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OPINIÓN - MARTES, 19 DE NOVIEMBRE DE 2013

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

El arzobispo de Granada
 


Jesús Carretero
opinion
@elpueblodeceuta.com
 

Lo que nos faltaba ya, para que se dé otro empujoncito a ir apartando de nuestra propia vida cuotidiana a la propia Iglesia.

Y es que, con la cantidad de asuntos importantes que, en nuestros días, tiene la propia Iglesia, que ahora mismo salga a escena todo un arzobispo, y de Granada, no de cualquier sitio, dejando aconsejar la sumisión de la mujer, es como para cerrar la puerta y no detenerse, ni siquiera, al toque de las campanas.

Hace pocos días, yo oía a alguien, tras esas reuniones del PSOE, que lo primero que había que hacer era eliminar la casilla referente a la Iglesia, en el IRPF, algo que me molestó sobre manera y que no podemos aceptar nadie de los que, en su día, hemos nacido en el seno de la Iglesia Católica.

Yo, personalmente, rechazo eso de quitar un apartado al que se puede acudir libremente quien quiera, repito que lo rechazo, pero siendo sinceros consigo mismos, por la misma regla de tres, tenemos que rechazar esos consejos, tan a destiempo, que parte ahora del círculo del señor arzobispo en ese:”Cásate y sé sumisa”, sólo faltaba a esto haber añadido:”hasta que te quiera maltratar”.

Es de suponer que alguien le debe hacer reflexionar, para que se retracte de esa incongruencia que acaba de aceptar.

Y no es extraño que, en estos momentos, recorra, en la mayor parte de las parroquias de Granada, un profundo malestar, por estas recomendaciones.

No se puede ver de otra forma. Hay cientos de sacerdotes, con pocos medios y con mil dificultades, que tratan de mantener viva la llama eterna, hasta que salta un “jerifalte eclesial” con esa tolerancia de sumisión por parte de la mujer, en los momentos más críticos, ahora, cuando docenas de mujeres, cada año, mueren por la barbarie y la brutalidad de ciertos hombres, más cercanos a las bestias que al propio hombre.

Muy mal, muy poco acertada, ha estado la “orden-sugerencia-aceptación” de Francisco Javier Martínez. El arzobispo se ha columpiado y se ha columpiado en el terreno más resbaladizo que tenía a sus pies, por lo que nada me extraña, y estoy a mil años luz de ellos, que Izquierda Unida haya pedido en Granada la actuación de la Fiscalía, por si esas palabras, título del libro, representan una clara apología de la violencia, en contra de las mujeres.

La editorial Nuevo Inicio, presidida por el arzobispo de Granada, no ha tenido tino y el arzobispo menos, al haber dado de paso algo que atenta contra la propia mujer.

Las críticas llueven por todas partes y aquí parece que el “vale todo” está llegando a demasiados rincones de la Iglesia, contra la que no sólo van aquellos que se enfrentan a la Iglesia como tal, sino también aquellos otros que queriendo ser más papistas que el Papa, con sus palabras, con sus recomendaciones y con sus formas de manifestarse están atentando contra parte de la sociedad y contra la propia Iglesia.

Y no está hoy la Iglesia para que desde dentro se le tire barro, los tiempos no le son los más favorables, por lo que es una ignominia que sea, desde dentro, desde donde, también, se la ataca.

Desde hace muchos años yo, que soy seguidor a ultranza del mundo taurino, vengo diciendo que la ruina y el problema de la fiesta de los toros viene desde dentro, desde los propios taurinos, pues bien, con la Iglesia parece que puede ocurrir otro tanto, si hasta un arzobispo es capaz de aceptar, respecto a la mujer, eso de “Cásate y sé sumisa”. No sé si el monseñor tiene madre o si tiene hermanas, pero lo que no creo que aceptara es que a su madre, en su día, o a sus hermanas hoy se las sometiera, como hace cien años, por ejemplo. Los tiempos cambian, para la Iglesia, también.
 

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