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OPINIÓN - SÁBADO, 2 DE NOVIEMBRE DE 2013

 
OPINIÓN / DIWALI

Cuando la luz vence a la oscuridad

Por Juan Carlos Ramchandani*


Diwali suele caer en el mes de Kartik (octubre/noviembre) el día de Krishna Amavasya, es decir, el día de luna nueva. Este año 2103, el día principal es el 3 de noviembre (aunque la festividad comenzó el 31 de octubre). Se considera ésta la noche más oscura del año. Diwali o Dipavali significa “una hilera de luces”. Se conmemora el retorno del Señor Rama a su reino de Ayodhya después de haber cumplido catorce años de destierro y haber recuperado a su esposa Sita, que fue raptada por el demonio Ravana. Para dar la bienvenida a Rama y Sita, los habitantes de Ayodhya les recibieron con dipas (lamparillas de aceite) y flores, ahí se originó el nombre de Dipavali. La festividad de Diwali se prolonga durante tres días (en algunas regiones de la India dura cinco días), en los cuales se realizan ofrendas a Sita y Rama. En el Sur de la India, esta festividad esta asociada con el Señor Krishna quien mato al demonio Denukasura y liberó a las miles de princesas que este tenía cautivas. La fiesta de Diwali también está asociada con Lakshmi Devi, la Diosa de la Fortuna. Se cree que la riqueza (Lakshmi) no entrará en la casa si ésta se encuentra a oscuras, por eso se encienden lamparillas de aceite para dar la bienvenida al Señor Rama y atraer a Lakshmi Devi.

En el noroeste de la India, es el tiempo de cerrar los libros de contabilidad y empezar un nuevo año comercial. Es tradicional hacer regalos de oro y plata, así como dar caridad a los necesitados y estrenar alguna prenda de vestir. Es allí donde también se realizan elaborados fuegos artificiales y reina un ambiente festivo en la calle.

Este año el muhurta o tiempo propicio para realizar las ceremonias de Diwali son desde las 18.05 hasta las 20.50 horas, según los cálculos astrológicos específicos para nuestra ciudad.

La festividad de Diwali es muchas veces confundida con el año nuevo hindú, pero no es así, en la India los seguidores del Sanatan Dharma o Hinduismo celebran el año nuevo durante el mes de Chaitra (equivalente a marzo/abril). El año hindú en el que nos encontramos es el Yugabda 5114 y cada año tiene una temática o lema, este año es Vijaya que significa el año de la “victoria”. Si quisiéramos hacer un estudio comparativo con otras tradiciones religiosas, podríamos decir que Diwali equivale a las Navidades cristianas. Mientras que en el cristianismo se celebra el nacimiento de Jesús, los hindúes durante la festividad de Diwali celebramos el regreso de Dios en su forma de Sri Rama. Bien, la pregunta podría ser ¿entonces por que se dice que entramos en el año tal o celebramos el año…? En la India existen varios calendarios religiosos, uno de ellos es el Vikrama Samvat seguido especialmente en el noroeste del país. Este calendario se instauró cuando subió al trono, el rey Vikramaditya de Ujjain en el año 57 antes de la Era Común. Este rey además de un gran regente siguió el ejemplo que miles de años antes había hecho Sri Rama: ser un rey ejemplar en su comportamiento personal, cuidar de sus súbditos, ser un esposo e hijo ideal y mantuvo gran parte de la India unida bajo su corona. La coronación de Vikramaditya ocurrió el día de Diwali, y no es que la fecha fue elegida al azar sino que fue señalada previamente por los brahmanes o sacerdotes consejeros del rey, que consideraron que esta era la fecha más propicia para comenzar su reinado. Entonces a partir de aquel día todos los Diwalis no sólo se celebra el regreso del Señor Rama después de 14 años de destierro, sino que se celebra la coronación de Vikramaditya en el año 57 antes EC. Este año entramos en el 2070 de la Era Vikrama.

Lakshmi, Diosa de la Fortuna y el Amor

No existen templos dedicados exclusivamente a la adoración de Lakshmi. Por lo general se la adora como esposa de Vishnu ya sea en el mismo altar o en otro lugar del templo. Sus devotos la adoran en los hogares y la mayoría de los hindúes tienen una foto suya en los altares de sus casas o negocios. Durante el Diwali se realizan ofrendas de frutas y dulces a Lakshmi para propiciar su llegada a los hogares y tiendas. Lakshmi además de ser la diosa de la fortuna y el amor, es la protectora y el ejemplo a seguir de la mujer hindú.

Las Enseñanzas del Ramayana y su simbología en Diwali

Como diría el gran maestro Swami Prabhupada: “devoción sin filosofía es fanatismo y sentimentalismo, y la filosofía sin devoción es una especulación árida”. Hay que tratar de alcanzar y mantener el equilibrio entre la vida material y espiritual, y vivir de acuerdo a unos valores morales que se han transmitido de forma oral y más tarde por escrito, donde Sri Rama nos enseña con su propio ejemplo.

