PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 29 DE SEPTIEMBRE DE 2013

 

OPINIÓN / SNIPER

Ceuta y Melilla, un polvorín con mecha islamista
 


José Luis Navazo
yebala07@yahoo.es

 

El premonitorio titular podría haber sido mío (coincido plenamente en el análisis salvo algún matiz como definir “árabe” a Marruecos) pero, la tierra para el que la trabaja, fue publicado el pasado 11 de julio en la contraportada de “El Mundo” por Luis María Anson, en su sabrosa y habitual columna “Canela fina”. Periodista de raza y maestro de periodistas, el incombustible Anson es también miembro de la Real Academia Española. ¿No lo han leído en ambas ciudades norteafricanas todavía bajo soberanía, nominal al menos, española…? Pues les copio algunos extractos:

“La gran política consiste en prevenir, no en curar (…) Hassan II ideó una estrategia a largo plazo para minar Ceuta y Melilla: la continuada compra de propiedades por marroquíes y la infiltración tenaz de musulmanes. Hoy, parte de esa infiltración está con el fundamentalismo islámico, cuando no con el terrorismo y en cualquier momento se producirán en Ceuta y Melilla actos violentos al estilo de los que desbarataron la presencia francesa en Argelia. Es cierto que Marruecos se muestra como aliado de España contra un eventual terrorismo islámico. Pero sería no conocer a los árabes si creyéramos en su sinceridad política. El Gobierno marroquí, por la cuenta que le trae, combatirá las acciones terroristas pero se aprovechará de ellas para transformar el estatus de Ceuta y Melilla. Estamos a punto de meter las manos en el fuego. Las dos ciudades españolas, que nunca en la historia fueron marroquíes, son un polvorín y nuestros servicios de inteligencia han alertado ya de la situación límite a la que están llegando. En Moncloa, se continuará con la fórmula arriólica: no ver nada, no oír nada, no decir nada. Pero una política seria y responsable exigiría enfrentarse abiertamente con la situación y establecer una estrategia a medio y largo plazo que garantice la estabilidad de Ceuta y Melilla. Lo único que le falta a nuestro presidente es que le estalle entre las manos el polvorín de Ceuta y Melilla y que nos encontremos con atentados en cadena de unos terroristas sin control. La seriedad política exige prever la situación límite a la que nos acercamos, antes de que no quede otro remedio que sajar el tumor, taponar la hemorragia e intentar curar la enfermedad”. Anson dixit.

Entiendo que el artículo del maestro complementa mis dos últimos tiros (columnas del 27 y 30 de junio), que les invito a repasar: “Notas políticamente incorrectas sobre el yihadismo en Ceuta” y “Ceuta y Melilla, ¿ciudades corsario-islamistas bajo bandera española?” Si tienen alguna duda, diputados con sentido del Estado podrían solicitar en el Congreso informes sobre Ceuta y Melilla preparados, arduamente, por la Guardia Civil, la Policía Nacional, el CNI o los servicios de inteligencia (lo que queda, vamos) del Ejército. Es lo que hay y se lo cuento hasta donde puedo.

En cuanto a los últimos operativos contra el terrorismo islamista (ahora me cito yo), “…. la clave de bóveda no estaría en la deriva terrorista en sí, si no en la continuada labor de adoctrinamiento y radicalización islamista que sufre una buena parte de la comunidad musulmana de la ciudad (sobre 50.000 personas a la baja, es decir más de la mitad ya de la población total), substrato ideológico previo sobre el que florece y medra el terrorismo islamista cuyas raíces vienen creciendo desde hace al menos veinte años en Ceuta (…) En Ceuta y matizando al delegado del Gobierno en la ciudad, Francisco Antonio González Pérez, no es que haya habido solo “dejación en el control del yihadismo”. Peor aún: desde los años ochenta, cuando ya se estaba incubando el huevo de la serpiente, ha habido dejación, negligencia y cobardía a varias bandas, dejándose crecer impunemente el islamismo radical y sus prédicas, caldo de cultivo del actual terrorismo yihadista. Porque de aquello polvos, no lo duden, vienen estos lodos (…) El terrorismo yihadista no me preocupa, entrecomillado. Es un problema meramente policial, abordable técnicamente. El gran problema es el proceso gradual de islamización radical de la ciudad, tenebroso proyecto emboscado y firmemente asentado actualmente en varias mezquitas que delimitan el perímetro ceutí: desde At Tauba (antigua Darkawia) en Príncipe a Ibn Rochd (Averroes) en Benzú, pasando por la matriz de la secta del Tabligh en Hadú (Al Noor) o la de Recinto Sur, entre otras. Tal parece que las autoridades no acaban de digerir aquello de “Con vuestras leyes os conquistaremos y con nuestro Islam os someteremos”, pues de otra forma no se explican las incautas complicidades y generosas ayudas financieras que sostienen el entramado islamista, tanto en Ceuta particularmente como en el resto de España. Un islamismo radical por otro lado que, desde hace tiempo, ya tiene en Ceuta (y Melilla también) cobertura política con nombre y apellido, además del “compañero de viaje” o “tonto útil” anexo al guión. ¿Son hoy día Ceuta y Melilla trasunto de ciudades corsario-islamista radicales bajo los colores de la bandera roja y gualda…?. Ese es el auténtico problema. Y cada año que pasa, más”. Unido a ello, prosigo ahora, la financiación indirecta y a veces encubierta de parte del entramado del islamismo radical por la Ciudad Autónoma. La última, intentando comprar el silencio sobre el “caso Urbaser” de un conocido político islamista de la Ciudad, más caballa él que nadie, facilitándole una vez más puestos de trabajo para que siga adjudicándolos a dedo entre los suyos o pactando, como no podía ser menos, con la secta islamista radical del huidizo “Risitas” y su clan familiar emboscado en el cementerio musulmán de Sidi Embarek. Y en Melilla, de añadido, el “limes” rompiendo. Visto.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto