PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - LUNES, 4 DE NOVIEMBRE DE 2013

 

OPINIÓN / LA ZARPA

Por sus obras les conoceréis
 


Julio Basurco Díaz
opinion
@elpueblodeceuta.com
 

Todos los Presidentes que hasta 1998 se turnaron en el Gobierno de Venezuela fueron blancos de rasgos occidentales, algo que cambió con la llegada de Hugo Chávez y su relevo en la figura de Nicolás Maduro. Por vez primera, el negro, el mestizo, el indígena, el pobre, el invisible, el “otro” se ve reflejado en sus gobernantes. En Venezuela, las clases subalternas ya no son manejadas por unas oligarquías al servicio del gran vecino del Norte y el FMI, sino que es el pueblo mismo el que lleva las riendas de su destino, con sus contradicciones, sus fallos y sus tropiezos. Eso se llama democracia.

Nicolás Maduro es un conductor de autobús, un hombre humilde del pueblo que habla como el pueblo. El componente religioso, por desgracia en mi opinión, es muy fuerte entre los venezolanos. Y Maduro es un venezolano más. Lo malo de las salidas de tono de Maduro es que hace que los medios de manipulación mundiales al servicio de la oposición racista y clasista venezolana tengan algo con lo que desprestigiar la causa bolivariana. No hablan de las subidas de salario mínimo, ni de la matriculación universitaria, ni de un 70% de población antes analfabeta y olvidada que ahora come tres veces al día y tiene derecho a Sanidad y Educación, ni de la unión de los pueblos del continente, ni de la reducción de la pobreza y la muerte infantil. Prefieren dar cobertura mediática a un pajarito y a una cara en una excavación, haciendo gala de ese eurocentrismo tan nocivo y condescendiente. Yo soy ateo y respeto que cada uno crea lo que quiera, pero no entiendo muy bien qué legitimidad moral o intelectual puede tener un practicante católico, judío, musulmán o de cualquier otra confesión para reírse de las declaraciones de Maduro. No entiendo que mientras se considera respetable creer que alguien abrió el Mar Rojo o que Cristo, hijo de una Virgen, resucitó al tercer día de su crucifixión, se considere de risa que otro religioso piense que alguien se le aparece desde el más allá. La base empírica es la misma que la de cualquier otra declaración religiosa: ninguna, cuestión de fe.

Apuesto a que muchos de los que se han mofado de Nicolás Maduro son militantes del PP. Y apuesto a que muchos de ellos, en cambio, ven completamente normal que varios de sus líderes pertenezcan a una organización como el Opus Dei o que Esperanza Aguirre convoque a un sacerdote para dar su bendición en la inauguración de una nueva sede de su partido. Desde luego, estoy seguro de que al menos Fátima Báñez, la ministra que públicamente le pidió ayuda a la Virgen del Roció para salir de la crisis, apoya al 100% la decisión de doña Esperanza, como seguramente estará de acuerdo con que varios ministros acudan a la beatificación de varios religiosos del bando fascista de nuestra Guerra Civil.

A mí no me gusta nada que Maduro diga en público lo que, a mi parecer, son absolutas sandeces, pero eso no hace que ignore lo realmente importante: sus políticas sociales. Prefiero a una persona como Maduro, con las excentricidades propias de la cultura cristiana que los europeos llevamos a América, que a alguien de la catadura moral del señor De Guindos. Este señor, antiguo director en España de Lehman Brothers (una de las entidades financieras culpables de la crisis económica mundial), que negó en 2003 la existencia de la burbuja inmobiliaria, es decir, este embustero, se atrevió a declarar hace unos días que en España ya no hay miedo a perder el trabajo. Sinceramente, preferiría que mi Ministro de Economía trabajara para que la economía de mi pueblo fuese mejor y que, de vez en cuando, me hiciera sentir vergüenza con afirmaciones religiosas pasadas de rosca. Prefiero eso a sentir que se ríe de tantas familias que tienen que malvivir con salarios de hambre.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto