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La problemática alrededor del
colapso de paquetería en Correos, no hace mas que destapar
un sinuoso sistema que, lejos de facilitar el tránsito de
envíos a Ceuta, lo complica en exceso por mor de una serie
de formalidades que enredan mas que facilitan, unos trámites
que se están convirtiendo en un nudo gordiano para tantos
pequeños empresarios que tienen en la paquetería su vida
comercial. Los desajustes entre interpretaciones de normas,
aplicaciones de las mismas, y la realidad tangible, lleva a
que la regulación de entrada de mercancías se convierta en
complejo enredo donde las formalidades conllevan más
problemas que soluciones.
La Confederación de Empresarios ha alzado la voz para poner
énfasis en unos trámites que, de no solucionarse,
provocarían graves perjuicios a los pequeños empresarios que
son la mayoría del sector en Ceuta. Las dos semanas de
colapso en Correos, por la falta de agilidad y la escasez de
personal, han supuesto un problema añadido a la actividad
comercial de nuestra ciudad. Una situación esperpéntica con
Correos desbordado de paquetes, Aduanas sin permitir que los
particulares se autoliquiden las mercancías aunque no haya
normativa que lo impida, y las interpretaciones de la ley a
ojo de buen cubero, llevan a un desenlace absurdo en el que
los únicos perdedores son los empresarios.
El sector comercial ha puesto la alarma en el perjuicio que
se ocasiona a los intereses económicos de los empresarios
que ven su mercancía paralizada por una cuestión de
interpretación. Si antes era el ciclo comercial completo lo
que lastraba el funcionamiento empresarial, ahora surge el
DUA, la retirada de la subvención de la Ciudad a Correos y
la falta de personal del servicio postal contra los
intereses comerciales.
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OPINIÓN / EDITORIAL
