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El último Pleno dejó fuera del
debate la Tasa de ocupación de la vía pública por los
hosteleros para consultar a los afectados, a la vista de la
radical oposición a asumir la disparatada cantidad que se
les había fijado de 350 euros el metro cuadrado y, en contra
de lo que algún político dijo, acerca de que pretendían el
“gratis total”, han dado muestras de madurez y sensatez,
asumiendo los 40 euros por metros cuadrado, llegándose al
acuerdo de bonificar con el 50% la misma, siempre que se
demuestre que hay un empleado dedicado a atender este
servicio, para que no suponga un sobrecoste al empresario.
Un acuerdo aceptable por razonable, así como el 75% de
bonificación si son dos o más los empleados destinados a
este cometido. No se olvide que más de la mitad de la
plantilla de un negocio de estas características, dependen
en gran medida del rendimiento de las terrazas. De ahí la
búsqueda empresarial de lograr un mayor aforo para su
clientela y la repercusión económica consiguiente.
El diálogo ha contribuido a destensar posturas y alcanzar un
punto de encuentro que era necesario, como también lo es
alcanzarlo en el impuesto de recogida de basuras, donde los
empresarios, a través de sus dos órganos de representación,
Cámara de Comercio y Confederación, van a presentar
enmiendas, ya que hay subidas para algunos de ellos hasta
del 3.000%, lo que supone una barbaridad, como también se
observan ciertos “desajustes”, por las características de
cada negocio que no puede llevar este impuesto a un aumento
indiscriminado sin atender la cantidad de basura que se
genera. En palabras del presidente de la Cámara de Comercio,
si no hay modificaciones, la justicia no será distributiva,
por lo que se impone el entendimiento.
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OPINIÓN / EDITORIAL
