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OPINIÓN - LUNES, 7 DE OCTUBRE DE 2013

 
OPINIÓN / ANALISIS

Yolanda Bel “resucita” el Gürtel de Ceuta tres años después

Por Alejandro S.


La crónica política parece que se escribe con renglones torcidos. El 16 de noviembre de 2010, la oposición en la Asamblea de la Ciudad Autónoma de Ceuta, comparó el cese de José Antonio Rodríguez, a la sazón Consejero de Gobernación de Gobierno de Juan Vivas con el caso Gürtel, investigación iniciada en febrero de 2009 dedicada a una presunta red de corrupción política vinculada al Partido Popular. La destitución del consejero de Gobernación se produjo después de que el Gobierno hubiera afirmado que en su actuación no hubo delito y sí irregularidades administrativas.

En declaraciones a los periodistas, el líder del principal partido de la oposición, Mohamed Alí (Unión Demócrata Ceutí), comparó este caso con la trama Gürtel en lo referente a la práctica de fraccionamiento de las facturas al estimar que “es un caso de corrupción que tiene similitudes con lo ocurrido en Ceuta”. Para el portavoz de la UDCE las afirmaciones del Gobierno ceutí para explicar la destitución “han sido una pantomima y una tomadura de pelo, ya que no aporta nada nuevo porque ya se sabía lo que iban a decir”. Incluso no descartaba acudir a la justicia, porque ”quedaban datos sin justificar”. Por su parte, el secretario general del PSOE, José Antonio Carracao, dijo que se trataba de la auditoría realizada se llevó a cabo por encargo, cosechada y cocinada a fuego lento, por lo que la intención del Gobierno no es esclarecer lo ocurrido”.

La portavoz del Ejecutivo ceutí por entonces, Yolanda Bel precisamente, argumentó que una auditoría había determinado que sólo hubo una serie de “irregularidades administrativas” en la tramitación de las facturas correspondientes a las obras desarrolladas en la Policía Local y en los bomberos. Y hete aquí que por mor de las circunstancias y las casualidades de la vida, es ahora Yolanda Bel quien se ve envuelta en un presunto caso, igualmente de fraccionamiento de pagos que en su día le costó el puesto a su excompañero.

Idéntica situación y circunstancias que deberían desencadenar idéntico final, para una fórmula que antaño fueron “irregularidades administrativas” en la tramitación de facturas. Ahora, como variante, ha surgido una Asociación Anticorrupción denominada “Conciencia Libre” que pone el acento en dos cuestiones que no son baladíes. Presuntos delitos de prevaricación y tráfico de influencias. Ahí queda eso.

En verdad que se trata, como diría un castizo, de algo que no es plato de buen gusto, ya que con independencia de que se quiera descalificar a quienes registraron dicha Asociación, hemos de ir al fondo de la cuestión y no quedarnos en las ramas como si no quisiéramos ver el bosque: ¿Hay o no posible delito? ¿Si ha actuado cumpliendo los preceptos normativos? ¿Por qué se fracciona el pago: para eludir controles exigidos por ley? Con estos procedimientos “a medida”, ¿qué se pretende? ¿Favorecer a alguien? ¿Ocultar algo? ¿Dónde queda la Ley de Transparencia del Partido Popular?

Con la dinámica al estilo del “tío Roque” de hacer cada uno lo que le plazca, llevamos una trayectoria de sobresaltos: El caso Urbaser judicializado, las dimisiones “por razones familiares”, los que dejan los puestos de responsabilidad pero no el escaño, mesas de contratación que no dejan de ser esperpentos administrativos dignos de los hermanos Alvarez Quintero. Eso si que son sainetes y más sainetes señor Carreira.

Lo cierto es que, lo que hace tres años le costó el cese fulminante a un miembro del Gobierno Vivas, ahora parece que a otro miembro –un caso similar-, se quiere defender como si estuviéramos diciendo un disparate. En realidad, Yolanda Bel, ha “resucitado”, tres años después, otro Gürtel en Ceuta, a menos que la oposición que acuñó tal calificativo en 2010, ahora piense lo contrario. Ya es sospechoso que Mohamed Alí, en esta ocasión no haya dicho ni pío, porque al menos, José Antonio Carracao, se ha mantenido en su línea de coherencia, pero el portavoz de Caballas, parece no haber visto ninguna similitud con ambos casos. O se olvidó de lo que dijo entonces o se olvida de encontrarle paralelismo a lo que sucede en estos momentos con lo ocurrido hace tres años o es cada vez más claro el pacto oculto que Caballas ha alcanzado con el Partido Popular. Y es que, como diría la canción, “como hemos cambiado”. La permisividad de la coalición Caballas de Ali y Aróstegui con el Gobierno de Vivas está llegando a cotas impensables, que con toda seguridad le pasará factura en las próximas elecciones.

Los fraccionamientos de pagos son un procedimiento similar antes y ahora, ya que en ambos casos se trata de Consejeros, aunque las consecuencias –por el momento-, son distintas. ¿Dónde está la diferencia?

En 2010 intervinieron los sindicatos de la Policía local y ahora, no. En la actualidad, ha sido una Asociación Anticorrupción quien ha puesto el foco sobre una conducta atípica.
 

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