias enseñanzas formaron a cientos de ceutíes, inculcando 
					en ellos su amor por el deporte de la raqueta. 
					 
					Por todo ello, quienes formamos parte de la gran familia del 
					tenis ceutí tenemos la obligación de rendirle homenaje 
					participando activamente en el Torneo de Tenis “I Memorial 
					Mustafa Amechrak”, que comenzó en el día de ayer en las 
					instalaciones del Club de Tenis y Pádel Loma Margarita, 
					hasta el próximo domingo día 22 de septiembre. Un sencillo 
					homenaje organizado con la única intención de homenajear a 
					nuestro maestro, nuestro compañero, nuestro amigo, Mustafa 
					Amechrak. Desde este pequeño espacio de opinión animo a 
					todas las instituciones públicas, dirigentes y aficionados 
					al tenis a apoyar esta iniciativa. 
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