PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 29 DE OCTUBRE DE 2013

 
OPINIÓN / ANALISIS

Calificativos que definen el nivel de indignación

Por Alejandro S.


El PSOE considera una temeridad e irresponsabilidad de Juan Vivas que acometa la remodelación de la Marina por más de 5 millones de euros cuando hay otras necesidades más perentorias. Consideran los socialistas que Vivas ha perdido la cordura y la sensatez si da viabilidad a un proyecto de tal calibre que se considera una obra faraónica, sin atender carencias endémicas en nuestra ciudad.

Desde el PSOE se ve como una temeridad este tipo de actuaciones y no les falta razón cuando carecemos de red de saneamiento en numerosas viviendas a las que se les cobra el alcantarillado sin tenerlo en la zona periférica, cuando carecemos de un albergue para transeúntes, cuando tampoco tenemos camping que es obligado para poblaciones de más de 50.000 habitantes, cuando se carece también de un Centro de menores, cuando hay 7.000 pobres en Ceuta que requieren del Banco de Alimentos víveres para su subsistencia, cuando nuestras barriadas precisan tantas atenciones como se reclaman y no siempre se atienden. En definitiva, un verdadero rosario de penurias que convierten en insultante para la inteligencia de quienes han tenido conocimiento que Juan Vivas se ha empeñado en una obra cercana a los 6 millones de euros.

En unos momentos en los que no se habla más que de crisis económica, austeridad, recorte de salarios, paro y más paro, aumento de los medicamentos ansiolíticos por el creciente aumento de las depresiones a causa de las dificultades de la vida, Juan Vivas pierde el control y la sensatez, convirtiéndose en el egocéntrico dispuesto a ejercer de Caudillo y tratar de pasar a la posteridad con una obra innecesaria por superflua e insultante por temeraria.

No le falta razón a Nuria Miaja cuando alude a las carencias básicas en infraestructuras para prestar servicios públicos con estándares de calidad, ni a la reducida inversión pública del Estado por la coyuntura económica, sin olvidarnos de los recortes en Educación y Sanidad que tantas protestas han desatado.

Mirar para otro lado, hacer oídos sordos a estas cuestiones es de una paranoia extraordinaria y es una forma de reírse públicamente de quienes lo están pasando extremadamente mal, muy mal, sufriendo unas necesidades extremas. Por ello, hablar ahora de cerca de 6 millones de euros en una remodelación, en un lavado de cara, para cambiar una imagen, resulta tan estrambótico como impropio de un Gobierno al que se le llena la boca de hablarnos de la sostenibilidad del sistema y de tantas gaitas, que llegados a este punto de los 5,4 millones de euros, dan la sensación que no se lo creen ni ellos.

¿Cómo son tan osados de maltratar a los ciudadanos y dispensarles con tan poco respeto? ¿Serán capaces de pedirles luego los votos mirándole a los ojos? ¡Qué vergüenza!
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto