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La presencia a las mismas puertas
del Palacio de la Asamblea del colectivo de empresarios y su
significativa muestra de protesta contra decisiones del
Ejecutivo de la Ciudad que consideran perjudiciales a sus
intereses, viene a demostrar que algo está cambiando en el
espíritu reivindicativo de Ceuta. Parece que los nuevos
tiempos llevan a plantearse un “basta ya” y no asumir con
estoicismo las medidas que se consideran injustas. Por ello,
que un sector como el empresarial plante cara al Gobierno de
Juan Vivas para mostrarle su desacuerdo con las medidas
recaudatorias en tiempos de crisis, es un síntoma más que
elocuente de un descontento larvado en el seno de nuestra
sociedad, cansada de aguantar y aguantar sin rechistar los
caprichos políticos de Vivas.
Podemos estar en Ceuta a un paso de los “escraches” que se
estilan por otros lugares de nuestro país, cuando los
ciudadanos, llevados del hastío político y de la opresión
fiscal, reivindican protestas cercanas, a las mismas puertas
de las casas de los políticos y hasta zarandean a éstos por
la calle, cansados de los comportamientos indiferentes y tan
alejados de la realidad social que muestran nuestros
dirigentes. De manera que, quienes se creen que en política
vale todo y que el sufrido ciudadano aguanta sin inmutarse,
han de ir cambiando de mentalidad porque la paciencia tiene
un límite y éste parece que se ha alcanzado en algunos
sectores sociales.
El gremio empresarial, el único con capacidad para generar
empleo y mover nuestra economía, no puede ser acosado
fiscalmente ni presionado con exigencias que impiden su
desarrollo. Por ello, se anuncian nuevas movilizaciones
contra las medidas del Gobierno en respuesta a una
incomprensible actitud. Ya son sectores despolitizados los
que se pronuncian.
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OPINIÓN / EDITORIAL
