| 
                     A pesar de las tópicas 
					declaraciones a la belleza de esta tierra por parte de 
					políticos, “caballitas” y estómagos agradecidos, la certeza 
					es que no se ha sabido, querido o podido aprovechar el 
					enclave de esta ciudad para sumarse a la casi única 
					industria que le va quedando a España: EL TURISMO. Y a que 
					viene esto, pues por qué venir lo que se dice venir no viene 
					nadie salvo los que generan las estadísticas cocinadas más 
					los despistados. 
					 
					Poblaciones cercanas a Ceuta han aprovechado circunstancias 
					consideradas adversas durante años para generar empleo, por 
					ejemplo el viento en Tarifa; otros pueblos aprovechan su 
					“monocultivo” como generador de riqueza, empleo y 
					reconocimiento, por ejemplo Benahavis, con 12 campos de golf 
					en su término municipal. 
					 
					Mientras estas poblaciones cercanas han convertido sus 
					defectos en virtudes y en puntales de la industria del 
					turismo, uno para ricos, mas o menos, y otra para menos 
					ricos, mas o menos, aquí desde que se fueron los paraguayos 
					y las juras de bandera no han sabido, podido o querido 
					atraer turistas que contribuyan a generar empleo y riqueza 
					más allá de los planes de empleo o las ayudas europeas- 
					nacionales. En Turismo nos hemos movido entre la ocurrencia 
					y la idea peregrina. 
					 
					Se han construido obras emblemáticas, que palabro tan 
					horrendo, justificadas como importantísimos recursos 
					turísticos, sin que hayan cumplido una mínima parte de las 
					expectativas generadas para atraer visitantes y sobre todo 
					la esperanza como polo de empleo. En esto últimos años hemos 
					oído de todo para justificar que éramos participes de la 
					industria turística, a saber: 
					 
					-Que el Parque sería el principal atractivo turístico de la 
					ciudad y parte de África, cuando va camino de convertirse en 
					una cara piscina municipal. 
					 
					-Justificación de la Manzana del Revellín como impresionante 
					obra arquitectónica, para gustos los colores, y reclamo sin 
					parangón del turismo de congresos que se celebran en Ceuta, 
					como muchos y siendo generoso son 7 al año, celebrándose 
					gracias al esfuerzo de los organizadores locales, en este 
					asunto de congresos mejor no caparnos con provincias 
					cercanas. 
					 
					-También se presentó Ceuta como una prolongación de la Costa 
					del Sol. Sin comentarios. 
					 
					-No podemos olvidar que hemos sido objeto de deseo turístico 
					de los del sombrero, de los pueblos de Andalucía, de los 
					portugueses. 
					 
					-Y por supuesto los cruceros, que nos iban a remediar todos 
					los males; pues anda que no hay que tragar cruceros de 
					“retales” para que llegue uno bueno de los que van a las 
					Islas Griegas, a Barcelona o Roma, si Gibraltar recibe mas 
					que todos los cruceros del año, pues que los incluyan en la 
					lista de cruceristas. 
					 
					-Incluso han llegado ocurrencias recurrentes: El turismo de 
					Marruecos, que siendo bueno no es lo absoluto al presentar 
					cuestiones particulares, por un lado son tres meses al año, 
					siempre que no caiga Ramadán en uno de ellos y por otro una 
					frontera que es un embudo. 
					 
					-2 mares, 2 continentes también ha sido otra propuesta 
					fallida, tanto que nade se ha enterado de que iba. 
					 
					-Y como no, la estrella, los deportes náuticos, se ha 
					querido hacer bandera del submarinismo pero sin sacar toda 
					el paño para tejerla, nos hemos quedado a medias, por cierto 
					esta promoción únicamente ha propiciado la pesca submarina 
					sin control que está esquilmando nuestras costas. 
					 
					-No existe un fondeadero para yates y veleros en la Bahía 
					Sur. 
					 
					-No hay ninguna actuación o espectáculo que recoja las tan 
					manoseadas cuatro culturas, también esta ha sido otra idea 
					fallida, pero bien justificada políticamente. 
					 
					El turismo en Ceuta se ha movido entre el “coitus 
					interruptus” y “el gatillazo”. 
					 
					Qué decir la Estación Náutica, una propuesta tardía y lejos 
					de los potenciales clientes, con estaciones intermedias que 
					aún nos alejan más del objetivo: atraer turismo a Ceuta, 
					siendo su contribución fotográfica 
					 
					¿Puede esta ciudad, que depende del monocultivo de las 
					ayudas públicas, sumarse a la industrial turismo?¿ Qué otro 
					“cultivo” podemos explotar en Ceuta más allá de la limosna 
					presupuestaria? ¿Podemos al menos disfrutar de las miajas de 
					la primera industria del País o debemos cerrar “el 
					chiringuito”? ¿Podemos ofrecer algo distinto y serio? 
					 
					La respuesta podría ser positiva; aunque sea por puro 
					instinto de supervivencia, lo tenemos a la vista. Nuestra 
					HISTORIA, con mayúsculas, la antigua y la más reciente, es 
					difícil encorar en un lugar en el que una línea del tiempo 
					de 2.500 años de historia se concentre en tan poco espacio, 
					a pesar de los destrozos y abandonos, en un muro de 3 mts de 
					grosor puede condensarse la historia de Ceuta, desde los 
					prerromanos hasta nuestros días y esta circunstancia 
					histórica en escasos lugares puede apreciarse tan 
					evidentemente. Nuestra historia tiene un elevado componente 
					militar, de defensa, conquista, traiciones y heroicidades, 
					como parte de esta historia es fundamental el componente 
					humano y este lo hemos tenido hasta tiempos recientes, como 
					nadie en España, junto con Mellilla, y este capital lo 
					componen los hombres que durante años cumplieron el servicio 
					militar en Ceuta, miles de españoles cumplían cada año “la 
					mili” en Ceuta hasta finales de los 90 Calculen 15.000 
					hombres por año durante los últimos 30 años, resten los que 
					no puedan o no quieran venir, a los que queden multipliquen 
					por dos, siempre vendrían acompañados. El resultado es una 
					cantidad envidiable a día de hoy. 
					 
					Gasten el dinero de promociones y ferias en atraer a estas 
					personas, hagan razonables ofertas y nuestras calles 
					volverán a verse con aquellos que durante años las patearon, 
					coordinen con la Comandancia General, dando sentido a la tan 
					cacareada “comunión” sociedad-ejercito, con el tiempo los 
					malos ratos de la mili se recuerdan con nostalgia. Esta 
					promoción puede extenderse a funcionarios o ceutíes que se 
					fueron. 
					 
					Sinceramente que hacemos en FITUR y otra ferias, sin ningún 
					plan, por que ir “pa’ na” es tontería, aparcando cerca de 
					paraísos turísticos para volvernos como siempre con manos y 
					palabras vacías. 
					 
					Las conclusiones finales sobre el desarrollo o subdesarrollo 
					del turismo en Ceuta son: 
					 
					1º.- Siempre son necesarios los tontos útiles, aunque se lo 
					hayan ganado a pulso.- 
					 
					2º.- La escasa fe del poder político en el turismo como 
					fuente de empleo y riqueza. 
					 
					-3º.- Que para el poder económico de la ciudad el turismo no 
					es una cuestión interesante para su cuenta de resultados. 
   |