PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - VIERNES, 22 DE NOVIEMBRE DE 2013

 
OPINIÓN / COLABORACION

La hípica de Ceuta, contra la ley de transparencia

Por Carlos Folch Valero


Son muchos los ciudadanos que están esperando la aprobación definitiva de la Ley de transparencia, acceso a la información publica y el buen gobierno. Esta ley descubrirá ante la opinión publica las verdaderas circunstancias de muchas subvenciones y ayudas desproporcionadas y sin control, donde solo se ve un despilfarro del dinero publico. Esta circunstancia es lo que esta ocurriendo en la hípica de Ceuta, ya que cada día descubrimos la realidad del despilfarro del dinero publico en la hípica de Ceuta, con esta ley se comenzara a descubrir las verdaderas cantidades de dinero publico que se destina a la hípica de Ceuta, y nos sorprenderemos de la cantidad de dinero de los ciudadanos que se gasta realmente. Son muchos los millones de euros gastados en la hípica de Ceuta, y al ritmo que siguen dentro de no mucho tiempo tendremos que sumarle más dinero publico a la hípica de Ceuta, sin que se vea ningún tipo de resultado a tal despilfarro.

No hace mucho tiempo el actual adjudicatario del contrato por adjudicación directa y sin concurso publico, dijo en los medios que si seguía al frente de la hípica de Ceuta, realizaría un montón de proyectos e ideas que tenia, pues pasado ya más de dos meses del nuevo curso seguimos viendo que lo único que hace es esa liga que copio, nada mas. Los políticos sacan pecho de los alumnos que están inscritos en la escuela de equitación, pero solo eso, están.

Retomando el tema de la transparencia, quiero que leáis el primer párrafo del preámbulo de la ley, que destaca claramente el espíritu de la misma, y se podrán comprobar como los políticos de Ceuta no se acercan a estos fundamentos, “La transparencia, el acceso a la información pública y las normas de buen gobierno deben ser los ejes fundamentales de toda acción política. Sólo cuando la acción de los responsables públicos se somete a escrutinio, cuando los ciudadanos pueden conocer cómo se toman las decisiones que les afectan, cómo se manejan los fondos públicos o bajo qué criterios actúan nuestras instituciones podremos hablar de una sociedad crítica, exigente y participativa”.

El objetivo de esta ley es evitar atropellos a la ciudadanía como los que se están realizando con la hípica de Ceuta por parte de los políticos de nuestra ciudad, “Artículo 1. Objeto.

Esta Ley tiene por objeto ampliar y reforzar la transparencia de la actividad pública, reconocer y garantizar el derecho de acceso a la información relativa a aquella actividad y establecer las obligaciones de buen gobierno que deben cumplir los responsables públicos así como las consecuencias derivadas de su incumplimiento”.

Al mismo tiempo la ley deja muy claro donde se aplicara, en este sentido no olvida a Ceuta, como en algunas ovaciones los políticos de Ceuta se han quejado, “ Artículo 2. Ámbito subjetivo de aplicación. 1. Las disposiciones de este Título se aplicarán a: a) La Administración General del Estado, las Administraciones de las Comunidades Autónomas y de las Ciudades de Ceuta y Melilla y las Entidades que integran la Administración Local”.

En cuanto al buen gobierno de los políticos de nuestra ciudad, se alejan mucho del espíritu de la ley con respecto a este tema, ya que los principios fundamentales del buen gobierno, “Principios éticos: Actuarán con transparencia en la gestión de los asuntos públicos, de acuerdo con los principios de eficacia, economía y eficiencia y con el objetivo de satisfacer el interés general. Ejercerán sus funciones de buena fe y con dedicación al servicio público, absteniéndose de cualquier conducta que sea contraria a estos principios. Respetarán el principio de imparcialidad, de modo que mantengan un criterio independiente y ajeno a todo interés particular. Asegurarán un trato igual y sin discriminaciones de ningún tipo en el ejercicio de sus funciones. Actuarán con la diligencia debida en el cumplimiento de sus obligaciones y fomentarán la calidad en la prestación de servicios públicos. Mantendrán una conducta digna y tratarán a los ciudadanos con esmerada corrección. Asumirán la responsabilidad de las decisiones y actuaciones propias y de los organismos que dirigen, sin perjuicio de otras que fueran exigibles legalmente”. “Principios de actuación: Desempeñarán su actividad con plena dedicación y con pleno respeto a la normativa reguladora de las incompatibilidades y los conflictos de intereses. Guardarán la debida reserva respecto a los hechos o informaciones conocidos con motivo u ocasión del ejercicio de sus competencias. Pondrán en conocimiento de los órganos competentes cualquier actuación irregular de la cual tengan conocimiento. Ejercerán los poderes que les atribuye la normativa vigente con la finalidad exclusiva para la que les fueron otorgados y evitarán toda acción que pueda poner en riesgo el interés público, el patrimonio de las Administraciones o la imagen que debe tener la sociedad respecto a sus responsables públicos. No se implicarán en situaciones, actividades o intereses incompatibles con sus funciones y se abstendrán de intervenir en los asuntos en que concurra alguna causa que pueda afectar a su objetividad. No aceptarán para sí regalos que superen los usos habituales, sociales o de cortesía, ni favores o servicios en condiciones ventajosas que puedan condicionar el desarrollo de sus funciones. En el caso de obsequios de una mayor relevancia institucional se procederá a su incorporación al patrimonio de la Administración Pública correspondiente. Desempeñarán sus funciones con transparencia. Gestionarán, protegerán y conservarán adecuadamente los recursos públicos, que no podrán ser utilizados para actividades que no sean las permitidas por la normativa que sea de aplicación. No se valdrán de su posición en la Administración para obtener ventajas personales o materiales”.

Como se puede observar, casi todos los párrafos de la ley que muy pronto estarán en vigor, han sido vulnerados por la adjudicación directa y sin concurso de la hípica de Ceuta. Por tal motivo solicito de los políticos de nuestra ciudad coherencia u sentido común, un cambio de aptitud, y que saquen a concurso publico la hípica de Ceuta.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto