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sucesos - JUEVES, 28 DE NOVIEMBRE DE 2013


misa por macarena. nicol´s.

fallecimiento
 

Macarena, hija del afilador, ¿Porqué?

Baldomero, el padre de Macarena Santiago
Rodríguez, se pregunta qué fue lo que sucedió para que dejara a su hija en la UCI a las ocho de la noche y a las nueve y media de la mañana le comunicaran su fallecimiento
 

CEUTA
Antonio García

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La palabra “su hija está estable” se ha convertido en una pesadilla para Baldomero, una persona afilador de profesión y muy conocido en Ceuta, que el pasado día 21 perdió a su hija, Macarena, de 42 años y que deja esposo y dos hijos menores, tras haberla dejado el día antes ingresada en la UCI, “estable según me dijeron los médicos”

La frase le atormenta en su mente y Baldomero aún tiene fuerza para contar que su Macarena, su niña, padecía la enfermedad de Wilson, un dolencia que afecta al hígado.

Su niña, como la recuerda Baldomero, sobrellevaba muy bien la enfermedad desde los doce años, aunque hace pocas fecha el doctor que la venía atendiendo aconsejó que ingresase en el Hospital por su dolencia, relata el padre, que agrega que a los cinco o seis días se trasladó para conseguir el historial médico y entregarlo.

A Macarena, prosigue el progenitor, le confirmó hace años la enfermedad toda una eminencia en la materia, el doctor Bruguera, dice Baldomero.

Hace tres meses, según el relato, “se puso malita y le dije al internista que iba a Algeciras y que me diera el número del busca, a lo que accedió”.

De seguida se planteó el traslado hasta la Unidad de Trasplantes de Córdoba, dijo Baldomero, “se habló con Manuel Mata, que confirmó la evacuación”.

Tras ello, prosigue con su relato, me dirigí para interesarme por el asunto de la evacuación y no había nada del asunto”.

De seguida “hablé con el internista, quién me comunicó que los digestivos se habían hecho cargo del caso de mi hija y que él no tenía nada que ver”.

De sus palabras se desprende que es aquí cuando comienzan los problemas.

“Los digestivos me dicen que la niña está bien y que no hay evacuación. La situación empeoró y le extrajeron siete botellas de líquido y le dijeron que le daban el alta”, dijo el padre.

A los cuatro o cinco días, cuenta Baldomero con voz entrecortada, “mi hija me dice: papá estoy mal”, por lo que la familia decidió su ingreso por urgencias.

“Hablé de nuevo con los digestivos y a los dos días le volvieron a sacar siete botellas de líquido. En ese momento supliqué el traslado”.

Posteriormente, “me llamaron de Córdoba para un cita interna y “la señorita me dijo que era para el día 21”. “Mi hija estaba empeorando, pero los doctores me dijeron que estaba bien”.

El día 20, “mi niña empeora y a la una de la tarde me comunican que la tenían que trasladar urgente a Málaga, con hora de salida a las 14.30. El traslado no se produjo y a las 20.00 horas ingresa en la UCI, diciéndome que erapara fortalecer para ir a la cita. Estuvo bien por la noche y nos fuimos a casa y las diez menos diez de la mañana comunicaron a mi hijo el fallecimiento.
 

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