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economía - MARTES, 5 DE NOVIEMBRE DE 2013


PORTEADORES BAJAN DEL BIUTZ. REDUAN.

FRONTERA Y PASO DEL BIUTZ
 

La intermitencia de paso de mercancías impuesta por Marruecos colapsa la frontera

Los porteadores marroquíes fueron dispersados de la zona del Biutz y se algoparon en la frontera de El Tarajal para intentar pasar las mercancías al país vecino
 

CEUTA
Antonio García

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La intermitencia de paso de mercancías impuesto por las autoridades fronterizas de Marruecos, con cierres que llegaron a casi las dos horas, provocaron un verdadero caos, primero en la zona de paso del Biutz, y luego en la frontera de El Tarajal. Los agentes de la Unidad de Intervención Policial del CNP tuvieron que dispersar a los porteadores usando sus defensas y, según testigos presenciales, disparando bolas de goma. Los marroquíes, portando en sus espaldas enormes cargas, se dirigieron hasta la frontera, lugar en el que los agentes de la Guardia Civil se tuvieron que emplear a fondo para evitar problemas graves.

Fueron muchos los porteadores que ayer se dieron cita en el polígono de El Tarajal y ello tiene su lógica; primero por que era lunes y segundo, por que ya ha finalizado la fiesta del Borrego.

Las calles del polígono estaban prácticamente intransitables y los porteadores se agolpaban para pasar por el Biutz sus mercancías con destino a Marruecos.

El primer problema del día surgió cuando las autoridades marroquíes cerraron el paso de entrada de mercancías al país vecino en el periodo comprendido entre las nueve y las once y media de la mañana, lo que provocó que los porteadores comenzasen a concentrarse en la zona aledañas al paso del Biutz.

Tras el parón, los marroquíes decidieron abrir el paso de una forma intermitente, lo que conllevó que las colas comenzarán a andar con lentitud y los porteadores, a duras penas, lograban realizar sus labores. Sobre las doce y media de la mañana llegaron los primeros problemas.

Con media hora nada más para el cierre del paso del Biutz, los nervios comenzaron a aflorar y eran muchas las personas que comenzaron a agolparse en la zona, según explicaron a este diario testigos presenciales y comerciantes de las zonas cercanas.

Los problemas no tardaron en llegar, y sobre las doce y media de la mañana, los agentes de la Unidad de Intervención Policial de la Policía Nacional se vieron obligadas a tener que intervenir para dispersar al contingente de personas que se había acumulado en la zona.

Los agentes tuvieron que emplear material antidisturbio con los concentrados, viviéndose momentos de mucha tensión.

Un caso curioso fue el de una ceutí que iba a bordo de su vehículo y que fue, según relataron testigos presenciales, golpeada por la Policía y luego detenida.

A la una, el paso del Biutz echó el cierre, pero el problema se tornó grave, ya que había muchas personas que permanecían en el lugar cargada de bultos que no habían podido atravesar al vecino país debido a la intermitencia del paso impuesto por las autoridades marroquíes.

Tras un compás de espera, los porteadores que no habían podido atravesar el paso decidieron ir con sus mercancías hacia la frontera.

Aquí llegó el problema más serio. Cientos de porteadores se concentraron en los aledaños de paso fronterizo en su intento de llevar a cabo sus labores, que estaban encaminadas a no perder su día de trabajo y, por tanto, sus jornales.

Según pudo conocer este periódico, todo apunta a que el responsable español de la frontera se negaba a que circulasen mercancías por este paso, ya que normalmente se hace por el Biutz. La concentración de porteadores marroquíes fue “in crescendo” y los agentes de la Guardia Civil y algunos de la Policía Local trataban de poner orden como podían, ya que las personas cargadas de bultos pasaban y cruzaban y corrían el peligro de ser atropelladas, incluso, por los vehículos que circulaban en dirección a Marruecos.

Ya sobre las dos y media de la tarde, la situación comenzó a tornarse insostenible y los agentes de la Guardia Civil tuvieron que comenzar a emplearse para conseguir poner orden en la zona.

Los porteadores fueron conducidos a una puerta que continuaba en una manga en la que apenas podían pasar con sus cargas y la circulación se tornaba lenta.

Mientras, los agentes de la Benemérita trataban de poner orden en lo que empezaba a convertirse en un caos, evitando de esa manera que se produjese una avalancha de porteadores que hubiera tenido algunas consecuencias.

En un momento se unieron a los guardias civiles agentes de la Unidad de Intervención Policial del CNP, aunque mientras los de la Benemérita se empleaban a fondo, los de la UIP solo miraban atentos.
 

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