PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - SÁBADO, 28 DE SEPTIEMBRE DE 2013

 

OPINIÓN / EL OASIS

Derbi apasionante
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Entendí siempre las razones por las que Joäo Havelange, presidente de la FIFA durante 24 años, se negó a introducir los medios técnicos apropiados para enmendarles la plana a los árbitros. Solía decir que lo mejor de fútbol era que los aficionados pudieran discutir al día siguiente todo lo ocurrido en los partidos. Y, sobre todo, los errores arbitrales.

Los yerros de los árbitros no han dejado nunca de valer un Potosí. Tienen un valor incalculable cual motivo de distracción. Como diría un castizo: es una buena capa que todo lo tapa. Y qué decir cuando la metedura de pata del juez de la contienda es, amén de grave, favorable a uno de los equipos grandes de la competición. Desde el miércoles, pues, no se habla de otra cosa que no sea del penalti indicado por Muñiz Fernández contra el Elche y que le dio la victoria al Madrid.

Muñiz Fernández viene acaparando la atención de todos los medios. Es el hombre más vapuleado de España en estos momentos. Está siendo sambenitado sin piedad. Si hoy existiera la pena de la hoguera, al tal Muñiz no le salvaría nadie de ir derecho a la pira vivito y coleando. Una vez interrogado a fondo por Sánchez Arminio; presidente del Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Fútbol.

Mientras se habla del árbitro nacido en Bélgica y perteneciente al Colegio asturiano, el personal se ha olvidado por unos días del ‘caso Barcenas’, de lo pesado que son los catalanes reclamando la independencia, de la corrupción casi generalizada que hay en el país, de la cantidad de parados con cuarenta años para arriba que están condenados a no hallar nunca más un empleo que les impida no sufrir de pánico, y de tantas y tantas cosas desgraciadas que vienen ocurriendo en una España en la cual Rodrigo Rato, según Dolores de Cospedal, es un ejemplo de todo lo bueno que tenemos los españoles. Que Santa Lucía le conserve la vista.

Entretanto, como si todo estuviera previsto por designio divino, hoy se juega otro partido de fútbol de los que desatan pasiones. Es el derbi por antonomasia: Madrid-Atlético. Y coincide, además, con que el equipo rojiblanco, dirigido por el Cholo Simeone, se ha convertido en un conjunto temible para cualquier rival de los llamados encopetados. Ya que sus jugadores cumplen a rajatabla la misión encomendada y lo hacen convencidos de que ello les proporciona muchas posibilidades de triunfo.

El Madrid, en cambio, está ofreciendo, hasta ahora, un recital de dudas. Se le nota demasiado que sus jugadores no saben a qué juegan. Evidencian desorientación a cada paso. De ahí que Benzema parezca más tuercebotas que figura pagada a precio de oro; que Ramos se haya creído que es un compendio de Maldini y Beckenbauer (qué mal le ha sentado al muchacho de Camas marcar un penalti a lo Panenka); que a Isco le hayan convencido de que es un trasunto de Zidane; que el sentido de equipo brille por su ausencia y que todo el peso de éste, hasta el momento, esté recayendo en dos hombres: Cristiano Ronaldo y Diego López.

Así, con tan escasos recursos mostrados por un equipo tan repleto de buenos jugadores, cabe pensar que el Atleti llegue crecido al Bernabéu. Aunque a los madridistas siempre nos queda la esperanza de que el Madrid saque a relucir su casta. Eso sí, los habrá invocando a sus santos preferidos para que Antonio Miguel Mateu Lahoz, árbitro del partido, pegue el petardo. Ya que una buena capa…
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto