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                     Como ciudadano, que lo soy a pesar 
					de quienes critican mis planteamientos, exijo que el Estado 
					sufrague íntegramente la sanidad y la educación de todos los 
					residentes en España. Como militante de base del Partido 
					Popular, que también lo soy a pesar de las dudas de unos 
					pocos, también exijo de igual manera, que el Gobierno de mi 
					país asegure la gratuidad de estos dos servicios esenciales 
					para el desarrollo humanos. Por tanto, resultan totalmente 
					evidentes cuales son mis criterios respecto a estas dos 
					cuestiones, no pueden existir dudas al respecto. 
					 
					Una vez hechas estas aclaraciones, es momento de recordar 
					donde se encontraba este país antes del 20 de noviembre de 
					2011 y donde se encuentra hoy. Tenemos la obligación moral 
					de recordar como este país se precipitaba irremediablemente 
					hacía un colapso financiero equiparable al sucedido en 
					Grecia. Todos, unos más que otros, recordamos la falta de 
					rigor de las cifras facilitadas por el Ejecutivo socialista 
					a nuestros socios comunitarios, cifras erróneas tal y como 
					conocimos meses después, y que obligaron al nuevo equipo a 
					asumir dichos errores y adoptar las medidas necesarias para 
					reconducir la situación.  
					 
					Es cierto, el programa electoral con el que el Partido 
					Popular concurrió a dichos comicios no se ha cumplido, pero 
					es que España estaba a punto de solicitar un rescate 
					financiero total, que habría supuesto, sin ninguna duda, 
					ejecutar drásticos recortes en el sector público, finiquitar 
					el estado del bienestar, subir impuestos y una más que 
					segura pérdida de nuestra soberanía. España habría 
					acompañado en este duro camino a nuestros socios helenos si 
					no se hubiera producido la victoria electoral del Partido 
					Popular en la noche del 20 de noviembre de 2011. En 
					definitiva, el esfuerzo de todos los españoles y la 
					responsabilidad del Ejecutivo entrante permiten hoy mirar 
					con esperanzas un futuro cierto. 
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