Sri Rama es Dios encarnado, la séptima encarnación de Vishnu. Quien decidió volverse humano y durante un tiempo olvidar su divina identidad. Por recuperar a su esposa Sita, tuvo que luchar muchas batallas y enfrentarse a muchos demonios. Los viajes de Rama también son un reflejo del viaje que cada alma hace. Al igual que Rama, nosotros sufrimos en nuestras propias vidas: pérdidas, desilusiones, destierros y a veces también aceptamos que a través de estas experiencias podemos redimirnos y mejorar como personas. Las penurias que sufre Rama, de una forma también son las nuestras, aunque las de Él son en un contexto divino.

El tema principal del Ramayana es la eterna lucha del bien y el mal, la luz y la oscuridad, y las consecuencias de nuestros actos pasados. En el Ramayana nos encontramos con el sacrificio de la libertad en nombre del deber y el honor. El amor además de un sentimiento, demanda de un servicio, la devoción de Rama por Sita y de esta por Rama, por sus súbditos, por su padre. El amor trasciende status sociales, razas e incluso especies, el devoto más grande de Rama, es un mono llamado Hanuman, símbolo de la devoción eterna y entrega total al supremo. En el Ramayana también nos encontramos con el ejemplo de la vida sencilla en el bosque y los primeros pasos de la ecología, “vida sencilla con pensamiento elevado” donde Sri Rama se adapta a la nueva situación de vivir en el bosque a pesar de ser un príncipe. El sufrimiento de Sita la consorte eterna de Rama, y una encarnación de Lakshmi la Diosa de la Fortuna, es debido a que se encuentra separa de su Señor. Por eso los grandes maestros espirituales recomiendan, que siempre a Dios se le adore junto a su consorte, junto a su energía femenina en las formas de Lakshmi-Narayana, Sita-Rama y Radha-Krishna. El demonio Ravana trató de disfrutar de la Diosa de la Fortuna, sin su esposo y como consecuencia le vino la muerte, desgracia y ruina de su pueblo. Si hoy estrenamos prendas de vestir, es porque los habitantes de Ayodhya así lo hicieron para recibir a Sri Sita Rama. Si nos ponemos nuestras mejores joyas, es porque vamos a recibir a Dios, no para lucirnos o competir con otras personas. Los habitantes ricos de Ayodhya estando muy felices por el retorno del Señor, dieron caridad a los necesitados, este ejemplo deberían de seguir los más beneficiados materialmente. Y que cuando invoquen a Lakshmi recordemos que no es solamente la Diosa de la Fortuna material sino también de la riqueza espiritual que es la que realmente perdura, y no olvidemos que Lakshmi es la Diosa del Amor.

La desacralización de Diwali

Desgraciadamente con el paso de los años, los ideales y motivos de la festividad de Diwali se van diluyendo, y lo que era una celebración inminentemente espiritual, llena de colorido y luz, sana alegría, rituales, cantos devocionales e intercambios de regalos y dulces. Ha pasado a ser una fiesta comercial, donde la importancia material de los regalos, a ver quien estrena el vestido más caro, y quien bebe más alcohol han pasado a tomar un lugar prominente, desplazando el verdadero Diwali a un plano secundario.

Creyendo en los seres de buena fe, deseo que este Diwali, sea el año que invitemos en nuestras vidas a la pareja divina Sita Rama, y que podamos ser buenas personas y buenos hindúes todo el año, y no sólo en Diwali. Ser hindú es un estado de conciencia y una práctica de regulaciones, una forma de vida, ser hindú no es ni una raza ni una nacionalidad, hay que ser hindú todo el año. El firmante de este artículo lleva difundiendo la cultura y enseñanzas del hinduismo de forma continua desde hace más de 25 años. En el año 2010 y 2011, el autor de este articulo junto a la Asociación Dharma Yoga celebro para el disfrute del pueblo de Ceuta, dos festivales de Diwali, que han pasado a la historia por su calidad cultural, espiritual y de capacidad organizativa. Otros simplemente, año tras año se dedican a adular a la clase política gobernante y obtener subvenciones sin claro destino y réditos personales, sin tener en cuenta que la cultura hindú debe de ser compartida tal y como es, con to dos los ciudadanos sin distinción alguna. El remate final de este año es que se permiten cambiar y alterar fechas a su conveniencia, sin tener en cuenta las escrituras, los maestros y la astrología que rige el calendario religioso hindú, basado en ciclos lunares. Es mi deseo que los hindúes de bien despierten del letargo, apatía y desidia en la que se encuentran, y como el guerrero Arjuna se levanten y luchen por el dharma y el buen nombre del hinduismo en nuestra ciudad, desligándose de cantamañanas, iluminados por internet, traidores y trepas aprovechados que lo único que pretenden es confundir al hindú, al ciudadano de a pie y a nuestros gobernantes.

Que la pareja divina Sri Sita Rama les bendiga a todos sin excepción.

SHUBH DIWALI, FELIZ DIWALI

*Juan Carlos Ramchandani (Krishna Kripa Dasa) es sacerdote hindú, Doctor en filosofía tradicional hindú, maestro de yoga y autor de 12 libros y numerosos artículos. Para más información puede visitar su blog: http://jcramchandani.blogspot.com.es/
 

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